Entrevista Javier Arnal y Las Flores del Mal – Velvet Club Málaga
LA BANDA ELÉCTRICA DE «CANCIONES DEFECTUOSAS»
«El amor es un crimen que no puede realizarse sin cómplice», cita de Charles Baudelaire que bien podría servir al cantante y compositor, Javier Arnal, para retratar su proyecto «Las Flores del Mal». Los cómplices musicales, en este caso son Nacho Jaula, Pepo Galán y Marco Kowalski, con los que va a tocar sus canciones defectuosas, de las que nos habló hace un año en nuestra propia web, para celebrar el aniversario de la sala malagueña Velvet Club. Javier nos habla en esta entrevista de su ilusión por poder regresar aquí para interpretar sus temas con banda.
P: ¿Qué es este proyecto de «Las flores del mal»?
Javier Arnal: Intento que todo lo que hago a nivel musical tenga un sentido. Preguntármelo primero y, luego, si alguien me pregunta poder explicarlo, defenderlo y debatir lo que hago. Cuando hice la primera versión que me encargaron de 713avo amor, «Cielo bajo tierra», la canción de Carlos Desastre empezaba algo así como «cuando el cielo saca lágrimas de sus ojos», entonces la primera vez que la tocamos en directo, me acordé de Baudelaire y de esa frase porque Marco Kowalski y yo teníamos un proyecto de un cortometraje, en el que uno de los personajes lo único que hacía era recitar a Baudelaire. Empezábamos la canción con esa parte del poema de Baudelaire que es «Oh, estirpe de Caín, asciende al cielo y precipita a Dios sobre esta tierra». Me pareció una estrofa acorde con la letra de «Cielo bajo tierra» que es algo muy terrible. Y cuando nos propuso Manolo Luque hacer un eléctrico, pensé en Pepo Galán y Nacho Jaula y dije, ¿cómo vamos a llamar al grupo?. Por supuesto, «Las flores del mal» de Baudelaire.
P: Has salido muy contento del ensayo
Javier Arnal: «Canciones defectuosas» nunca se ha escuchado con banda eléctrica. Las presentaciones siempre ha sido en acústico. Cuando hemos llegado al local de ensayo, hemos empezado con «Long time ago» que empieza con guitarra y voz sola y, cuando de repente ha entrado la banda, se me han caído dos lagrimones. Es emocionante para una persona que ha creado algo, de repente oírlo. Siempre he confiado en Pepo Galán y en Nacho Jaula y de hecho, querían ensayar más y les he dicho que no. Ya tenían la esencia de las canciones y luego hay que interpretarlas, que para eso están los músicos.
P: ¿Cómo has movido «Canciones Defectuosas» en este año?
Javier Arnal: Pretendía presentarlas en directo y que las escuchasen. Ha pillado el verano de por medio y ha sido una época complicada pero me gustaría que tuviese un poco más de recorrido. Me gustaría hacer presentación oficial en Madrid o Barcelona y viendo como son esta banda, si les puedo engañar estaría bien. Es más sencillo mover a dos personas en un acústico que a una banda, tal y como están las cosas.
P: Es un buen proyecto de futuro
Javier Arnal: Yo les he prometido a los muchachos de «Las flores del mal» que les voy a llamar pero mi honestidad me impide que sea para cualquier cosa. Les llamo cuando haya festivales que puedan ganar 1.000 euros. Para ganar 50 euros, no les voy a llamar.
P: Sacar «Canciones Defectuosas» fue un sueño que se te hizo realidad, pero habrá más sueños
Javier Arnal: Habrá que hacer otro disco. Está en proyecto. Me están hinchando de pedirme colaboraciones, para hacer versiones de todos los tributos que hay y estoy agradecido, pero es que no tengo más tiempo. A ver si me puedo centrar en hacerlo.
P: Has podido incluir canciones en la última película de Imanol Uribe, «Lejos del mar»
Javier Arnal: Cuando se puso en contacto conmigo el maestro Uribe, no sabía como reaccionar. Quería un pasodoble para una escena y me preguntaron si sabía quién podía tenerlo. Y me acordé que yo tenía uno de un cortometraje que hicimos que se llamaba «Desierto, esparto y cine», que ganó el premio al mejor cortometraje en el 2011 del Almería en Corto. Vera Acacio, mi mujer, le puso la letra y se lo enseñamos a Uribe, le encantó y quería meter otra canción más que fuera más moderna en una boda de pueblo, así que compusimos un mambo «El mambo del mar». De ambos estoy orgullosísimo.
