EN ESTA SOCIEDAD EN LA QUE VIVIMOS, A VECES, LO TENEMOS TODO PARA SER FELICES Y NOS EMPEÑAMOS EN MANTENERNOS EN LA INFELICIDAD

Paloma Sánchez Garnica no escribe para un público concreto. Escribe hacia las sensaciones reales que experimentamos en nuestra vida cotidiana, las contextualiza, documentándose como nadie, y llega a un nivel de profundización de los personajes que te hace llegar a pensar si no ha sido psicóloga de todos ellos. Ahora le toca el turno a Carlota y una galería de personajes que nos descubren lo importante que es vivir nuestro presente asumiendo nuestro pasado. En diferentes perpectivas, como nos caracterizamos todos los seres humanos que no hemos tomado las mismas decisiones ni llevados los mismos caminos. Así nos habla la propia autora de este último libro, «Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido» que ha llegado a una segunda edición y que ha obtenido el premio Lara de novela de este año.

descargaP: El título del libro es una cita de Carlos Augusto Salaverry. ¿Surgió el libro a raíz de esto?

Paloma Sánchez Garnica:  No. Había terminado de escribir y tenía otro posible título pero éste es un verso que al leerlo dentro del poema «Acuérdate de mí» de Carlos Augusto Salaverry, poeta peruano del s.XIX, que además es un hijo natural ilegítimo. Igual me pasó con «Las tres heridas», porque el verso para mí es la perfección del lenguaje porque en una sola frase consigue comprimir toda la historia que yo necesito escribir en 500 páginas. Cuando leí este verso, «mi recuerdo es más fuerte que tu olvido», ahí está la esencia de toda la historia y como ya estaba terminada, pues fue el título perfecto.

P: Hay una protagonista, Carlota, a la que le revelan un secreto de esos que no sabes si quieres conocerlo por solventar esa duda o prefieres seguir hacia adelante como si no hubiera pasado. Pero en esta novela, yo encuentro que no está solo ella sino un abanico de personajes con mucha presencia y que muestran las diferentes realidades que existen en distintas relaciones humanas

Paloma Sánchez Garnica: Hay relaciones familiares tóxicas. Hay madres sobreprotectoras que protegen tanto a los hijos que estropean su personalidad. Hay una frase en la historia y es lo que siento porque yo también soy madre, «el hecho de ser madre, de la maternidad en sí misma, no te hace mejor persona». Hay madres que tienen muy poca empatía con respecto de sus hijos, generalmente de sus hijas, y hay madres que sobreprotegen en sus hijos enturbiando su vida y estropeando el desarrollo de su personalidad. Sobre todo, en las relaciones de matrimonio entre la pareja o los padres, si no hay amor o pasión y existe la falta de empatía, el desprecio encubierto o una condescendencia ese será el caldo de cultivo en el que se crían los hijos y, al final, lo asumen y emulan esa forma de amor o ese concepto de amor distorsionado completamente de convivencia y lo llevan a sus propias vidas. En los personajes de mi historia nadie está con quién debería estar. Pierden el norte por la referencia que tienen de sus padres. En esta novela hay tres generaciones muy bien diferenciadas, están los mayores rozando el final de sus vidas, los de mi edad, cincuenta y tantos, que tenemos mucho pasado pero también muchísimo futuro y la gente joven que se empieza a dar cuenta de que tomar decisiones tiene consecuencias. Esas relaciones entre unos y otros determina la vida de la historia. Carlota lleva un lastre cuyo contenido no conoce pero porque se le niega hasta el final de la vida de su padre. Se le niega esa información y ese secreto de el porqué de su vida y de su existencia.

