VIVIR CON MIEDO COMO SOCIEDAD Y SERES HUMANOS PARA NO EXPERIMENTAR CAMBIOS Y QUEDARNOS CON LO QUE YA TENEMOS, TE LLEVA A TOMAR DECISIONES EQUIVOCADAS

Las expectativas para mí eran muy altas. Quizás es un fallo personal poner el listón tan alto cuando te ensusiasmas y le pones toda tu ilusión a los proyectos. Pero ciertamente pensaba que «El país del miedo» iba a ser una de mis favoritas del Festival. Meditándola, cómo sólo consigues hacer con las películas que te hacen reflexionar, si que puede tener el fallo de que el espectador no llegue a entender porqué un hombre adulto no es capaz de enfrentarse a una actitud irascible de una niña de 13 años. Y también hubiera sido interesante conocer más del pasado del protagonista, Carlos, para lograr ese acercamiento a sus miedos.

 

Cristina Plazas, Francisco Espada y José Luis García-Pérez
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Esta mañana iba muy nerviosa a los pases de prensa. Eran nervios motivados por dos causas. Mi fe ciega a que «El país del miedo» iba a gustarme desde el primer momento por los datos que ya tenía en mi mente y entrevistar posteriormente a alguien que te hace temblar con cada gesto y palabra que expresa como es el caso de José Luis García-Pérez.

Sentada en el patio de butacas del Teatro Cervantes, he observado cada detalle y cada escena intentando adentrarme en el problema que plantea. José Luis García-Pérez es un padre preocupado por los miedos que ve en su hijo al sentirse amenazado por una niña que va al mismo instituto. En el momento que forma parte de esa historia, sus miedos se hacen más grandes que los del pequeño y se enzarza en una encrucijada de la que se obsesiona, miente a su mujer y bloquea todo su ser de manera que se convierte en un ser irracional que no encuentra salida.

Pienso que parte del público va a prejuzgar que lo que tiene que hacer es darle su merecido a esa niña y así ya no hay problema y no se va a dar cuenta de ese texto subyacente de que no somos capaces de reconocer nuestros propios miedos, a la vez que prejuzgamos a la ligera los de los demás. Y no es fallo por parte de Jose Luís y un gran descubrimiento personal que es Cristina Plazas, sino por cómo ha mostrado esa situación y cómo a veces el montaje y escenas orquestadas, sobre todo con la niña, no ayudaba a que esa tensión fuera creíble y se mantuviera durante toda la historia.

 

Rueda de prensa "El país del tiempo"
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

En rueda de prensa nos confirman las afirmaciones que nos hizo el propio director, Francisco Espada, en nuestra entrevista del día anterior. Sí que nos enteramos que «El país del miedo» debía dirigirla él porque hubiera hecho la vida imposible a quién se decidiera a hacerla.

De la adaptación de la novela de Isaac Rosa que se publicó en el año 2008, habla el realizador que profundizó mucho más en el material de la novela. Incluye temas transversales, como los desahucios, la crisis o la educación pública. Y así lograba renovar el catálogo de miedos de la publicación inicial que se centraba más en el miedo terrorista por las circunstancias políticas internacionales que sucedían en esa época.

 

Cristina Plazas
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Cristina Plazas interviene para expresar la suerte inmensa que tuvieron de ensayar su personaje, la madre que es resolutiva con todos los problemas pero que, a veces, se precipita en su juicio. Ella cree entonces, ante el hecho grave que sucede con su hijo, que su marido va a ser capaz de solucionar el problema y le deja que lo solucione mientras le va preguntando cómo va la cosa y así aprovecha el personaje de José Luis para mentirle, afrontando precisamente ese miedo de la reacción de ella si conociera la verdad.

Francisco Espada incide que no pretendían que Carlos apareciera como un imbécil o un irresponsable y que, para ello, contaron con la ayuda del montador Jorge Berzosa que favoreció a que esas escenas le proporcionaran dinamismo e intensidad a la mentira. Y finaliza recalcando que la película aunque nació en Extremadura, cada vez es más andaluza y prueba de eso es que Canal Sur ha comprado los derechos para emitirla.

