Crónica «Rozalen» – Teatro Cervantes
EL HADA QUE SE TRANSFORMÓ EN ARTISTA
Rozalen no rozó el lleno. Lo llenó. Completo. Un Teatro Cervantes abarrotado con un público completamente entregado y participativo en cada una de las intervenciones y canciones tanto de su primer disco como del último trabajo que presenta en esta gira titulado «Quién me ha visto». Quienes no la conocían en directo, murmuraban sobre su simpatía espontánea y personalmente he podido comprobar una mejor tesitura de su voz, a la vez que ganan muchísimos todos sus temas con tanta instrumentación como pudo tener en el escenario.
Al entrar en el patio de butacas del Teatro Cervantes observo que se sientan muchos niños junto a sus familiares. Y es que Rozalen ha sabido llegar con su música a diferentes generaciones y que una canción como Las hadas existen la canten completa niños desde los casi seis años que decía una joven espectadora hasta los trece y otra como 80 veces la interpretemos desde el primer momento que suenan los acordes todas las edades que nos juntamos allí.
Antes de comenzar su directo, le dio la oportunidad a una compañera de fatigas musicales llamada Road Ramos, un espíritu nervioso de cante dulce y gran manejo de guitarra, que gana mucho en las canciones más melódicas solo con el piano y su interpretación. Se le notaron los tembleques de la emoción y el querer simplemente cantar, sin mezclarse con esa parafernalia en la que parece que quieren estar todos los artistas. A mí, Road Ramos, me ha transmitido pureza, sensibilidad y querer cantar sus canciones. Simplemente eso y con esta ocasión, me ha llegado su trabajo y espero poder disfrutarla en un formato más amplio.
Y esa también es la gran fuerza de Rozalen. Dar esas mismas oportunidades que a ella le brindaron. Ser sensible en ese sentido y no quedarse en una postura cómoda de ser famosa y contar ya directamente con el cariño de sus seguidores. Ella se lo gana. En cada intepretación mientras canta pero también presentando sus canciones, algo de lo que soy realmente fan. Me gusta la gente natural que no tiene preparado lo que quiere expresar de letras que seguramente tienen mucha más historia de la que ella cuenta pero simplemente por pocos verbos con que las presenta, de algo me hago a la idea. Porque esa es una grandeza de esta artista, no se esconde, no oculta lo que siente, lo que quiere criticar o lo que ha podido entregarse en su vida. Y por ello, sus composiciones te llegan tanto como si te las cantara tu mejor amiga. Esa que te dice lo que necesitas oír, no lo que quieres.
6 músicos han acompañado a la artista en este concierto y se ha notado. En cada uno de los temas, hay cambios de ritmo y cambios de estilo. Ninguna canción te puede sonar igual, aunque intentes buscar un sonido similar. Igual introduce algo más caribeño, nos pasamos al flamenco y el pop vuelve a sonar con más fuerza. Eso da vida a lo que interpreta y transmite con esas palabras que llegan al corazón y hablan de nuestras inseguridades, nuestras rupturas y hasta una defensa aférrima y acertada de la vida del artista y cómo tienen que emigran porque no son respetados en su propio país.
Y, sin duda, el gran acierto de Rozalen es contar con Bea, la intérprete de signos que permite que todo el mundo pueda entender y sentir las letras de la cantante. Y mi más sincera felicitación por cómo han enfocado esta idea. No es simplemente Bea en una esquina aislada interpretando los signos, Bea es parte de las canciones, las sincroniza con Rozalen como si formara parte de su coro de baile y esa sonrisa que no se le aparta del rostro, logra que esa misma fuerza positiva que te llega de Rozalen, ella la sume por doble porque la contagia a todos los que disfrutamos de su buen hacer.
El público ha sido un fiel aliado en todo lo que Rozalen ha precisado tanto de palmas, ovación, gestos de cariño y finalmente un popurrí de las más deseadas por todos que ha culminado en baile levantándonos de nuestros asientos y un fin de fiesta digno de un concierto apoteósico donde nos ha hecho sentir de las mejores emociones que la música te puede brindar. Momento divertido y especial cuando su gran amigo, el músico malagueño «El Kanka» le ha acompañado para sorpresa del público en un tema compuesto por él y en otro compuesto por Rozalen donde se ha explayado en sus dotes como actriz con una comicidad que hemos agradecido muchos.
Le doy las gracias a esta «bonica» compositora por ser transparente y auténtica, por regalarme un temazo como «Para los dos» donde cuando te identificas tanto, te asustas, por versionar un tema que ha logrado superar al original porque lo ha hecho suyo como es «La belleza» de Aute y por una humildad que transforma en cariño consiguiendo que creas absolutamente todo lo que dice y canta y mi «Saltan chispas» donde me encanta creerme que todo irá bien. Y por cierto, chapeau para esa iluminación que ha ayudado a crear esas emociones precisas para cada momento del concierto. A veces, era de cine, otras de cabaret y otras propiamente de un concierto en alguno de los estadios más importantes del mundo. Gran acierto.
Finalizo apoyando ese bonito mensaje que ha dado en el intervalo del concierto. Ojalá las personas sean más humanas en el entorno más pequeño que tengamos. Rozalen, sin duda, lo es.
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