LA ESGRIMA MOLDEA BASTANTE EL CARÁCTER DE LA PERSONA, Y LO AUMENTA EN DIFERENTES FACETAS

CHFS1Uno de los aspectos que más me sigo asombrando del mundo cultural es la cantidad de disciplinas y artes que se estudian, pero del que desconocemos tanto su significado como el planteamiento a la hora de implantarlos. Es el caso de Patricia Castañeda, una empresaria que decidió hacer de su amor por el noble arte de la espada larga, una profesión por la que pasan muchos alumnos y del que queremos conocer todos los aspectos en esta entrevista de su escuela, «Constantia Historial Fencing School».

P: ¿Cuanto tiempo lleváis con la escuela?

Patricia Castañeda: Pues llevamos con la escuela de esgrima abierta aproximadamente unos dos años, aunque mi trayectoria es más extensa. La disciplina que principalmente trabajamos en la escuela es la espada larga, en concreto, la tradición alemana de Johannes Liechtenauer. Básicamente enseñamos a la gente a luchar cómo se hacía en el medievo, entre el 1300/1550 aproximadamente. Las disciplinas que trabajamos son la Espada Larga y Ringen (cuerpo a cuerpo con armas o sin armas). Cuando el caballero se encontraba en la tesitura de que lo desarmaran o lo tiraban al suelo, tenían las manos y debían aprender a defenderse con el cuerpo. Es una disciplina bastante divertida de practicar, ya que en el medievo la gente se peleaba por vicio y como método de autodefensa. Todo el mundo tenía un cuerpo y pues había que aprender a usarlo. Pelearse era una forma de entretenimiento, además era algo que podía hacer desde el borracho de la esquina a el noble de alta alcurnia. Básicamente, tenemos una especie de escuela de caballería donde enseñamos a la gente los principios de caballería de la época y cómo se luchaba con este tipo de armas.

P: ¿Cómo se te ocurre a ti hace dos años crear una escuela así?

Patricia Castañeda: Un poco por ebullición. Antes de eso, ya entrenaba, pero es realmente difícil encontrar referentes aquí. De hecho, para encontrar mi «mentor», la persona que básicamente casi me enseñó todo, tuve que viajar muchísimos kilómetros. Para eso hice un viaje, creo que estuve 16 o 17 días, por muchos sitios de España. Yo realmente había visitado muchos sitios pero llegué a la conclusión de que tenía la sensación de que no llegaba a aprender todo lo que quería, o yo necesitaba. Entonces me propuse hacer un viaje y buscar una persona que me pudiese enseñar este arte, en una especie de peregrinaje. En cierto modo, un poco rollo como hacían los maestros en la antigüedad, por ejemplo, el maestro de armas que seguimos en la escuela, (bueno, él y todos sus discípulos) era un señor del que se dice que realmente no inventó este arte si no que viajó por diferentes países y digamos que le dió forma, aunque realmente la existencia de la espada es mucho más antigua. Entonces yo dije; si este hombre ha hecho eso, yo ¿por qué no?. Estuve por muchos sitios, antes que nada tiré un guante por facebook, como quién dice, exponiendo que quería mejorar en la esgrima y que iba a hacer un viaje, con la finalidad de cruzar acero con cualquiera que se presentase. Me escribió un montón de gente, así que tracé un mapa en Google Maps, y fui viendo cómo ir enlazando una ciudad con otra. Y así estuve los 16/17 días. Empecé en un maravilloso Bilbao Armata donde aprendí muchísimo, asisten cada año muchos instructores diferentes de otras partes del mundo y es un evento magnífico si realmente deseas mejorar tu esgrima. Fue un fin de semana donde había seminarios, juegos orientados a la esgrima y un escenario increíble para aprender y para mejorar técnicamente. Salí de ahí destrozada y empecé a ir por las ciudades restantes, hasta que llegué a Barcelona. Allí conocí a José Cabello y a la gente de la AEACC (Asociación de Esgrima Antigua de Cataluña central), hice buena amistad con ellos, de hecho prácticamente aquí soy como su sucursal porque estoy constantemente yendo a Barcelona y escapándome a aventuras con ellos. En Barcelona también visité otras salas de armas que me acogieron con mucho mimo, la SAM, Duo Bellum, les estoy tremendamente agradecida por haberme recibido con los brazos abiertos, fue muy especial para mi. Ese fue uno de los mejores viajes que, de momento, he hecho en mi vida. Es gracioso porque a veces la gente me pregunta si hago turismo cuando voy a los sitios, pero la verdad es que no veo la luz. Me metía en el albergue más barato que encontraba, duermo y al día siguiente me despierto, me voy a entrenar, vuelvo de madrugada llena de moratones y me vuelvo a acostar. Me daba lo mismo. Mi rutina era eso. Pasar todos los días que pudiera fuera, entrenar mucho y cuando ya estaba hecha un dálmata, volver a casa. Después de todo eso, lo tenía más o menos claro, si no había referentes ¿por qué no podría serlo yo?.