P: En anteriores libros como «La sonata del silencio» o «Las tres heridas» reflexionabas dentro de un contexto histórico, muy bien documentado, pero aquí en «Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido» veo unos pensamientos y conclusiones más profundos

Paloma Sánchez Garnica: Mis novelas no son históricas porque no hablo de ningún hecho histórico en si mismo ni me centro en ningún personaje histórico que haya tenido peso específico en la historia. En mis novelas intento siempre indagar sobre los conflictos humanos, morales y de sentimientos. Cómo los gestionamos, los asimilamos y los afrontamos en diferentes circunstancias, con diferentes leyes, costumbres o sociedades. Pero al final son los mismos. Lo que pasa que, en los años 40, las leyes y la sociedad eran distintas y esos conflictos, los mismos que tenemos ahora, los afrontábamos y los gestionábamos de diferentes maneras.  A la hora de afrontar esta historia, son temas que me tocan a mí directamente porque en las otras novelas era como asomarme a una ventana del pasado con la perspectiva del tiempo. Eso me da una sensación de perspectiva y de distancia y lo puedo hacer todo de una manera más cómoda. He conocido mi pasado y de donde vengo para comprender mejor lo que soy. En esta novela, se trata de lo que vivo yo ahora y los conflictos que están a mi alrededor y que he percibido. No es una novela autobiográfica, hay perfiles y cosas siempre mías pero sobre todo es lo que percibo a mi alrededor, lo que veo en la sociedad en la que vivo, los problemas que están ahora mismo acuciando a la gente más joven que yo, a la gente más mayor o a la gente de mi generación. Eso es lo que trato de indagar cuando me meto en esta historia y me pongo en manos de Carlota, Cayetano, Clemente, Manuela o Justina y de todos los personajes que me van enseñando cómo nos gestionamos los conflictos. Con las leyes que tenemos ahora, con las circunstancias que tenemos ahora y con las condiciones de ahora que lo tenemos todo para ser felices, a veces, nos empeñamos en mantenernos en la infelicidad.

P: Desgranando alguna de las ideas de la novela, me ha parecido brillante el capítulo que empieza hablando lo que debemos sentir en las fiestas navideñas

Paloma Sánchez Garnica: Es la sensación que tenemos cuando llegan estos días de navidad que parece que todo el mundo tiene que estar feliz, contento o en buena sintonía. Cuando en realidad, sigues con tus problemas. Y al día siguiente de Reyes, todo se para y se vuelve otra vez gris. La cuesta de enero, en todos los sentidos. Salimos de una fiesta perpetua desde mediados de diciembre a principios de enero y todo vuelve otra vez. Hay gente que lleva muy mal eso porque hay muchas ausencias, hay muchas faltas y sensaciones muy controvertidas y encontradas. La navidad para mí es un ejercicio de reflexión de con quién quiero estar y con quién quiero pasar esos días tan especiales. Muchas veces nos vemos movidos a unas cenas y a unas comidas familiares y no familiares y nos dejamos llevar por esa sensación de que hay que estar bien y, a lo mejor llevas un lastre o una sensación de ausencias que todos tenemos. Eso estaría bien si llevásemos esas buenas intenciones que planteamos, un poco superficialmente esos días, a todo el año.

P:  Me ha gustado también como defiendes la libertad de una mujer que decide no ser madre y estar sola

Paloma Sánchez Garnica: Hay mucha gente que está rodeada de familia y está más solo que la una. Nos vamos acostumbrando a que una mujer decida quedarse sola, no tener pareja ni hijos, pero hasta hace nada era un conflicto. Respeto mucho esa decisión de soledad. Es preferible estar sola que no con una persona con la que no tienes ninguna conexión, no haya un proyecto en común, o no haya ilusión ni pasión. Esta sociedad está empezando a acostumbrarse, sobre todo las mujeres, a que haya mujeres independientes con alguna profesión y que tengan una vida en soledad elegida. Hay hombres que no tiene hijos y no pasa nada. La soledad como la compañía tiene que ser siempre elegida. Tiene que ser una opción personal. Nada es perfecto. Ni la soledad en sí misma es perfecta, ni la vida en pareja o en familia es perfecta, todo tiene sus cesiones. Siempre tiene que haber una limitación y cesión tanto en la soledad como en la compañía pero si tú lo eliges, lo eliges tanto en lo bueno como en lo malo. Lo que no puedes tener es todo. Tener los beneficios de la compañía y los beneficios de la soledad. En esta sociedad en la que vivimos, a veces, lo tenemos todos para ser felices y nos empeñamos en mantenernos en la infelicidad. Muchas veces tenemos una vida que no queremos y, sin embargo, no hacemos nada por cambiarlo. Nos mantenemos en esa comodidad porque a donde voy yo con mi edad, porque como voy a cambiar ahora, ¿y si me sale mal? o ¿y si me equivoco?. Si te equivocas, la vida es movimiento, equivocarte, caerte y volverte a levantar y, en eso, consiste la vida. Cuando lo intentas, es cuando tienes la vida llena. Ahí he estado intentando indagar en los personajes con esas posibilidades.