P: Esta noche va a ser especial celebrando el aniversario de la sala Velvet con «Trío Mudo»
Javier Arnal: Para mí es un lujazo. Ya compartí el festival «Electrocutados» con Antonio Acién que también estuvo allí tocando y cantando. Manolo Luque quiso hacer un Javier Arnal eléctrico y lo comparto con «Trío Mudo», lo cual me honra. Y más me honra cuando leí a Alberto de la sala Velvet que escribió, «que era un honor que viniera a tocar en nuestro aniversario, Antonio Acién, miembro fundador de 713avo amor y Javier Arnal, guitarrista de «Corcobado chatarra de sangre y cielo», grupos que crearon la base de la música independiente en España». Si él lo ve así, venir a tocar a Málaga es un honor.
El vaquero agarra su chaqueta formal con barba menos pronunciada y una actitud interpretativa más delirante. Una locura atractiva que te hace preguntarte cómo logra llegar con su voz desgarrada tan sugerente, hacia las cotas que Javier Arnal se quiera proponer. La sintonía es total entre todos los músicos que forman «Las flores del mal» desde el primer acorde. Lo que escuchamos en Velvet Club se convierte en una sucesión de acontecimientos de menos a más, que lo hace un concierto redondo donde no pudimos dejar de sorprendernos y cerciorarnos que lo que vislumbramos con «Canciones defectuosas» hace un año en Málaga, debía de convertirse indudablemente en banda.
Arnal comienza con «Long time ago» empezando a conocer el terreno y manejando sus recursos a medida de su propio interés y del deleite del público que allí se concentraba. Y cada vez, se va sintiendo más seguro en el escenario y su mayor capacidad es que todas esas sensaciones, las transmite al instante. Seguidamente «Summer wine» y después «I´ve lost my angel» donde su sonrisa picarona luce con más fuerza y permite crear ese ambiente idóneo de arena en el desierto y whisky en la barra de bar.
Otra de sus grandes capacidades que muestra en muchos momentos de su actuación es cómo llega con su voz, a pesar de estar alejado del micro. No es una técnica fácil de control pero pareciera como si Javier pudiera hacerla llegar y modular adecuadamente su volumen a lo que necesita. Desprende, además, con su cabeza hacia arriba cerrando los ojos, una sutilidad que complementa esa intención de saborear cada palabra con un tono directo y emotivo. Siempre provocando un sentimiento en quién le escuche. Nadie puede quedar inadvertido ante lo que presenta.
«El arcón de Natalia» tuvo la ocasión de escuchar la sintonía que preparó el propio Javier Arnal para el Almería Western Film Festival y no quiso desaprovechar la oportunidad para darla a conocer, con unos arreglos impresionantes que la engalanaron con una fuerza tremenda. Se retira la chaqueta y esa letra de beso que muestra su guitarra, se representa más cercana por una aproximación mucho mayor hacia el público. En solitario interpreta un tema de Micah P. Hinson, «Beneath the rose» y realiza junto a nosotros en el coro, un homenaje a Leonard Cohen con «Dance me to the end of love».
Y para rematar, dos platos fuertes con su tributo a Carlos Desastre, «Cielo bajo tierra» del que nos habló en la entrevista y que goza con el entusiasmo de la gente, para llegar a un momento álgido con una parte instrumental, en la que aprovechan todos para bajarse del escenario en una demostración de que han podido dar todo lo mejor que tenían. Un cúmulo de energía brutal en el que sabes que has estado en armonías e interpretaciones diferentes. Y que tienen una calidad incuestionable defectuosa de la que te haces completamente adicta. Y quieres, mucho más. Que venga mucho más de esas dunas desérticas, que queremos descubrirlo cuanto antes.
Si queréis escuchar la entrevista con Javier Arnal, sólo tenéis que pinchar en este enlace:
http://www.ivoox.com/entrevista-javier-arnal-las-flores-del-mal-audios-mp3_rf_13801475_1.html
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