ME HE DADO CUENTA EN ESTA SITUACIÓN QUE DESCONOCÍA MUCHOS DE MIS VACÍOS, DE REPENTE AHORA LOS CONOZCO Y ME HE ABIERTO UN POCO MÁS.

LoquetunosdejasHay algo en el ambiente de los que hacemos entrevistas que te hace saber que vas a poder conversar con profesionales interesantes que van a hacer valer la obra que defienden. Se hace más acuciante cuando nuestra labor de documentación previa, compruebas lo implicados que están estos protagonistas para defender mensajes y textos como el de «Lo que tú nos dejas». No me equivoqué, y aquí tienen el resultado con la protagonista, Inma Cuevas.

P: Las circunstancias personales de cada uno nos hacen ver que hay que aprovechar y vivir el día a día, y ése es uno de los aspectos que abordáis en la función.

Inma Cuevas: Yo creo que en estos tiempos que estamos viviendo se nos agrava mucho más el estar más empáticos. Quién no es empático en la vida, en esta situación se vuelve más empático e intenta ver un poco el lado bonito de la vida. Yo me he dado cuenta que en esta situación desconocía muchos de mis vacíos. De repente, ahora los conozco, me he abierto un poco más. La mente se te amplia, te das cuenta que no estás solo en el mundo, que tus problemas no son los únicos y que hay gente que de verdad lo está pasando mal, y nosotros en Kendosan apostamos por ayudar, ya sea a nivel social o cultural, pero nos gusta ayudar y creo que con «Lo que tú nos dejas» estamos haciendo una labor social maravillosa y muy felices de ellos.

P: Interpretas a una madre que le escribe cartas a su hijo que vive lejos, y es la manera que siente que le puede tener cerca. Recuperar este valor epistolar me parece importantísimo. 

Inma Cuevas: La verdad es que en el texto hay algo de Alba porque ella además como periodista, tiene como un amor especial hacia las máquinas de escribir. Ella colecciona máquinas de escribir maravillosas. Y sí que es verdad que yo por la época que viví también, sí que hacía trabajos a máquina pero me gusta mucho más el lápiz, los colores, los bolis y todo eso. Las papelerías me vuelven loca. Y me imagino que por referencia personal, sí que quería que esta madre escribiera cartas a mano, que escribiera cartas con un boli o con un lápiz. Creo que es un acto que sana. Cuando traslada sus pensamientos que pasan por tu mano y se trasladan a un papel en blanco, creo que todos esos pensamientos y todos esos fantasmas que salen de tu cabeza y se transforman en papel, creo que es muy sanador. Y en este caso, que es lo que esta madre también necesita, saca todos los fantasmas de su cuerpo y los plasma en un papel, no sabemos si esas cartas llegaran a algún lugar pero desde luego ya está haciendo su labor, que es sacar todas las emociones de su cuerpo y lanzarlas fuera. Eso es fundamental y además en estos tiempos creo que también deberíamos de volver a esos pequeños actos mágicos que nos salvan de vez en cuando. Yo me imagino que en esta época de confinamiento, muchas personas que estaban en casa han intentado como volver a esos pequeños actos que hacían de pequeños, collage, pintar o retocar las macetas. Ha habido algo de volver a lo manual y olvidarse de la tecnología, que está muy bien también pero creo que la creatividad nos salva siempre.

P: El elaborar todo vosotros, hace que hayáis querido contar con Javier Ruíz de Alegría os haya hecho una escenografía preciosa

Inma Cuevas: Jesús Sala y yo en Kendosan siempre nos intentamos rodear, cuando nos dejan y cuando podemos, de profesionales maravillosos y seres humanos extraordinarios. En este caso, Javier Ruíz de Alegría, siempre nos ha acompañado como creador en todas nuestras producciones. Él es actor, pintor, iluminador y escenógrafo. Yo digo que es nuestro hombre del Renacimiento, y tiene una sensibilidad muy especial. Afortunadamente, en esta primera dirección me ha escuchado muchísimo y ha estado conmigo al lado y hemos intentado crear un espacio, no minimalista porque no lo es, porque al final queríamos que fuera un espacio acogedor, pero tiene las cosas esenciales para que esta mujer pueda contar su historia. Yo quería prescindir de cualquier objeto en el escenario pero me di cuenta de que tenía que apoyar en ciertos lugares, y así con Javi hemos creado un espacio con armonía que, a pesar de que hablamos del otoño, lo que sentimos en la piel es como el calor del sol en primavera. Hay un lugar de pequeño caos, pero también un vacío muy grande que es el que siente esta madre. Y es un lugar de evocación. Es un espacio que sí que entendemos, que sí que lo reconocemos pero tiene pequeños detalles como si estuviéramos dentro de un sueño. Hay un momento que hay dos sillas que están instaladas en una playa, una pequeña playa. Son dos sillas de casa pero que, en realidad, esa madre suele sentarse en esa silla de casa como si estuviera realmente en la playa disfrutando con su hijo. Y luego él ha creado un conjunto lumínico que nos puede recordar, y me ha encantado porque es referencia de los espectadores, que de verdad hace que el hijo esté aquí. Hay un momento que se habla de las abejas y también está ahí ese conjunto de luces que emana la vida y la alegría de la casa. Es un espacio muy evocador. Javi ha intentado que sea lo justo y necesario, evocador para poder contar la historia de esta madre que, en realidad, también lo hicimos así porque la palabra era tan potente. La palabra de Alba pesa mucho, todo lo que habla, todo lo que dice y cómo lo dice, que yo no quería adornarla demasiado. Por eso también incluso en el movimiento escénico, tampoco quería nutrirlo de muchas acciones. Es una elección real de no mover mucho a esta mujer en el espacio, porque la palabra dice tanto que creo que el espectador tiene que escucharla bien. No tiene que estar muy barroca ni decorada, así también creo que el público lo agradece. Yo he intentado también que sea un espectáculo en el que el espectador se sienta libre de emocionarse o no. No he querido empujar ninguna emoción. Yo vivo a esta Inma con las emociones que ya tiene. Y he deseado y deseo que el público se emocione como lo necesita, y que se sienta inspirado o tocado en los momentos en que ellos decidan.