P: Y, además de no encontrar nuestra propia felicidad, somos capaces de juzgar enseguida lo que deben hacer los demás

Paloma Sánchez Garnica: Yo tengo un nieto de dos años. Mi hijo y mi nuera son padres de los de ahora. Mi hijo es de los que levanta a su niño, le lleva y le trae, le cambia los pañales, le ha dado biberón o le ha dado de comer. «Conciliación» pero mi hijo es un padrazo y a mi nuera nunca se le considera una madraza. Es más, a mi nuera le gusta mucho su profesión, le gusta mucho trabajar y quiere trabajar pero también quiere ser madre, entonces tiene que dejar a mi nieto en una guardería, que se han preocupado de elegir la mejor dentro de su entorno y entonces tiene la sensación, como muchas madres, de que se tiene que sentir culpable porque le deja en la guardería, trabaja y no puede dedicarle el «tiempo». Y ¿qué era mejor lo de antes de dejarle al cuidado de una desconocida o que se quede la madre en casa? ¿Qué es lo mejor?. Aquí estamos otra vez en la elección. El niño porque esté en la guardería no pasa nada. La conciliación es todavía un engaño para las madres. Nosotras en nuestra época, había algunas que trabajaban también fuera de casa pero normalmente nos quedábamos en casa porque teníamos esa sensación. Muchas mujeres de mi generación tuvieron que renunciar a su vida profesional por llevar un equilibrio en la casa. Porque el hombre era el que tenía que trabajar pero eso ha cambiado. Eso está costando mucho a las madres y todavía tienen que elegir muchas de ellas entre su profesión y ser madres. Las que eligen las dos cosas sufren esa elección cuando los padres, no sé si instintivamente, cuando entran en su trabajo se olvidan de ser padres y, sin embargo, las madres siguen siendo madres las 24 horas. Ese es un rodaje que tienen que hacer las generaciones nuevas para que una mujer que quiera ser madre pueda serlo pero también pueda desarrollarse en su profesión, igual que les ha pasado a los hombres durante toda su vida. Tiene que haber ahí un equilibrio, unas ayudas por parte del Estado. Ahí se tiene que implicar toda la sociedad. Las mujeres tienen que tener hijos pero también hay que ayudarlas a que puedan desarrollarse como personas. Tenemos derecho a eso también. Las que están ahora siendo madres, están cargando con esa sensación de culpabilidad porque dejan a sus niños o no tienen suficiente tiempo para ellas. Porque además tienes que estar estupenda, maravillosa, con unas uñas súper pintadas, depilarte y estar a la última en tecnología.  Y además ser súper madre. A todo no llegan.

P: No es una historia autobiográfica pero los que te conocemos en tu literatura, hemos visto tus guiños a Torrente Ballester en «Los gozos y las sombras» y que la banda sonora de este libro sería Aute

Paloma Sánchez Garnica: Aparte de ser la música que me ha acompañado prácticamente durante mi adolescencia, Aute es un poeta. La poesía hecha canción y la canción hecha poesía por parte de Aute me venía muy bien para enmarcar la parte final porque esta novela tiene mucho de poesía. Esas frases, muchas veces, lapidarias hacen que el lector empiece a leer un capítulo y sabe cual va a ser su contenido, la paradoja o el resumen.

P: Y mencionas una canción de Luz Casal que también me vuelve loca, «Lo eres todo»

Paloma Sánchez Garnica: La canción es que es total. La letra en sí misma y como la canta ella. Muchas veces, la lectura te mueve pero la música te llena tanto. También menciono, «Negra Sombra» que es un poema de Rosalía de Castro que para mí también es especial. Me gusta hacer esos guiños de lo que a mi llena y a lo que yo no alcanzo. La música y la poesía que son dos artes que yo solamente los disfruto. Soy una ignorante absoluta de la poesía y de la música pero eso sí, tengo la oportunidad, la posibilidad y la disposición de disfrutarlas. Los intento disfrutar y sentir, sobre todo que es de lo que se trata finalmente. No necesitar conocer y ser un experto en música o en poesía, simplemente dejarte llevar por la música o la melodía, cualquiera que sea, o bien por un tema, escucharlo o leerlo.

