IGUAL QUE ENTRENAS PARA LLEGAR AL FINAL DE UNA CARRERA, LOS PSICÓLOGOS ENTRENAMOS COSAS RELACIONADAS CON LAS EMOCIONES, LA CONDUCTA Y NUESTRA FORMA DE PENSAR

Sala de formación de "Psicología Málaga Centro"
Sala de formación de «Psicología Málaga Centro»

La psicología siempre ha sido un terreno resbaladizo, donde diferentes corrientes y excesiva información no contrastada permite que se haya convertido en una especialidad que verdaderamente no se conoce su valor. Conocí de casualidad el trabajo de Mónica Valverde y Manuel Peña en Psicología Málaga Centro, y encontré que serían el ejemplo más idóneo para explicar con autoridad y acierto en qué consiste su trabajo, y porque es de vital importancia para muchas personas. Nos invitaron a su acogedor y divertido despacho y pudimos entrevistarles sobre su vocación.

P: ¿Cómo empezasteis esta aventura?

Mónica Valverde: Yo creo que empezó como empiezan muchos proyectos, poco a poco. Realmente yo empecé con otra compañera que hoy ya no está ejerciendo, y en el grupo que tengo de conocidos con Manu y otra compañera más que se llama María, decidimos continuar haciendo lo que nos gusta que es atender a los pacientes de psicología clínica. Cambiamos el local, antes estábamos en la Alameda de Colón y encontramos este sitio que, nada más entrar cuando vinimos a verlo, vimos la luz y dijimos que aquí nos teníamos que quedar. Primero me incorporé yo, luego se incorporaron Manuel y María, y desde entonces ya llevamos aquí casi tres años.

P: Poco a poco habéis ido diseñando también los servicios que ofrecéis. Y las instalaciones están muy personalizadas en la decoración

Manuel Peña: Al principio no hacíamos tantos talleres porque han venido un poco después con la cantidad de niños y las necesidades que veíamos en ellos. Se han ido formando esas ideas.

Mónica Valverde: A los adultos les encanta nuestro despacho y los peques con la sala de formación se vuelven locos. Para ellos es un choque porque yo creo que muchas veces piensan que van al médico o algo así, y cuando entran y ven un montón de juguetes que además todo aquí es muy desenfadado, pues se creen que es como su casa.

P: ¿Tenéis que lidiar muchas veces con prejuicios sobre vuestra profesión?

Mónica Valverde: Nosotros explicamos que los psicólogos somos entrenadores para que ellos lo vean de una manera más clara. Igual que vas al médico si te sientes mal o entrenas para llegar hasta el final en una carrera, nosotros entrenamos cosas relacionadas con las emociones, la conducta y nuestra forma de pensar para que ellos lo entiendan. Si te cuesta trabajo estudiar, te entrenamos para que estudies mejor o si tienes algún miedo, por ejemplo a la oscuridad, vamos a empezar a hacer ahora talleres con los peques. En España se están haciendo ya inicios en atención temprana en muchas ciudades, aquí en Málaga todavía no, pero en muchas comunidades autónomas ya se están incorporando los psicólogos en atención temprana. Están habiendo pequeños avances pero todavía hay ideas muy equivocadas de lo que es venir al psicólogo. Y siendo críticos con nuestra propia profesión, los psicólogos no hacemos una labor de enseñar, de promover y que se entienda lo que hacemos. Hay mucha confusión y corrientes, entonces los pacientes vienen con el miedo de desconocer con lo que se van a encontrar.

P: Ofrecéis servicios a niños y a adultos

Mónica Valverde: Ahora mismo con los adultos tratamos muchos temas de ansiedad, estrés y comunicación y con los niños el tema de relacionarse con otros niños, y también de emociones.

Manuel Peña: Mucho estrés laboral y la comunicación que también forma parte de este problema. Cómo me comunico con mis compañeros, con mi jefe o con mi propia pareja. La comunicación de pareja es un déficit que mucha gente tiene. Y muy severo.

