ES IMPORTANTE COMUNICARNOS PARA ENCONTRAR RECETAS ANTE UN SISTEMA QUE TIENE MUCHAS GRIETAS

Las sorpresas gratas de la jornada nos las estamos llevando a las nueve de la mañana. En esta tercera jornada de Festival se presentaba «El rey tuerto», adaptación teatral realizada por el mismo director, Marc Crehuet, con el que pudimos compartir cómo se gestó la película al igual que con dos de sus actores protagonistas, Miki Esparbé y Alain Hernández. En la historia, podemos contemplar como una cena se convierte en una ocasión para revelar que David fue el antidisturbio que provocó que Ignacio perdiera el ojo por un impacto de su arma. A raíz de ese argumento, conocemos la psicología de cuatro personajes que muestran puntos de vista muy diferentes ante problemáticas sociales.

Marc Crehuet. Fotografía de Daniel Fernández Sosa
Marc Crehuet. Fotografía de Daniel Fernández Sosa

P: ¿Cómo fue esa adaptación del teatro al cine?

Marc Crehuet: La primera versión que escribí para la obra de teatro era más panfletaria, más escrita desde la indignación porque me llegó el caso de un chico italiano que le ocurrió lo mismo que a mi protagonista en Barcelona perdiendo un ojo en una manifestación. Luego trabajé a través del humor para distanciarme de los discursos, el humor te ayuda a poner en duda lo que tu crees que son verdades en algún momento. Tener personajes tan opuestos te da humor y te pone en duda estos discursos.

P: ¿Cómo trabajas esos personajes?

Marc Crehuet: Es un proceso muy divertido cuando lo escribes porque tú lo que haces es hablar contigo mismo y con las voces de tu cabeza en tu esquizofrenia de escribir. Todos tenemos un poco de todo, yo creo, aunque pesan más unas que otras. Me he dado cuenta que «El rey tuerto» habla de nuestra dificultad de comunicarnos, precisamente por estos roles de identidad que tenemos asumidos y que, a veces, son una especie de jaula que nos dificultan la comunicación con el otro y pienso que, un poco, sin darme cuenta de una manera inconsciente, la intención era esa. Creo que estamos en un momento que es importante comunicarnos para encontrar recetas a cuando estamos en un sistema que es evidente que tiene muchas grietas. Pero no hay alternativas claras. Lo que propongo es intentar salir de nuestros propios roles, cosa que es muy difícil y se expresa en la película y por ello crea tristeza porque es muy difícil salir de uno mismo y comunicarse. El personaje del antidisturbio es alguien que ve, de repente, su mundo venirse abajo. Era otra motivación más narrativa. Alguien que pierde su seguridad y ve como su mundo se viene abajo y qué pasa a partír de ahí, cómo construyes de nuevo tu identidad.

Marc Crehuet. Fotografía de Daniel Fernández Sosa
Marc Crehuet. Fotografía de Daniel Fernández Sosa

P: Comentabas que el humor era importante para esta historia pero, a partir, de la revelación en la cena a mi me ha costado reírme

Marc Crehuet: Esto depende mucho de la visión de cada uno. En la obra de teatro, había pases que se reían mucho los espectadores y otras en las que no se reía nadie pero que salían muy tocados. Hay gente que no puede porque empatiza y tiene una sensibilidad que no le permite reírse y está bien. Cualquier emoción, sea risa o sea preocupación, es bueno porque se logran transmitir esas emociones.

P: Háblame de esos guiños como el de la película «Una pareja de tres» que menciona uno de los personajes de la película

Marc Crehuet: Tienen que ver con el propio actor, Alain Hernández. Llevamos diez años trabajando juntos y los conozco muy bien. Hay mucha complicidad y estas cosas me gusta ponerlas. Me hacía gracia porque, de repente, esta ternura infantil en un personaje que ejerce en su trabajo una violencia tan brutal, caracterizaba también a este personaje.

P: ¿Cuando decidísteis que la obra de teatro tenía que ser película?

Marc Crehuet: Ha sido una aventura conjunta que ha sido un parto colectivo para todos. Llevábamos tres años con todo esto y vino a verla Joaquin Oristrell que me quiso conocer y me dijo que veía una película muy clara. Eso me dio seguridad. Después, las ganas que teníamos de que eso quedara registrado. La primera idea era hacer una película muy pequeñita y casi grabar la obra, luego fue creciendo y se ha convertido en lo que es.

Rueda de prensa de "El rey tuerto". Fotografía de Ana Sonia Macías Martín
Rueda de prensa de «El rey tuerto». Fotografía de Ana Sonia Macías Martín

De las cosas que más le sorprendieron al director al traspasarla a cine, fue esa dedicación que tuve que hacer con la puesta en escena y esas miradas y primeros planos que tuvo que trabajar y lograban sacar sus actores. En la rueda de prensa pudimos vivir un momento muy emotivo que refleja esa gran unión que han formado todo el equipo, en el turno de palabra de Alain Hernández, destaca a Betsy Turnez, su compañera de reparto, como la mejor actriz que ha pasado por el Festival de Málaga. Las emociones las tenían tan a flor de piel que han roto a llorar fundiéndose en un abrazo más que especial. Y es que para muchos soñadores que durante tanto tiempo han empleado mucha ilusión, es un gran premio el poder presentar su proyecto en un festival de cine como el de Málaga.

Alain Hernández. Fotografía de Daniel Fernández Sosa
Alain Hernández. Fotografía de Daniel Fernández Sosa

P: Háblame de cómo preparaste la evolución de tu personaje, de David.

Alain Hernández: Es un niño pequeño metido en el cuerpo de una bestia que le han enseñado a hacer eso. No deja de ser un pobrecillo que está a merced de todo lo que le dicen y no tiene un criterio y no sabe qué hacer de por sí. Él quiere recibir órdenes. Da mucha lástima. Me enternece un montón el personaje. Él todo lo quiere rápido y simple. Es un tío de acción y no piensa, él hace. Pero eso existe.

P: ¿Cómo fue rodar todo el rato con el ojo tapado?

Miki Esparbé: En la obra empezamos en una sala muy pequeña de 40 butacas y era habitual salir con el ojo tapado y comerte alguna pierna. Al principio, pierdes un poco la profundidad y la noción de donde están tus compañeros. Yo que soy medio hipocondríaco, también tenía miedo a ver si me quedaba ciego de un ojo. Los ensayos eran muy largos de seis u ocho horas al día y fue duro pero, al final, eso ayuda muchísimo a armar al personaje. Es fácil conectar con la desgracia de este chaval solo apoyándote en lo que tienes encima.

«El rey tuerto» consigue una buena combinación de comedia negra en la que hasta el papel pintado es una referencia a «Barton Fink», una de las películas favoritas de Marc Crehuet. Se estrenará el 20 de mayo en las carteleras españolas. ¿Y en el Festival de Cine? Pues marcamos otra apuesta, biznaga a mejor actor para Alain Hernández. La evolución de ese personaje tan complejo, lo merece.

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