Entrevista Mateo Gil – Las leyes de la termodinámica
HABÍA QUE APROVECHAR EL MOMENTO, HACERLO LO MEJOR POSIBLE Y QUE QUEDARA BIEN
Después del estreno de ayer, las propias leyes de la termodinámica propiciaron que hayamos sido la última entrevista de la jornada de Mateo Gil. Un instante en el que hemos podido conversar sobre el proceso de creación de esta historia científica que habla sobre nuestra propia realidad, y muchas otras curiosidades de la película de inauguración de esta edición 21 del Festival de Cine en Español de Málaga
P: Sabes que el público va a salir de tu película pensando en propios esquemas gráficos y mapas sobre las diferentes conductas de su vida
Mateo Gil: Yo noto que a la gente le impone un poco de respeto o le da un poco de miedo que sea una película de científicos. La gente se asusta porque les vayan a hablar de ciencia y porque tienen miedo a no entender, pero lo cierto es que nos podemos enganchar a documentales en televisión de los que no entendemos ni papa y son apasionantes. Realmente aunque un científico te diga que el espacio y el tiempo son relativos y no lo entiendes, da igual, lo importante es que le pilles el chiste cuando estamos haciendo una comedia romántica sin más, para pasar el rato.
P: Tu propia ley de la termodinámica ha sido ser versátil en cuanto a géneros cinematográficos
Mateo Gil: No es una decisión tomada, ni mucho menos. Ni es un propósito que yo tengo el pasar por todos los géneros. Se han ido dando así las circunstancias. Las historias que me han interesado, de pronto tenían mejor expresión en un género que en otro, y se ha ido dando. Tampoco es que lo piense mucho. Es verdad que la comedia como género es muy amplio y abarca muchas cosas, otros subgéneros digamos, el hecho de hacer reír al público era un gusanito que yo creo que lo tenemos todos. Muchos directores de cine me han dicho que he podido hacer un western y todos lo quieren hacer alguna vez, teníamos ese gusanillo de intentar hacer reír a la gente pero impone mucho el querer hacer reír a la gente. Y no es fácil tener el don. Tenía ese gusanillo pero no era algo que fuera imprescindible pero se dieron las circunstancias, tenía esta idea que me gustaba mucho y salió. Es una comedia que tiene su nivel de riesgo porque a la gente le puede asustar que haya científicos, y sin embargo apostaron todos ciegamente. No hizo falta que hubiera actores conocidos, nos lanzamos y había que aprovechar el momento. Hacerlo lo mejor posible y que quede bien.
P: ¿Cómo fue la creación de ese guión desestructurado para la película?
Mateo Gil: Si te soy sincero, lo escribí del tirón. No reescribí prácticamente nada. Lo que hice fue añadir en una segunda versión algunos pequeños detalles que me había dejado y eran importantes para que los personajes cobraran más cuerpo. Pero no cambié la estructura. La estructura es la del borrador 1. No sé porqué, salió como muy fluido y encontró su estructura muy naturalmente. Es una estructura muy loca, pero muy férrea en realidad. Cuando estoy escribiendo y veo que están encajando las piezas sin tener que darle demasiadas vueltas, ya pienso que está bien. Si encajan de manera natural y no chirrían, está bien y me fío de eso.
P: Todos los personajes de la historia tienen algo identificable con todos los seres humanos.
Mateo Gil: El hecho de que seas tan cuadrado y lo quieras tener todo tan controlado no va a evitar el desastre. Te lo vayas a dar o no, intenta disfrutarlo al menos. Todos nos podemos reconocer en la parte insegura que es Vito y en la parte segura y libre que es ella. Depende del momento vital en el que nos encontremos. Si no pudiéramos vivir todo, no maduraríamos bien, hay que pasarlo bien y hay que tragar un poco de barro para hacerse como personas.
P: Pero en la película no das pie al libre albedrío
Mateo Gil: El libre albedrío es el corazón del concepto, no se menciona todo el rato pero la tensión en la película entre hasta qué punto está todo realmente predeterminado y no tenemos nada que hacer y hasta qué punto debemos seguir peleando, luchando y aplicando la voluntad. Esa es la tensión que recorre toda la película. Es el tema de fondo. Él está convencido, hasta un punto, de que hay mucho predeterminado y se escuda en eso, un poco para quitarse la responsabilidad de sus propios errores, pero luego la vida te pone a prueba.
P: ¿Cómo conseguiste a esos científicos reales que hablan en forma de documental sobre las diferentes teorías?
Mateo Gil: Eso fue otro rodaje. Si te fijas bien, la película es totalmente clásica de ficción pero, de vez en cuando, se ve un científico que comenta lo que está pasando. No son tantas veces las que los científicos aparecen pero tener ese audio por encima de la imagen y poder llegar a tener esas imágenes, requería rodar mucho. Hicimos entrevistas a 11 científicos y preguntamos mucho para tener sobre todo lo que necesitábamos para explicar la historia. Muy sencillo y corto para no abusar. Quería que fueran sintéticos y claros. Tuvimos que rodar horas así que le echaron mucha paciencia y lo hicieron desinteresadamente, son muy buenas personas y yo me lo pasé muy bien. A veces, incluso, nos poníamos a hablar de otras cosas en medio de la entrevista, así también conseguimos que ellos estuvieran más cómodos y se implicaran. Y fue otro rodaje, nosotros terminamos el rodaje de ficción y durante varios meses estuvimos organizando el rodaje del documental, rodamos en Tenerife muchas entrevistas porque muchos de los científicos están en el Observatorio de las Islas Canarias, pero también hicimos entrevistas en París y en Londres. Son científicos con cierto caché pero tienen más sentido del humor del que parece, y sobretodo ellos son muy generosos siempre que se trata de divulgación. Cuando se trata de divulgación científica, en general, son muy generosos. Les encanta ayudar en lo que sirva para que la gente se acerque a la ciencia.
P: ¿Es decir que consideras que «Las leyes de la termodinámica» es una película de divulgación científica?
Mateo Gil: Sí, porque algún punto se te va a quedar. Por ejemplo, te va a sonar la entropía, la tendencia al caos. Y es verdad que lo hacemos a nivel muy elemental porque no se trata de eso en la película.
P: Háblanos de algún cameo importante como el del director, Daniel Sánchez Arévalo
Mateo Gil: Necesitaba un director de cine español con cierto nombre y él es amigo mío, y me parecía que además daba el tono. Sabía que no la iba a dar miedo estar delante de la cámara, porque si coges a un director por muy amigo que sea o por mucho nombre que tenga, si es un palo delante de cámara te estropea la escena. Pero Dani sabía que iba a estar tranquilo y suelto.
La película se estrena este próximo 20 de Abril y tiene cabida para los más ávidos en ciencias, e incluso los apasionados letrosos como una servidora. Al final como nos ha expresado Mateo Gil en nuestra entrevista, todo se somete a la voluntad del libre albedrío y aprovechar el momento. Una lección vital que científicamente y curiosamente está creada en «Las leyes de la termodinámica». Descúbranla.
Si queréis escuchar la entrevista con Mateo Gil, sólo tenéis que pinchar en este enlace:
http://www.ivoox.com/entrevista-mateo-gil-las-leyes-la-audios-mp3_rf_25358912_1.html
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