Mónica Valverde: Ahora mismo estamos preparando los talleres de inteligencia emocional y uno de ellos es el miedo a la oscuridad con los peques. Es un miedo evolutivo muy típico en niños pero como las actividades son tan divertidas y a los padres les gusta saber esas técnicas, lo haremos para ellos para que la oscuridad no sea una problema. Y tenemos en proyecto cosas que nos han pedido los padres para trabajar con adolescentes.

Manuel Peña: Este taller va dirigido a muchas áreas, no sólo a comportamiento en sí. Nuevas tecnologías que ahora hay cierta problemática con ello o la sexualidad que hay que hablar muchas veces sobre ese tema. Ese taller va a ser mucho más integrador porque van a ser muchas áreas, pero será dirigido a los padres.

Mónica Valverde: Es un poco transversal todo esto. Igual que la comunicación en sexualidad, hay mucha información pero tener información no es estar educado. Da como una falsa sensación de que parece que se sabe de cosas, pero en el fondo cuando empiezas a preguntar no hay un conocimiento profundo. Eso engaña a los padres, y a ellos mismos como pareja adulta, y es un tema en el que no hemos avanzado mucho.

Manuel Peña: Y no es sólo sexualidad, es también afectivo-sexual. Hay un déficit grande de temas afectivos.

P: A pesar de que hay más tecnología para comunicarnos, cada vez lo hacemos menos

Mónica Valverde: Hemos ampliado las vías para comunicarnos pero no la habilidad de comunicarnos. Eso no se enseña en el colegio ni se trabaja, por ejemplo, el cómo hacerle una petición a otra persona sin que le siente mal, qué hago cuando quiero rechazar lo que la otra persona me está ofreciendo o si tengo un jefe que es exigente y con una comunicación agresiva, cómo hago yo para ponerme en mi sitio sin tener un conflicto monumental. Todo eso es algo que entrenamos mucho con adultos.

Manuel Peña y Mónica Valverde de "Psicología Málaga Centro"
Manuel Peña y Mónica Valverde de «Psicología Málaga Centro»

P: Nos superan nuestros miedos

Mónica Valverde: Ahora mismo es un tema de rendir, no voy a ponerme en mi sitio, voy a coger todo el trabajo y voy a rendir a costa de mi propio bienestar psicológico. Entonces encontrar el equilibrio de poder rendir en tu trabajo porque necesitas tenerlo frente a tu bienestar personal es difícil. Igual que mantener tu ocio y tus relaciones sociales, que ahora mismo está todo centrado en este tema tan competitivo de tener varios trabajos o tener un perfil de persona emprendedora con pequeños negocios, donde su vida personal queda en un segundo plano.

Manuel Peña: También se ve mucho en los niños. El tema del rendimiento y la obsesión de la perfección. Ser capaces de abarcar todo y de hacer todo, hay muchos niños con perfiles perfeccionistas e hiperansiosos, y problemas médicos incluso. Quizá es lo que ven de sus padres en el día a día, la forma que tienen de vivir y lo plasman negativamente en sus hijos sin querer.

P: El sistema educativo no ayuda a enseñar estos valores

Manuel Peña: Hay que entender el comportamiento humano. Nosotros somos una sociedad y vivimos entre humanos, por lo tanto tengo que entender porqué una persona hace algo o deja de hacerlo. Muchas veces pasa desapercibido las razones de porqué una persona hace cierta conducta. Eso es muy difícil sino te lo enseñan desde edades tempranas. Hay que ser detectives y analizar a la otra persona, ya sea por la comunicación o por un comportamiento extraño que pueda realizar.

