Cartel

Películas como «The Mauritanian» sirven en un extremo más realista para reconciliarte con el ser humano. Sí, que se puede.

El film sigue la historia real de Mohamedou Ould Slahi (Tahar Rahim) quién fue capturado por el gobierno de los Estados Unidos y encarcelado durante años sin juicio en la Bahía de Guantánamo.  Slahi, en su lucha por la libertad, encuentra aliados en la abogada defensora Nancy Hollander (Jodie Foster) y su socia Teri Duncan (Shailene Woodley). A través de la controvertida defensa de Nancy y Teri y las evidencias descubiertas por el fiscal militar, el teniente coronel Stuart Couch (Benedict Cumberbatch), se revelará una conspiración inesperada y que tendrá un gran alcance mediático.

Gracias a la excelente dirección de Kevin McDonald, quién es el encargado de otra maravilla cinéfila que es «El último rey de Escocia», conocemos cómo fue ese desarrollo en la historia injusta de este encarcelamiento que refleja la barbarie ruin de los Estados Unidos, manteniendo aún una cárcel sin ley como es Guantánamo. Como espectador vives ese mismo encarcelamiento de años, con torturas continuadas e inaguantables, y que en esa senda del horror logra encontrarse con estos profesionales que ponen todo su desempeño en devolver la libertad a este preso condenado sin causa ni juicio alguno.

Tráiler español «The Mauritanian»

Para mi lo más extraordinario de «The Mauritanian», aparte de la escena que pongo en la portada de esta crítica donde la gran Jodie Foster y el gran Benedict Cumberbatch, quién también es productor de la película, hacen papeles apoteósicos y están brillantes en cómo se han metido en la piel de estos dos importantísimos personajes. Tanto es así, que la propia Hollander dice que la interpretación de Foster es tan poderosa que se reconoce a sí misma en muchas de las escenas, “la forma en que Jodie usa sus manos, la forma en que se relaciona con Shailene, la forma en que se relaciona con Mohamedou. Hay momentos de calma, hay momentos de gritos, hay momentos divertidos y realmente me hace sentir como si se metiera dentro de mí, aunque Jodie me advirtió que no es una imitación. Ella aporta lo que aporta, y lo reconozco, pero realmente ha captado ese momento de todo lo que sucedió”, pero además de esto lo increíble es que «The Mauritanian» es un alegato sobre la importancia del Estado de derecho y un ejemplo contra todo tipo de extremismo, pero también es una película tierna, divertida y edificante sobre Mohamedou, un hombre extraordinario cuya humanidad triunfó ante la injusticia, provocando un gran cambio vital entre todos aquellos que lo rodeaban. Vaya actitud nos refleja hasta el final de la película, donde una canción puede sacar la sonrisa que te parece imposible que pueda sacar tras todo el horror que ha pasado.

La lección de esta historia es que el impulso del miedo es tan fuerte y, por desgracia, lo fue en la era de Guantánamo, y en la era del 11-S, que se apoderó de la psique estadounidense. Estuvieron tomando decisiones de política exterior internacional por miedo en lugar de utilizar las leyes y las normas que se conocían. Aquí podemos empezar a tener las respuestas, de todas las preguntas que aún quedan. No se la pierdan. No cometan ese delito.

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