Entrevista Helena Lanza – Héroes en diciembre

CUANDO TE LLEGA UN PROYECTO ASÍ DAS GRACIAS, PORQUE RECONECTAN BASTANTE CON TU PENSAMIENTO CUANDO HACE MUCHOS AÑOS TE DICES QUE QUIERES SER ACTRIZ.

Uno de los aspectos a los que más doy valor en el mundo cultural, es hablar de temas considerados tabús y por los que muchas personas y sus familias sufren en silencio sin encontrar nadie que puedan empatizar con su sufrimiento. El suicidio es una de esas problemáticas y en «Héroes en diciembre» se abordan en cuatro personajes creados y dirigidos por Eva Mir, y contamos en esta entrevista con una de sus intérpretes, Helena Lanza.

P: Esta propuesta cuando te llega de una autora tan joven es un gran reto, y a la vez sabes de lo necesario que es tu trabajo para abordar estos temas

Helena Lanza: La verdad es que es un alivio y una alegría que se ponga un tema tabú sobre el escenario. Eso ya es algo que a mi me motoriza bastante como actriz. Me gusta mucho poner en el escenario temas que hay una necesidad clara de hablar sobre estos temas. Me pasa por ejemplo con otra obra, con «Por la boca» de José Padilla que habla sobre los trastornos alimenticios, «Papel» también me pasa porque habla sobre el acoso escolar y también me pasa con ésta al hablar sobre el suicidio, sobre los datos que se ocultan y sobre que es un tema tabú, y el texto creo que es muy bueno y es precioso. Es impactante que alguien con 23 años haya escrito un texto con esta madurez y esta profundidad, y que sabe perfectamente de lo que está hablando. A Eva Mir le dieron el premio Calderón de la Barca en 2019 y claro, afortunadamente, Alfredo Sanzol pues propuso en el programa nuevo que los premios Calderón se representaran, que no quedasen simplemente en una lectura dramatizada de un día y que se pusieran en pie. Eva se lanzó hacia el hoyo a dirigirlo también, y la verdad es que cuando te llega un proyecto así pues das gracias, porque son proyectos que te reconectan bastante con tu pensamiento cuando hace muchos años te dices que quieres ser actriz. Quieres ser actriz porque quieres hablar de esto, y el trabajo siempre bienvenido sea, pero hay trabajos que son más livianos pero en concreto este tipo de temáticas a mi me apasionan bastante. La verdad es que me siento agradecida y contenta.

P: Pensaba en un caso que entrevistamos hace poco de una madre cuya hija se suicidó y trasladó sus poemas y dibujos en un libro precioso, y que quizás hubiera encontrado el consuelo y amparo en estas funciones con los 4 protagonistas de «Héroes en diciembre»

Helena Lanza: En concreto, la obra repite una frase mucho que es «tenemos que hablar». Mi personaje es la educadora social que está con tres personas que han intentado suicidarse. Y quiero hacer un documental con ellos, y mi personaje también tiene un conflicto propio y tiene un arco de personaje muy bonito porque empieza de una manera y acaba de una manera completamente diferente. Eso siempre es un regalo para una actriz y un personaje. Este personaje tiene 3 meses que debe de pagar su casa y le van a desahuciar, con lo cual Eva Mir con mi personaje habla de toda la problemática de la precariedad laboral juvenil, entonces cuando me llega este trabajo donde aparte de estar como educadora social con ellos, mano a mano, también me permiten hacer un documental con lo que me van a pagar más, voy a ese programa con una presión muy grande para poder pagar esa casita que es un estudio de quince metros cuadrados en la Gran Vía. Y entonces en lo que respecta a los otros tres personajes que han intentado suicidarse, pues la pieza se compone de escenas donde un personaje habla con otro pero fundamentalmente está compuesta de monólogos a público. En esos monólogos a público, el personaje de Julián interpretado por Rodrigo Sáenz de Heredia cuenta cómo su mujer falleció porque le arrolló un coche, y entonces con su urna de cenizas, él intenta suicidarse tirándose al Manzanares, pero al final no lo consigue. Mónica Lamberti hace de Agnes, que es un personaje con discapacidad, que la actriz también tiene una discapacidad aunque es diferente a la de su personaje, cosa que es maravillosa porque ante todo somos actrices y está bien que nos den personajes que sean diferentes y con circunstancias diferentes a nosotros y a lo que somos como personas en la realidad. En este personaje, Agnes, en el 11M una bomba estalla y queda en silla de ruedas, y entonces cuenta un poco toda esta vida con depresión que ha tenido después y también tiene mucha comedia. Y luego está el personaje protagónico, el de Berta interpretado por Marta Matute, que es bastante autobiográfico con respecto a Eva Mir y es un personaje donde también hablan que parece que es el que tiene menos excusa para suicidarse. Porque es guapa, delgada, tiene novio y es un personaje que intenta suicidarse cocinando en su casa clavándose un cuchillo en la barriga. Es el personaje que más parlamentos tiene y tiene grandes monólogos a público. Todo el rato es explicar ese dolor, por qué han intentado hacerlo y pedir comprensión. Un poco entrar en la mentalidad de personas que han intentado hacer eso, y lo importante pues ponerse en el lugar de escuchar, que al final lo importante es ponerse a hablar de ello, no ocultarlo. Hablar de temas delicados que haya pasado una persona va a ser mejor, es una de las cosas que intenta decir la obra. Tenemos que hablar, no tenemos que huir que pasa mucho con familiares, porque el dolor es tan grande para un familiar y si el sistema no ayuda y no se habla de ello, se oculta y tal, entonces al final es una persona que ha intentado suicidarse produciendo un dolor enorme, porque lo que uno quiere es hablar y comunicarse y no sentirse juzgado.