P: Me ha sorprendido muchísimo la disciplina tan exhaustiva en los entrenamientos

Patricia Castañeda: Para mi es uno de los puntos más importantes, realmente pienso que el alumno tiene que tener equilibrio tanto físico como mental. Sí que es verdad que el nivel físico, lo vas ganando poco a poco con el tiempo. La gente busca la manera de ponerse en forma y la esgrima no sólo te ayuda mejorando tu condición física, sino también te permite encontrar tu punto de calma. Yo lo encontré en la esgrima, para mí asienta muchas partes de la persona, moldea el carácter en diferentes facetas. Soy una persona que habla muchísimo,me encanta transmitir a través de la esgrima, pues imagínate que antes hablaba muchísimo más, me costaba ordenar mis pensamientos a la hora de realizar cada clase.
Era una persona capaz de integrarte un volumen de contenido de locura en dos horas, y madre mía, se que puede aturrullarte. La esgrima me ha ayudado a asentarme mucho, a tomarme las cosas con mucha más calma y creo que, en parte, eso también se ve reflejado en los alumnos. Vienen muchos alumnos, que tienen problemas en casa o están agobiados a nivel laboral…etc. Pero al entrar por la puerta ya sabes que ese es tu espacio y que vas a practicar una materia que te gusta haciéndote desconectar de todo lo demás, siento que parte de mi tarea es precisamente eso. Sacarlos de ese contexto y ponerlos en otro. Básicamente porque lo comprendo. Cuando yo empecé en esto salía de un trabajo muy estresante también, cogía un bla bla car desde Algeciras, llegaba directamente con la ropa de trabajo, vestido y tacones de oficina, me lo quitaba todo y me ponía el equipo para entrenar, y era el punto de desconexión absoluta. El nirvana. Recuerdo que pensaba que si no desconectaba del trabajo, me iba a llevar el palo. Es una cosa en la que tienes que estar centrada al cien por cien en el momento, en lo que estás haciendo y por eso precisamente creo que ayuda bastante a salir de ese otro plano. Luego también, intento hacer cosas para ayudar a la gente a desconectar, por ejemplo, una tradición que tenemos en la escuela es servir el té antes de empezar la clase. Llego un rato antes, tenemos un montón de botes de té, que no tienen nombre, son todos botes negros y después les pregunto cuál quieren beber ese día. Lo huelen, ven más o menos cuál les gusta y lo preparamos. Entonces servimos el té, normalmente mientras lo tomamos, voy explicando lo que vamos a hacer en la sesión, si hay que repartir apuntes que normalmente se dan en papel, los vemos y vemos de qué va a ir la clase, y ya una vez en calma, que hemos desconectado y hemos dejado el resto atrás, empezamos a entrenar.

P: ¿Nos podemos sorprender del tipo de alumnos que tienes?

Patricia Castañeda: Todos los perfiles que llegan, la mayoría tienen mucho en común, pero yo aprendo de todos ellos. De hecho, les agradezco continuamente porque no sólo a partir de que hagan, por ejemplo, exámenes si no el día a día, me ponen a prueba mejorando mi método de aprendizaje, intentas buscar la mejor forma de enseñar a cada uno de ellos, y eso te pone a prueba, sobre porque tú también tienes que llegar equilibrada a una clase, con las cosas claras. He pasado por etapas de mi vida, sobre todo al principio de fundar la escuela, en la que me faltaba más el dinero o venía de una situación estresante, antes por ejemplo doblaba, tenía otro trabajo y luego tenía la escuela y en mi otro trabajo me pasaba todo el día de pie, a pie de calle y luego tenía que estar de pie haciendo esgrima también. Cuando llegaba y mi condición mental era deplorable y te das cuenta de que necesitas estar bien tú para poder hacer que los demás también lo estén.