 

José Luis García- Pérez
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Y si esta jornada ha servido para algo especial y que ayuda a entender el personaje de Carlos es hablar con su propio intérprete, José Luis García Pérez:

P: Había gente en la sala que ante la película, reaccionaba cuestionando a tu personaje que no fuera más contundente con la niña que te amenaza

José Luis García-Pérez: Es muy fácil opinar cuando tú no vives esa situación. No sabríamos seguro cómo reaccionar si cualquier viviéramos esa situación. Dudo mucho que supiésemos defendernos de ninguna manera. En el caso de Carlos, evidentemente, está paralizado por sus propios miedos pero también estoy seguro que son parte de los miedos de todos los demás.

P: Igual hubiera sido interesante conocer más del pasado de Carlos para que el público no le pida constantemente que reaccione

José Luis García-Pérez: Termina reaccionando como reacciona. El miedo, en general, te lleva a tomar decisiones equivocadas. En este caso, muy equivocadas. Vivir con miedo como ser humano y como sociedad para no experimentar cambios y querer quedarnos con lo que ya conocemos, que creo que en el fondo es la metáfora de la película y de la novela, te lleva a tomar decisiones equivocadas que es el caso de la decisión que toma Carlos.

 

José Luis García-Pérez
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

P: A nosotros mismos nos cuesta decir nuestros propios miedos

José Luis García Pérez: Cuando empezamos a ensayar la película, empezamos a trabajar sobre qué miedos cotidianos tenemos de los que no somos conscientes. Por ejemplo, yo le tengo miedo a la electricidad, es verdad que en mi vida nunca he sido aficionado a cambiar bombillas pero cuando te pones a profundizar, te das cuenta que vives con miedo a la electricidad. Eso condiciona mi vida. Eso es una parte mínima pero miedos más profundos son los que, en el fondo, mueven a la sociedad.

P: La otra reflexión que me llevo de la película es que sabemos juzgar muy bien los miedos de los demás

José Luis García-Pérez: Por supuesto. Todos sabemos qué hacer en la situación que vive el otro. Desde una ruptura de pareja, cuando te dicen «cuando una ventana se cierra, otra se abre», yo pienso «¿tú que sabes, qué va a pasar?». Nos es muy fácil empatizar con las situaciones dramáticas del otro. Cuando lo que está viviendo el otro es positivo, nos cuesta más poder empatizar con ellas.

P: Nos dijo Francisco Espada que cuando leyó la novela, sabía que quería adaptarla y que tú al leerla le dijiste que la hiciera el director que la hiciera, querías hacer el casting. ¿Por qué?

José Luis García-Pérez: Durante el proceso de «Un novio para Yasmina», me envió el guión dando por hecho que a mi me gustaría hacer de Fabián (el policía que interpreta Eduardo Velasco) por mi mismo y por mi aspecto. Y le dije que yo no quería hacer de Fabián, yo quiero hacer de Carlos por mis razones, evidentemente, pero sobre todo por profundizar en un personaje con el que, en principio, yo no empatizo. Lo mismo que todos.

 

José Luis García Pérez
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Profundizar en las ideas con José Luis García-Pérez ayuda a entender a su personaje tan complicado que como decía el director, Francisco Espada, es un reto valiente que ha logrado superar como tantos otros que se ha propuesto y los que aún me quedan por disfrutar. Ojalá hubiéramos tenido tiempo para más. En una próxima ocasión, espero que sea así. Me quedo con que el objetivo del equipo que se está consiguiendo con esa distribución que espero que logren en breve y que estar programados en esta sección oficial es la merecida recompensa por el esfuerzo realizado.

Si queréis escuchar y debéis la voz de José Luis García-Pérez, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-jose-luis-garcia-perez-el-pais-del-audios-mp3_rf_4387542_1.html

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