P: Habláis sin eufemismos y cómo estas personas luchan por sobrevivir

Helena Lanza: Hay una frase muy bonita que dice el personaje de Berta, «sobrevivir no nos puede devolver las ganas de vivir». Al final el sistema en el que vivimos está más basado en la propia supervivencia que en la vida. Trabajar todo el día para pagar una casa, no tener tiempo de calidad con los amigos, muchas personas si quieren formar una familia a lo mejor no pueden porque no tienen dinero para alimentar a más bocas. Está esta cosa de trabajar y trabajar, y producir y producir o competir y competir. El capitalismo más extremo que nos lleva a una tristeza tremenda. Lo que le conviene al sistema no está relacionado con la vida y en lo que deberíamos estar. Entonces claro eso entre otras cosas pues produce que haya gente que tenga depresión, que cada vez las visitas a los psicólogos estén más solicitadas y que haya intentos de suicidios porque no se trata el tema de raíz. Entonces claro más que en vivir, estamos en sobrevivir. Llega un momento en que para las personas sobrevivir es cansado, es angustioso y estoy hablando un poco también como a grosso modo de lo que es explicar porqué una persona se suicida, pero bueno lo del hablar de la supervivencia pues al final te lleva a un pozo donde hay personas que con determinación, deciden acabar con su vida porque se encuentran en un callejón sin salida.

P: La escenografía es brutal

Helena Lanza: La escenografía es espectacular. Cuando hicimos la lectura en diciembre, ya nos enseñaron la maquetita y era una piscina y pensamos «esto va a ser la hostia». Cuando la vimos, porque nosotros ensayamos en la sala de ensayos de Almendrales (Usera), y teníamos marcas en el suelo, porque aquí cuidado que tenéis que saltar y hay una altura de dos metros, aquí hay tal pero no ensayamos con la escenografía. Cuando llegamos al Teatro Valle Inclán y vimos esa escenografía es impresionante. Es una piscina enorme con trampolines que usamos, pegamos saltos hasta los pivotes, hay corcheras y luego la iluminación de David Picazo en esa escenografía es preciosa. Y luego tiene muchas cosas de Mónica Boromello que son como callejones sin salida, es una piscina que no está cerrada y nunca se va a poder llenar de agua, y tiene escaleras que no llevan a ningún sitio. Hay una cosa muy graciosa que es que la obra está en un plano que no es del todo realista, es bastante onírico. Entonces con mi personaje hablan mucho de la lista de cosas para hacer que tienen personas como ellos que están en este plan como decapar, pintar la piscina, revestirla o tomar la medicación. Entonces yo me paso gran parte del tiempo en la obra diciendo que hay que revestir la piscina, y la piscina está reluciente, de un blanco precioso que también recuerda un poco a la cosa de psiquiátrico, de hospital y es una maravilla. Luego también tenemos un quinto componente en la obra que es José Pablo Polo que hace el espacio sonoro, y está en el propio escenario. Al final creo que ha habido un equipazo que juntos estamos haciendo y contando algo potente de la mejor manera que podemos.

Junto a la intérprete, defienden este texto tan necesario e imprescindible sus compañeros en escena Mónica Lamberti, Marta Matute y Rodrigo Sáenz de Heredia hasta el 14 de marzo en la sala Francisco Nieva del Teatro Valle Inclán. Es importantísimo hablar de estas circunstancias del suicidio sin eufemismos ni artificios. Transmitir por qué a tanta gente le cuesta emocionalmente sobrevivir día a día, y pensar en que podemos ser héroes, cómo diría Bowie, aunque sólo sea un día.