P: Háblame de ese trabajo de documentación que habrás tenido que hacer por cumplir el rigor de cómo se luchaba en la época

Patricia Castañeda: Hacemos lo que podemos porque es bastante complicado meterte en el papel de una persona de 1300 o de 1400, pero sí que es cierto que es muy importante el contexto histórico, situarte y comprender cómo eran las gentes de la época si realmente quieres entender cómo manejar una espada, porque la percepción que tenemos nosotros de todo eso es relativa. Nos llega a través de documentos antiguos y tampoco es que podamos levantar a los muertos y preguntarles cómo peleaban. Es muy complicado. Hay mucha gente que considera que hemos inventado un nuevo deporte, pero yo no lo considero tal cual. Intentamos hacerlo de la manera más digna posible, teniendo en cuenta que en cierto modo estoy usando el trabajo de otra persona que vivió hace 600 o 700 años, y la mejor manera de hacerlo me parece que es siguiendo precisamente ese rigor.

P: Ahora mismo tenéis un espacio para dar las clases, pero sería muy importante poder tener otro más amplio

Patricia Castañeda: Nos quedamos prácticamente cortos de espacio. También son espacios que compartimos con otros instructores de otras disciplinas, entonces a lo mejor hay cosas que no nos cuadran. Trabajar, por ejemplo, con un tatami no me conviene siempre. Es verdad que he conseguido que los alumnos mejoren mucho el juego de piernas trabajando descalzos, muchas veces, me los llevo al campo u a otros sitios para que se acostumbren a trabajar sobre otras superficies diferentes. La causa benéfica de CEPER me gusta muchísimo, son unas maravillosas personas que conozco desde hace mucho tiempo y la verdad es que si prefiero que alguien se beneficie que sean ellos, su labor es muy noble. También nos convendría mucho más trabajar un poco más cerca del centro de Málaga, sobre todo para que fuera más accesible a muchas más personas y que la escuela siga creciendo, porque aunque nos movemos bien, en muchos eventos diferentes y estamos en muchas causas culturales, incluso más lejos en Algeciras o en el Castillo Sohail, nos mueve mucho eso. Nos mueve promover todo lo que es patrimonio cultural y que la gente sepa lo que hay detrás de dos piedras. Estaría bien tener un mecenas que nos concediese un espacio, ¡prometemos trabajar bien para ese mecenas!

P: ¿Cómo van las diferentes clases y entrenamientos?

Patricia Castañeda: La nueva temporada la he empezado un poco diferente porque para mi, por ejemplo, pasar este tiempo de confinamiento ha sido algo realmente positivo porque, independientemente, de que haya tenido la escuela cerrada que ha sido algo más duro económicamente pero, por ejemplo, antes no llevaba clases on line y a partir de trabajar en eso, me ha salido mucha más demanda de otras partes del país, de gente que a lo mejor no conocía la escuela o les gusta como doy clase, y la verdad es que me ha abierto otra puerta. Es interesante porque gente de otros sitios se está trasladando ahora para entrenar con nosotros porque les han gustado las clases on line. Entonces, es algo que llevo simultáneamente con los entrenamientos de la escuela, que es tiempo individual que tengo que dedicar a cada persona, pero mira si al final aparecen dentro de cuatro meses y me dicen que se alegran de venir a entrenar y que han mejorado muchísimo la esgrima, yo ya feliz con eso.

P: Esa ilusión que desprendes irá implícita con un gran esfuerzo económico

Patricia Castañeda: Yo siempre le digo a la gente que tengo una ilusión enorme por no morir de hambre. Eso es lo que motiva mi pasión por todo en la vida. (Se ríe) Me encanta la esgrima, la verdad es que soy una persona que tengo que pasar los días comiendo arroz un tiempo, que lo he hecho, lo hago. Realmente, la mayoría de la gente que se dedica a este tipo de cosas, clubs de artes marciales y cosas así, sabe lo que es precisamente ese sacrificio. Sería un poco injusto que sólo yo elevara mi voz al respecto porque la mayoría de la gente, especialmente autónomos, que llevan un negocio propio y que están más orientados al arte y a la cultura, sabemos que normalmente nos pisan un poquito más el cuello. Estaría bien que se nos apoyara un poco más. Es algo que venía hablando a los alumnos el otro día que creo que es momento, precisamente, de entrenar, mejorar los hábitos y ponerse fuerte después de todo lo que está pasando con el virus. No sabemos lo que va a pasar dentro de una semana, ni dentro de un mes, ni dentro de unos meses pero el momento para entrenar y culturizarse es ahora. Aquí seré un poco crítica pero si nos ponemos a abrir discotecas, que está bien que la gente se divierta, por supuesto, porque el estado mental es super importante, pero creo que es importante también que la gente entrene y encuentre equilibrio mental a partir de la cultura y siento que actualmente hay muchas restricciones a la hora de entrenar y también con respecto a la cultura, creo que es momento que la gente pueda desconectar pero con un poquito más de inteligencia.