P: Creo que otro de los motivos por los que puedes estar muy feliz es la adaptación televisiva de tu novela «La sonata del silencio» que está cerca de estrenarse

Paloma Sánchez Garnica: Me dicen que a mediados de septiembre saldrá. Esto no depende mi, depende de TVE. Los 9 capítulos ya están montados. Es un gran producto y una gran serie en todos los sentidos. Es una buena dirección, producción, fotografía, vestuario, maquillaje, los escenario, la ambientación, la interpretación de todos los actores y las actrices que es magistral o la música de César Benito que es espectacular. El espectador se va a poder sentar a ver una muy buena serie. Otra cosa es el libro. La lectura. En la serie, están los personajes y el alma de la historia pero son medios distintos. Esa mentalidad tiene que llevarla el espectador. La lectura es un diálogo muy íntimo entre el lector y los personajes. Es un diálogo único y exclusivo entre ellos y ahí no interviene nadie más que las propias circunstancias del lector y su diálogo con los personajes. Él les pone cara, él les pone ambiente, se fija en cada detalle que él quiere, descubre matices que otro lector no descubriría jamás y, sin embargo, la serie o una película de televisión es sentarse y ver el trabajo de otros, en este caso, de Eduardo Noriega, Marta Etura, Lucía Jiménez, Daniel Grao o de Fran Perea que lo hace genial. En la dirección está Iñaki Peñafiel y Peris Romano, con los guiones de Javier Olivares y de Peris Romano, entre otros, o la ambientación de la música de César Benito. Es decir, el trabajo de otros. Se trata de que sea un buen producto y que disfrute la gente y, además, el espectador que no ha leído la novela o que no es lector, le guste tanto que tenga la inquietud de comprar mi libro o cualquier otro. Hacer que la serie acerque a la lectura. Eso es lo más importante de estas adaptaciones de los libros a las series o al cine. Que espectadores que no lo hubieran leído de otra manera, se acerquen a la lectura, eso es lo mejor que puede hacer la televisión y mas, una televisión pública

P: ¿Cómo fue tu sensación al verlo todo montado en el rodaje?

Paloma Sánchez Garnica: La primera vez, que creo que fue a los dos días de haber empezado el rodaje, vi a Daniel Grao y a Marta Etura en una primera secuencia y a Fran Perea que cuando le vi, le dije «no reconozco a Fran Perea, reconozco a Mauricio Canales». Es genial el vestuario y la caracterización. Sentí muchísima emoción y estaba como levitando. Los escenarios están geniales porque las ambientaciones han sido en espacios naturales. Yo estoy feliz. He visto dos capítulos, el primero me emocioné y acabé llorando. Y lo que he visto a lo largo de los dos días de rodaje en los que he estado presente, es que lo hacen bien, están dirigidos muy bien y es un montaje tan bueno que no puedo decir más que el espectador va a ver una gran serie. No tiene que buscar la relación que ha tenido con el libro porque es que esa es única. Se trata de ver una buena serie que la van a ver.

La presentación de «Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido» será esta tarde a las 19:00 en el forum de Fnac Málaga. Es un viaje a muchas emociones y a que puedan trasladar muchas ideas para la reflexión personal. Eso es imprescindible y se echa de menos en muchas lecturas. Para colmo, ese recorrido que se logra con la literatura de Paloma es muy especial porque ella lo traslada especial a sus lectores. Igual se identifican con parte de alguna protagonista como deciden apoyar la decisión de otro personaje, pero al fin y al cabo lo mejor de todo, es que no deja indiferente. Por eso, su pluma siempre brillará. Sigo expectante a seguir siendo testigo de esa evolución y a que me haga disfrutar con más historias. No dejen que el recuerdo de esta entrevista sea parte de su olvido.

Y si queréis escuchar a la propia Paloma Sánchez Garnica, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-paloma-sanchez-garnica-mi-recuerdo-es-audios-mp3_rf_12292137_1.html

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