Mónica Valverde: Yo creo que va de la mano con el tema de ser críticos y reflexionar. Ahora estamos en la época de la inmediatez. Sino comprendo a alguien, se acabó y a otra cosa, no intento interaccionar. Deberíamos intentar reflexionar sobre lo que está fallando en la relación y cómo lo podemos mejorar. Pero al final pasamos a otra cosa inmediatamente. Igual pasa en las parejas. No estamos acostumbrados a reflexionar un poco y ser críticos sin llegar al perfeccionismo. Pero sí ver cómo actúo yo y cómo actúan los otros.

P: ¿Qué pensáis de la existencia de otras corrientes que no sea la psicología?

Mónica Valverde: Con respeto a todos los profesionales, los psicólogos trabajamos en una línea que es la terapia cognitivo-conductual porque a nivel de estudios científicos es la que ha demostrado una mayor eficacia. Se siguen investigando tratamientos y a lo mejor en el futuro hay otras líneas que también puedan tener un buen efecto, pero a día de hoy en la mayoría de los trastornos son las técnicas psicológicas las que funcionan. Nosotros consideramos que para dar un buen servicio tenemos que trabajar en esa línea. Nosotros somos muy flexibles con los horarios y los ejercicios, y por eso nuestros pacientes se sorprenden. Adaptamos todo y cambiamos lo que haya que cambiar, sin ningún tipo de problema. El objetivo es aplicar la técnica que nosotros sabemos que es eficaz, pero ajustarla a la persona que tenemos delante.

Manuel Peña: A veces los pacientes vienen pensando que no tienen que hacer nada. Nosotros lo primero que decimos es que aquí se trabaja y se trabaja mucho. Se mandan muchos deberes para casa. Hay que hacer las cosas en casa para traerlas a la siguiente sesión, para ver qué ha ocurrido y si ha habido algún problema. Esto no es como hace tantos años que la gente se sentaba y hablaba.

P: Aunque hay también mucho rechazo a las emociones negativas

Mónica Valverde: No pasa nada porque te vayas de la sesión con una emoción más negativa. Forman parte también de las cosas que tienes que aprender a experimentar y a gestionar. Hay como la preocupación de que si voy a un psicólogo, ya salgo todos los días feliz. Habrá días que sí y habrá días que tendrás que reflexionar sobre cosas que no te gustan. Lo importante y el objetivo final es que tú digas que te encuentras mejor y que te sientes capaz de enfrentarte a tu día a día de una manera más segura.

Manuel Peña: Hay un déficit en la tolerancia a las emociones negativas. Ya no sólo en adultos. No quieren que sientan las cosas negativas. Es un problema de la sociedad, estamos obligados a ser positivos y a ser alegres. Vendemos felicidad y vidas idílicas que no son.

Mónica Valverde: Es como el consumo que hay a nivel general en la vida cotidiana que se lleva a las emociones. Hay que consumir y mostrar felicidad. Sí, la felicidad es una emoción pero trasladado a los niños imagínate. Tienes que sentirte bien y estar feliz con todo lo que haces, pues no.

Manuel Peña: «Yo no quiero que mi hijo sufra». Esa frase es del 80% de los padres. ¿Y cómo haces eso? ¿Lo metes en una burbuja y que no viva?. El sufrimiento forma parte de la vida.

P: ¿Cuando puede determinar una persona que necesita un psicólogo?

Manuel Peña: Eso es difícil. Cada persona tiene su tempo. Y luego son las personas que dicen «tendría que haber venido antes».

Mónica Valverde: Tenemos que tener en cuenta lo siguiente. Si yo soy consciente de un problema o de una dificultad aunque sea pequeña, pero ya me está incomodando vale más la pena ir a una sesión o dos a esperar a que el problema se cronifique, y se puede solucionar pero el trabajo es mayor. Es como algo tipo preventivo, deberíamos llegar a ese enfoque.