P: ¿Cuantas veces has tenido que explicar qué haces y a qué te dedicas?

Patricia Castañeda: Normalmente está como la explicación de fábrica, que al final lo haces como muy normal. La gente cuando te escucha, le parece algo como extraordinario. Como que te ven aparecer con las espadas y vestida de negro, y ya le pareces un personaje de ficción. Para mi no es ficción, para mi es vida. Entonces, es un poco así. No me resulta tan extraño porque cuando repites tanto una cosa, lo normalizas bastante.

P: No lo estáis pasando bien en esta época los que emprendéis negocios propios

Patricia Castañeda: Creo que también eso es algo que la gente se olvida, no por mi negocio si no por toda la gente que lleva toda la vida como autónomo, realmente es muy duro, te exiges mucho mentalmente, económicamente y de todo. Tener esa ilusión es como que, al cabo del tiempo, te acaba quemando mucho y es normal. Los gastos que hay que asumir son una brutalidad, hay que darle a la gente facilidades para que realmente hagan funcionar sus negocios ahora. Pero precisamente creo que la gente que tiene negocio propio y que son difíciles tienen que trabajar esa faceta de resiliencia cuando las cosas se ponen duras, hay que venirse arriba, no hay otra. Si estás cansado de tu trabajo, te va mal y estás de cara a un público, como ahora, que te parece que estoy sonriendo pero estoy muerta por dentro. (Se ríe) Estoy muy cansada de entrenar tantas horas por la mañana, toda la semana, pero me siento muy bien. Creo que eso es importante. Creo que algo por lo que ha ido bien la escuela es porque yo decidí comenzar este proyecto porque quería mejorar en la esgrima, fue por mí. Igual es egoísta lo que voy a decir, no pensé en nada más, quería crecer en la esgrima y la decisión fue muy personal. Hay gente a la que le agrada la manera en la que doy clase, probablemente haya gente a la que no le guste también, pero yo realmente empecé en la esgrima y decidí fundar la escuela porque quería evolucionar mi manera de hacer esgrima, por lo que tenía que hacer crecer a la gente de mi alrededor y potenciar su potencial. Cuando la gente empieza proyectos pensando en cómo se sienten cuando otros valoran su trabajo, porque sienten que serán adulados por lo bien que lo hacen, va mal. Porque yo sabía perfectamente que bajo ese pensamiento había momentos en los estaría muy arriba y momentos en los que iba a estar sola e iba a ser muy duro, por eso siento que la pasión debe salir de uno mismo. Al principio se sienten como muy acompañados con lo que tienen alrededor, pero en el momento en el que fallan los pilares de alrededor, dices «vale, ¿y ahora qué pasa con mi negocio?, ¿soy realmente capaz de llevar esto?¿Cual era la ilusión que me motivaba desde el principio?». Por eso creo que cuando alguien se lanza a esto, tiene que tener claro que lo primero eres tú, y si viene gente detrás es porque sigan la estela, porque quieran acompañarte en tu causa. Te mola a ti y esto lo contagias a otra gente.

P: Para pedir información de las clases, se pueden poner en contacto a través de vuestras redes sociales

Patricia Castañeda: Estamos entrenando solo un día lo que queda de mes, los jueves al aire libre. Pero a partir del 3 de septiembre, ya estamos de nuevo en centro CEPER c/Victor Hugo nº5, y ya estaríamos entrenando dos días a la semana, los martes y los jueves a las 20.00. Tenemos una cuota mensual de 35 euros, que incluye los materiales que vas a necesitar para la práctica, luego la gente va adquiriendo su propio equipo con el tiempo, pero a mi me gusta que puedan comenzar teniendo estas facilidades. Luego también incluye apuntes en papel redactados por mi cada semana, también, si salimos a hacer actividades al aire libre me llevo a los alumnos. En fin, te absorbo la vida. (Patricia sigue riéndose)

CHFS6Ha sido profundamente revelador e instructivo el conocer este mundo donde la disciplina y el esfuerzo diario contribuyen un enriquecimiento brutal, que hemos podido saber gracias a la labor y el buen hacer de Patricia Castañeda. Para más información podéis entrar su facebook pinchando AQUÍ o también en su instagram pinchando AQUÍ.

Y si queréis escuchar su entrevista sólo tenéis que pinchar en este enlace:

https://www.ivoox.com/entrevista-patricia-castaneda-constantia-historical-fencing-school-audios-mp3_rf_55423843_1.html

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