SURCAR LOS VIENTOS DE MARENOSTRUM

Zenet5No es tarea fácil surcar en velero los mares de China, y más cuando las ganas, la ilusión y el buen trabajo se te mezclan con una climatología que no acompaña para que se produzca esa armonía adecuada entre los músicos y el público. Mucho viento tuvieron que amainar Zenet, Manuel Machado, Raúl Márquez y José Taboada y ese esfuerzo hay que agradecérselo porque ante todo pusieron de su trabajo y su cariño, para que las melodías y la voz de Zenet consiguieran una noche de ensueño.

Hubo mucha guapería, ese proyecto que podía haber tenido un recorrido mucho más amplio si no hubieran aparecido estos tiempos de pandemia y con ello arranca el concierto, hasta ir llegando a la preciosa «Me gustas» donde el Kanka tenía claro que quería participar en «Zenetianos» con la canción de «la raya en el medio».

Toni Zenet no ha perdido esa frescura increíble que le hace ser crooner y un maestro de ceremonias apropiadísimo para ir presentando cada una de las canciones «presiosas», entre ellas una maravilla sacada del cajón llamada «Todo lo que nos quisimos». El intérprete explica lo culo inquieto que ha sido en confinamiento, tanto es así que ha podido sacar dos discos, uno de directos y éste de «Zenetianos» donde grandes voces amigas del cantante, se prestan a compartir esas canciones que ya son legado de muchas biografías de tanta gente que nos dejamos llevar por lo que Zenet nos quiera contar.

«Borrasca» podría ser la banda sonora de la noche en Marenostrum Fuengirola, y es otro buen ejemplo de la gran calidad de músicos con los que se rodea Zenet. En directo es que mejoran las canciones a un nivel elevadísimo, y cuando Toni Zenet logra ir de menos a más, sabemos distinguir sus bailes, sus «cha cha» que denotan que está disfrutando a tope o esas sorpresas en forma de solos increíbles de cada uno de ellos en los que te pierdes al igual que el artista levantando constantemente los brazos para acompañar a esos sonidos.

Zenet7Pondría un catálogo especial de cómo presenta «Ella era mala» en cualquiera de los conciertos. En esta ocasión, habla de esas cosas que aún sentándonos mal, nos gustan tanto» para pasar posteriormente a ese momento preciso y justo antes de conocer a alguien importante como es «Quién sabe». Y sin anestesia ninguna, una de mis preferidas, «No lo dudes», aquí ya me deleito con esos fraseos finales de Zenet, esa mano que dirige las intenciones y esa gesticularidad de querer que entiendas a la perfección que es lo que te quiere cantar y contar.

Hay incluso momento que el humo más el viento en Marenostrum Fuengirola logran una escenografía tan apropiada como cuando Toni Zenet interpreta «Contigo». Después se agacha junto a su inseparable José Taboada, para hacer más sensible aún esa preciosidad que es «Entre tu balcón y mi ventana».

Y llega el momentazo. «Un beso de esos», el público debe estar preparado y Zenet así lo quiere. Los primeros conciertos era difícil esa conexión con la mascarilla, y ahora que estamos más acostumbrados, también hay que seguir manteniendo y el propio cantante reclama ese cariño del público, que tanta fuerza le da para interpretar sus canciones. Le bailamos y cantamos el estribillo con la mejor de nuestras intenciones. Por cierto, el propio intérprete nos da las claves de por qué nos gustan las canciones: porque te sientes identificado, porque no te ha pasado pero te gustaría o por la unión entre melodía y armonía. Muy de acuerdo, la verdad.

Zenet2Llegamos casi al final del concierto con esa parte más canalla que también identifiqué esa parte en el concierto que tuve la ocasión de disfrutarle en la Aduana, donde es un disfrute total verle interpretar «Confiesa» y «Sé que estás pensando en mi».

Y no me canso. No me canso de pensar que es uno de nuestros mejores valores musicales interpretativos y artísticos cuando escuchamos para concluir esta noche bajo las estrellas, «Soñar contigo». Es de las sensaciones más especiales que siempre vivo en un concierto de Zenet, no sé explicarlo pero al acabar la letra y esa música, es como si todo mi cuerpo se quedara en calma y curado de la tensión que haya podido tener en un viernes cualquiera.

Surcaremos contra viento y marea lo que haga falta para volver a navegar por lo mares que quiera Zenet, Manuel Machado, Raúl Marqués y José Taboada. La experiencia de la travesía merecerá la pena, porque siempre se llegará a un puerto inesperado donde nos creamos «Singing in the rain».

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