P: Vuestro trabajo me parece de lo más generoso, en el sentido de que es duro escuchar experiencias no tan agradables y esteis ahí para ayudar

Mónica Valverde: Somos profesionales y evidentemente no tenemos una fuerte vinculación con los pacientes, pero hay personas con las que hemos trabajado mucho tiempo y seguimos haciéndoles un seguimiento, más allá del mes o los tres meses, para comprobar que están bien y si tienen alguna dificultad y que nos lo comenten. Es que ya se ha establecido una relación tanto de sentirse seguro como de consultar pequeñas dudas que, con el paso del tiempo pues ya no son sesiones pero sí vienen porque les gusta desahogarse de pequeños problemas que no le quieren contar a la pareja o al jefe.

Manuel Peña: Un sitio donde eres libre. Falta un poquito de libertad hoy en día en la sociedad y aquí es como una isla de libertad donde se puede decir lo que quiera, sin preocuparse de que nadie les juzgue. Es un gran papel del psicólogo. El psicólogo no juzga. Hay gente que tiene miedo por eso y nosotros nunca juzgamos. Y si lo hacen, cambia de psicólogo.

P: ¿Qué diferencias habéis encontrado con lo que estudiasteis en vuestra profesión a poder tratar ya a vuestros pacientes?

Mónica Valverde: Siempre me ha llamado la atención cuando empecé es que yo tenía unos conocimientos teóricos o prácticos no aplicados a la clínica real, y me encontré con que había un montón de cosas que estaban como distanciadas de la persona que se sentaba delante. Yo perdía mucho tiempo en ajustar lo que tenía de conocimiento teórico a la realidad. Y luego también veo que hay mucho aprendizaje que hacemos del paciente, todas las personas tienen sus propias estrategias y hay cosas que un paciente te cuenta que le funciona a otro de una manera distinta. Nosotros también siempre estamos enriqueciéndonos de ese conocimiento de los demás. Luego hay personas que son muy intuitivas a nivel de psicología, le explicas una cosa y lo coge al vuelo en un par de sesiones. Esa persona luego cambia y te dice «es que me has ayudado mucho», y yo les digo que se han ayudado ellos mismos porque tienen una buena habilidad y la han aplicado.

Manuel Peña: Somos muy reforzadores de eso. Yo siempre le digo al paciente, «el que lo ha conseguido eres tú» porque eres tú el que has trabajado y el que te has propuesto que lo vas a conseguir. Salir de una depresión, controlar su ansiedad o lo que sea. Te dan las gracias y yo les digo que les he enseñado las técnicas, pero el que has trabajado eres tú.

Mónica Valverde: Casi tenemos que dar las gracias porque tengan la mente abierta, que eso no es fácil para trabajar con las personas.

Manuel Peña: Si tú no vas al psicólogo a trabajar, no vas a mejorar.

P: ¿Estáis felices con lo que habéis conseguido?

Mónica Valverde: En alguna ocasión nos hemos planteado presentarnos a la oposición de psicología para el ámbito público y lo abandoné hace mucho tiempo porque me gusta esto. Me encanta estar aquí y ojalá pueda trabajar siempre de esto.

Manuel Peña: Nosotros nos lo pasamos muy bien, dentro de lo que es un trabajo y a veces es difícil explicar lo que sientes cuando una persona se sienta delante tuyo y se abre contándote su vida literalmente. Es muy bonito y divertido cuando tienes relación con esa persona o conoces gente dispar. Aprendemos de cada uno de ellos y es un tópico pero es que es verdad.

Despacho de "Psicología Málaga Centro"
Despacho de «Psicología Málaga Centro»

Edgar Allan Poe decía que no sabía si la locura es lo más sublime o no de la inteligencia, y lo cierto es que saber que podemos mejorar nuestras propias conductas y tener un mejor estilo de vida con una tranquilidad emocional gracias a la profesionalidad de psicólogos como Mónica Valverde y Manuel Peña, consigue que esta labor que, en esta ocasión, es más divulgativa merezca la pena. Huyan de los miedos irracionales y atrévanse a pedir esta ayuda si la precisa. Ya saben de qué manera podrán hacerlo, y sólo es cuestión de querer cambiar sus vidas. 

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