Entrevista Francesco Carril – El bar que se tragó a todos los españoles

SEGURAMENTE A MÍ SE ME HAN DESPERTADO MUCHAS COSAS QUE NO TENÍA NI IDEA GRACIAS A LA OBRA QUE TIENEN QUE VER CONMIGO, Y QUÉ GRACIAS A JORGE HE PODIDO VERLAS Y REDESCUBRIRLAS.

Queremos adentrarnos en la primera creación de Alfredo Sanzol como director del Centro Dramático Nacional. El director se ha inspirado en la propia historia personal de su padre, Jorge Arizmendi, quién utilizó una dispensa en los años 60 para poder cambiar de vida. En esa aventura que mezcla realidad y ficción, y que le llevará a viajar incluso a Estados Unidos, nos encontramos que el protagonista de esta función es Francesco Carril, y hemos querido conocer más detalles en esta entrevista.

P: Es un reto porque, independientemente cuando se afronta un montaje evidentemente hay un punto de vista personal, pero en el caso de «El bar que se tragó a todos los españoles» lo es más aún, en relación a la propia vida de Alfredo Sanzol.

Francesco Carril: «El bar que se tragó a todos los españoles» cuenta la historia de un cura navarro de 33 años que se llama Jorge Arizmendi que decide dejar el sacerdocio, y entonces viaja a Estados Unidos para tomarse un tiempo para pensar y para reflexionar. Son todas sus aventuras hasta que, por fin, consigue la dispensa y salir del sacerdocio. Es una especie de road movie que ocurre en Estados Unidos, Madrid, Dinamarca y Pamplona, y sí, efectivamente, es una historia que, claro, a Alfredo le toca muy de cerca porque está basada en la historia de su padre que fue sacerdote. Aunque siempre hablamos con Alfredo que yo no estoy, realmente, interpretando a su padre si no que la historia tiene mucho de ficción y al final, Jorge Arizmendi es Jorge Arizmendi, el padre de Alfredo, aunque tenga muchas cosas en común con él.

P: Hay cosas que son realidad y otras ficción, cuando ocurre esto te aseguro que no quiero saberlo y me gusta dejarme llevar por lo que queréis contar, pero sí que mucha gente conocerá lo que es una dispensa.

Francesco Carril: Exactamente. Yo la verdad es que estoy en un punto en que ni siquiera sé bien qué es real y qué es ficción. Algunas cosas sí sé que son verdad, otras sé que son ficción, pero al final intentas que el trabajo que haces a través de las palabras del personaje que tienes que hacer, te toque también a ti y a mi, muy de cerca y seguramente a mi se me han despertado muchas cosas que no tenía ni idea que se me iban a despertar gracias a la obra. Y que tienen que ver conmigo y que Jorge me ha ayudado a verlas y a redescubrirlas.

P: No sé si te refieres a algo que creo que se quiere hacer reflexionar en la obra de arriesgarte a cambiar de vida cuando hay oportunidad de hacerlo

Francesco Carril: La obra es una canto a la vida, un canto a la transformación y es un canto a hacer lo que tú quieres hacer, a ser el dueño de tu propia vida y también reconozco que hay una parte del niño que yo llevo dentro que se ha despertado mucho con esta función. Me paree que yo lo hago mucho desde ahí, desde el niño que llevo dentro. Yo me acuerdo que, desde pequeño, tenía como una especie de fascinación por todo el tema eclesiástico y sacerdotal, pero no por nada si no porque me parecía maravilloso que alguien pudiera hacer un trabajo que, cuando tienes que ir a trabajar, te pudieras disfrazar. Y encima se podían cambiar de vestuario, un mes morado, un mes rojo y me gustaba mucho eso. Y supongo que también había algo en mi, que ya desde pequeño me gustaba mucho lo ritual. Eso de alguna manera, al hacer la función, he vuelto un poco a esos años, a esa infancia y a esa cosa infantil. A no tener miedo a poner ahí sobre la mesa la parte más infantil de mi, que está y que a veces tratamos de esconder porque se nos dice que tenemos que ser adultos, y que tenemos que comportarnos de alguna manera, y a mi me ha ayudado mucho este viaje para recordarme que la parte de niño o niña que cada uno tenemos dentro es maravillosa.

P: Vaya elenco que tenéis y que ayudarán a contar esta historia de Jorge Arizmendi

Francesco Carril: Yo hablaba con Alfredo hace poco, de lo importante que es para todas las funciones en general reunir al equipo adecuado. A las personas que son las adecuadas para hacer el trabajo en cuestión. Nosotros somos un elenco maravilloso. Yo creo que hemos sentido esa familiaridad desde el principio. Muchos no nos conocíamos y está siendo un disfrute. El poder también estar con gente con la que puedes hablar e ir comentando lo que haces, cambiarlo cada día, hacerlo evolucionar y, en fin que la cosa esté viva y que esté pasando todos los días. Eso es lo maravilloso.

P: La escenografía es un bar reconocible por todos. El que seguramente desde esa parte infantil que nos comentabas hemos ido a desayunar o a merendar.

Francesco Carril: Es una escenografía maravillosa de Alejandro Andújar. Es un bar maravilloso del que salen los personajes, casi como si fueran fantasmas y en donde ocurre toda la historia. Es una escenografía muy a favor del espectáculo, donde va cambiando, se va abriendo, se va moviendo y se va despedazando casi. Va creando espacios y yo me siento muy cómodo dentro de ese espacio.

P: Descubriremos también cómo se puede convertir una función teatral en una road movie

Francesco Carril: Yo creo que tiene mucho de cinematográfico también esta obra. A mi me gusta pensar así, como una road movie. Como un viaje y, a veces, no sé es como difícil ver en una función tantas ciudades, tantos espacios y que tiene algo muy cinematográfico eso, aparentemente menos teatral. Pero yo creo que aquí ha habido una combinación muy bonita de eso, de algo que viene más del mundo del cine y algo que es puramente teatral.

P: ¿Qué es lo próximo que tienes a la vista?

Francesco Carril: Ahora hasta que terminemos en el Valle Inclán, voy a estar centrado en la función porque es una función que es muy atlética, son muchas horas de función. Son tres horas. Y necesita como una dedicación casi exclusiva, pero después cuando llegue el verano seguiré rodando una película pequeñita que estamos haciendo con Jonás Trueba y que hemos empezado a rodar una pequeña primera parte en Navidad, y después también haré la primera película de una directora que ha escrito un guión maravilloso que se llama «Ramona» que rodaremos en abril. Y luego la gira de «El bar que se tragó a los españoles» que me apetece un montón.

P: Yo te confieso que tu papel en «La Reconquista» es una de mis debilidades más personales

Francesco Carril: Fíjate que casualidad que en «La Reconquista» mi personaje se llamaba «Olmo» que es el nombre de un árbol, y aquí es Jorge Arizmendi y «Ariz» en euskera significa «roble». La naturaleza me persigue, de alguna manera.

La función se llama «El bar que se tragó a todos los españoles», y tendrán la oportunidad de disfrutarla desde el 12 de Febrero al 4 de Abril en el Teatro Valle Inclán. Posteriormente harán gira y espero que podamos tomar café en todas las ciudades españolas posibles. Junto a Francesco Carril en el reparto nos encontramos a Elena González, Natalia Huarte, David Lorente, Nuría Mencía, Jesús Noguero, Albert Ribalta, Jimmy Roca y Camila Viyuela.