LO INEXPLICABLE EN EL FESTIVAL

Les voy a contar una de las muchas causas por las que me gusta disfrutar de un Festival de Cine. Siempre pienso que puedo seguir aprendiendo. No doy nunca nada por sabido, y quiero que el cine además de llegarme al corazón pues me sorprenda y sacar mis propias conclusiones de lo contemplado. Eso no significa que me coloque en algún lugar desde donde propagar mis impresiones, simplemente escucho mis emociones después de disfrutar una película y reflexiono sobre ello.

Es mi manera de entender el cine. Así me ha cautivado durante 39 años (en unas horitas se cumplirá estos datos) y así se ha convertido esta disciplina cultural en parte de mi vida como el teatro, la música y muchas artes.

Lo que detesto de una manera abrumadora son las lecciones de moral, porque yo explico mi forma que ni es la mejor ni es la peor, pero cuando me juzgan como espectadora desde una atalaya de superioridad y me toman por tonta, les aseguro que salgo cabreada como me ha ocurrido con el pase y la rueda de prensa de «Una película póstuma» de Sigfrid Monleón en la sección de ZonaZine.

Rueda de prensa «Una película póstuma» – Video realizado por Jose Vera

No sé si me ha parecido más hiriente que el realizador por una cuestión que le han hecho en la que se preguntaba por aspectos formales que no se han entendido de la narración (que solo se ha mencionado uno pero la lista podía haber sido más larga), haya tratado de justificar como una falta de conocimiento del espectador, aspectos que se nota que por la elección tomada el resultado no ha salido como cualquier trabajador de esta industria entendería. O que se le haya alabado por su atrevimiento con comparaciones con maestros del cine que yo no podía haber hecho en la vida y que muchos periodistas en el coloquio posterior si que han tomado ese punto de vista, y aún no sé cómo ha podido ocurrir.

Una de las reflexiones que más le hemos escuchado a los actores en esta edición, y en muchas anteriores, del Festival es que leyeron el guión y por algún aspecto concreto les atrajo para interpretar estos personajes, pero en el caso de Pere Ponce y Vito Sanz argumentan que lo hicieron por amistad, lo cual me hace ver que la implicación en el proyecto no es de una manera tan de credulidad en lo que están haciendo como he podido escucharles en otras ocasiones. Así que me quedo solo con la empatía de esos actores, especialmente Pere Ponce y Francesco Carril, de querer ayudar a un amigo con un proyecto tan personal.

Y ante aspectos que son de mucha duda en «Una película póstuma» como la elección del formato para presentar el film, la música que no apoyaba para nada la acción, decisiones del punto de vista de los personajes, planos fijos interminables o sonidos intercalados que se nota que no tienen ningún sentido, y si la decisión del realizador es enmarcarlos en una poetización o pretenderlos justificarlos literariamente, pues el entendimiento es cada vez más incomprensible y no es lógico que se programe en una edición que tantas alegrías nos están dando.

El conductor de la rueda de prensa de ZonaZine argumentaba que se habían presentado 300 películas, y que muchas eran prácticamente iguales y por ello celebraban el estrenar esta obra de Sigfrid Monleón. Es una consideración en la que aún estoy tratando de comprender. ¿Hace falta tener que contar las historias de manera diferente? ¿No se puede respetar si algo está narrado de forma más o menos «comercial» si está bien hecho? ¿Hay un cine elitista al que nunca vamos a poder llegar o aspirar, y un cine más para el público mundano?.

Me niego a que me coloquen en una etiqueta más analfabeta de lenguaje audiovisual porque sé valorar un cine simbolista, onírico y metafórico y no era para nada el caso de «Una película póstuma», me niego a pensar que un festival de una trayectoria tan reconocida tenga que alardear de programar una historia como ésta y me niego a que me digan cómo se debe entender el cine. Se debe ejercer mejor la humildad para colocarte en la realidad de lo que uno tiene necesidad de contar en pantalla. Nos lo están demostrando muchas directoras y directores. No está de más que esto se quede como una película póstuma, al menos así la voy a dejar en mi recuerdo.

 

Dirección

Guion

Sigfrid Monleón

Fotografía

Alfonso Sanz

Reparto

Pere Ponce, Vito Sanz, Francesco Carril, Ana Risueño, Camilo Rodríguez, Alexandra Restrepo, Paula Usero

Productora

Malas Compañías

 

 

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