P: Y los beneficios de las entradas van para la Asociación Nupa, de la que Alba Santos es directora, y ayuda a niños con enfermedades raras que tienen que ver con problemas intestinales

Inma Cuevas: En cuanto Alba me mandó el texto nos enamoró. Y nosotros llevábamos ya un año colaborando con Nupa, y qué mejor manera de colaborar con lo que mejor sabemos hacer en estos momentos. Pensamos que es una oportunidad maravillosa para poder ayudar a Nupa, o que este mensaje le llegue a más gente y, efectivamente, los beneficios de las entradas de «Lo que tú nos dejas» irá directamente a ayudar a las familias y a los niños de Nupa, de dónde Alba es directora. Además a la salida del teatro, se puede adquirir el texto de la obra. Es una joyita. La encuadernación es muy especial, y es una joyita y creo que también a partir de la compra de este texto también se ayuda, con lo cual ofrecemos varias opciones para evadirse y para ayudarnos a ayudar. Para nosotros es fundamental.

P: Me hace mucha ilusión, con lo payasa que soy normalmente en mi vida real pero que admiro profundamente a los que se dedican y se han querido dedicar al mundo del clown, este proyecto que tienes que se llama «Ciclos».

Inma Cuevas: Yo cuando empecé a investigar acerca de lo que quería como creadora plasmar en el escenario, no tenía claro hacia dónde quería tirar. La vida mientras yo investigaba para lanzar un espectáculo, pues yo tenía ganas de hacer cosas que realmente nadie me pedía como actriz y necesitaba como expresarme de otra manera, y entonces dije, «pues me lanzo al aire, me pongo a investigar y a crear». Ha sido un proceso maravilloso de creación, y llegó un momento en el que coincidió en este proceso que me llamaron para ser maestra de ceremonias del circo Price, en un Festival que se llama Circo Iberoamericano, entonces por primera vez me pude plantar en una pista circular, en el circo Price, como maestra de ceremonia y con muchos clowns, lanzando un poco el clown que llevo dentro y entonces dije, «yo estoy aquí para esto». Deduje de todo este proceso de investigación y de estar de maestra de ceremonias, que yo tenía una responsabilidad como actriz y como clown en la vida, y que de verdad me tenía que hacer responsable de esa herramienta que se me había dado y que yo había desarrollado también. Yo vengo de familia de payasos, entonces hay algo de verdad de ser responsable. Luego también hay algo investigando que me di cuenta que es que mis primas actrices, muchas de ellas no han podido desarrollarse como clowns porque sí que las mujeres eran más contorsionistas o acróbatas, pero payasos no. Payasos eran los hombres. Entonces hay algo de pode reivindicar ese espacio, de poder llevarme conmigo a todas esas mujeres de mi familia, mis tías y primas, que no han podido hacerlo porque eran las que tenían que ocuparse de los hombres o de otras tareas artísticas con las que estaban felices, pero ellas realmente querían ser payasos y no podían por su condición de mujer. Y luego me he dado cuenta que nosotros venimos de una tradición familiar circense, teatral y musical, donde es verdad que las mujeres han sido las que han apoyado de verdad a esos hombres. Yo admiro mucho a las mujeres de mi familia, han sido siempre mujeres fuertes que como yo digo en el texto, «con sus brazos fuertes han arrastrado carromatos fuertes para hacer giras con sus brazos fuertes». Hablo de esa fortaleza que las ha llevado a dónde están, y que yo como mujer también ahora en este instante tengo esa responsabilidad de subirme de nuevo al escenario, y homenajear a esas mujeres, a mi familia y disfrutar, además, con mis primos que, en este caso, como son los primos músicos suben conmigo a escena y cantamos a la vida. Hacemos un recuerdo de las mujeres que parieron a toda esta generación de payasos.

CartelRecuerden que pueden aún disfrutar de «Lo que tú nos dejas» en el Teatro Galileo de Madrid hasta el 14 de Marzo. Pueden ayudar disfrutando de esta experiencia teatral a la asociación Nupa, que permite que se pueda investigar y que menores que sufren estas enfermedades raras intestinales puedan tener tratamientos que ayuden a mitigar ese dolor. Hay que tomarse la vida de verdad y sonreír, y estoy convencida que con la labor de Inma Cuevas y su equipo lo van a lograr con creces.

Si quieren comprar entradas para algunas de las funciones de «Lo que tú nos dejas» en el Teatro Galileo, lo podéis hacer pinchando AQUÍ

Y si queréis escuchar la entrevista con Inma Cuevas, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

https://www.ivoox.com/entrevista-inma-cuevas-lo-tu-nos-audios-mp3_rf_65991285_1.html

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