NO PODEMOS OLVIDAR EL PASADO PARA NO VOLVER A COMETER ERRORES EN EL PRESENTE Y EN EL FUTURO

Nápoles1«Nápoles millonaria» refleja la sensibilidad y los mensajes tan necesarios de Eduardo de Filippo. Un autor que, ante la barbarie de la humanidad y en su época más convulsa, encontraba el espacio para hablar de los valores humanos que importan y rescatarlos a esa manera italiana, que nos hace reír reflexionando. Tenemos la suerte de poder hablar con una de sus protagonistas que defenderá a estos personajes en el Teatro Español hasta el 28 de Marzo, Rocío Calvo.

P: 11 actores que defendéis un gran montaje que ningún madrileño debe perderse

Rocío Calvo: Efectivamente. La obra original de Eduardo de Filippo tiene 17 personajes. Él la estrena a mediados de los años 40, y sí que es cierto que las circunstancias antes no eran cómo las de ahora. Muy pocas compañías actualmente pueden tener más de cuatro o cinco actores por la situación económica en la que nos situamos, no solamente ahora por la pandemia si no que es una cosa que ya viene desde hace muchísimos años en el teatro en España. Eduardo de Filippo escribió esta función con 17 actores que eran su compañía, nosotros aquí hemos hecho una adaptación en la que son 13 personajes que hacen 11 actores, porque hay dos de ellos que hacen dos, incluso hasta tres intervenciones. Se han reducido unos tres o cuatro personajes que no son los principales, que eran personajes que aparecían muy poquito o se ha adaptado para que el mismo personaje haga dos que parece que son el mismo. Como es mi caso, que hago de Adelaida y que es un personaje de la función que aparezco al principio con una escena de una compra de mercado negro de harina para una vecina, eso originalmente en la función lo hacía una actriz que iba a comprar a la casa de los Jovine, pero en mi caso soy yo que lo han adaptado que yo vaya a comprar a la vecina. Se ha hecho esa adaptación para que solamente puedan ser 11 actores.

P: Váis a recuperar esos valores humanos de familia y también albergando esperanza en tiempos difíciles

Rocío Calvo: La función retrata el momento en que está la II Guerra Mundial y la finalización que, aunque no era real, porque seguía existiendo la II Guerra Mundial, ya en Nápoles estaban los aliados, los ingleses y los americanos, pero todavía realmente no había terminado. La función empieza en plena Guerra Mundial, y luego el segundo acto ha pasado un año en el que se supone que ya en Nápoles no hay guerra, pero sigue habiendo guerra en el resto de Europa. Habla sobre todo de algo fundamental que es atemporal y que no debemos de quitarnos de nuestra cabeza y es el que no podemos olvidar, la memoria histórica. No podemos olvidar el pasado para no volver a cometer errores en el presente y en el futuro. Eso lo recalca Eduardo de Filippo muy claro en esta función que es muy necesario, y sobre todo es que es tan actual en estos momentos. Nápoles aparte de sufrir una II Guerra Mundial impresionante en el que vuelve la magia, el mercado negro y hay una prostitución increíble, pasan un hambre impresionante, Nápoles fue devastada. Aparte tuvieron la mala fortuna de también tener una erupción del Vesuvio, y para más inri, en el último acto se ve claro que tienen una epidemia, no se dice de qué pero hubo una epidemia de tifus en el que ya en la función se habla de «ponte el trapo», lo que pasa es que aquí nos hemos adaptado a ponernos la mascarilla. Imagínate qué actual es la función. Hasta habla de una epidemia que está teniendo en ese momento la ciudad y que está afectando a uno de los miembros de la función, que aparece toda la función desde el principio hasta el final hablando de ella pero que no se ve, pero que es protagonista importante que es la hija pequeña de la familia Jovine, que es la que hace el crack final para que todo lo roto, que se ha roto en esa familia, intente volver a recomponerse.

P: El público se va a identificar entonces con toda esa situación que planteáis

Rocío Calvo: La función recalca muchísimo el que nunca sabemos cuándo, ni en qué momento vamos a tener que pedir ayuda y que en las situaciones malas como la que estaban viviendo en ese momento, tienen que servir para no repetir el mal y ser buenos que es una cosa que recalca uno de los personajes de la obra, que es el personaje que escribió Eduardo de Filippo para él mismo, porque él mismo la interpretó. Y es algo que recalca constantemente. Ahí saca Eduardo de Filippo toda su ideología de que las cosas malas que nos pasan, una Guerra o una epidemia, nos tiene que servir de lección para no volver a repetir errores, y sobre todo para saber que no hay que hacer el mal, y no hay que hacer mal porque nunca sabes dónde vas a tener que pegar un toque y a qué puerta vas a tener que llamar, porque a lo mejor a la puerta que tienes que llamar es una puerta a la que tú le has hecho daño, y sin embargo esa puerta que tienes al lado es la puerta que te puede ayudar. A mi es que me emociona la función diariamente, escucharla me emociona y me reconcilia con el ser humano, y me hace admirar profundamente la filosofía de vida de Eduardo de Filippo que fue un tipo que es una eminencia en el teatro mundial, una eminencia por supuesto en Italia y a nivel político fue un tipo muy implicado. Estoy muy orgullosa de hacer una función de esas características que, además, tan inteligente era Eduardo de Filippo que sabe contar todo esto y encima lo cuenta en tono de comedia.

P: Una de las cosas maravillosas del realismo italiano es poder contarte cualquier drama en tono de comedia.

Rocío Calvo: La gente que venga a ver «Nápoles millonaria» que sepa que va a salir con una cosa en el estómago de estar viendo algo tremendo de una familia, pero que sobre todo el primer acto es absolutamente costumbrista y de comedia total, luego la función se va yendo a otros sitios pero nunca pierde esa comedia. Nosotros cuando al principio de la función fuimos con el trabajo de mesa que el director nos hizo documentarnos con muchísimos libros y películas y tal, siempre nos decía que el pueblo napolitano, si lo podemos asemejar con algo español, que los españoles somos también tirando a eso, que nos gusta mucho una juerga en medio de un drama, lo podíamos digamos asemejar al pueblo gaditano, que en medio de un drama te lo cantan en una chirigota. Los napolitanos serían los gaditanos en España. En medio de un drama, te hacen una comedia. Eduardo de Filippo tiene la sabiduría de meterte en la cabeza toda su filosofía de vida, todo un drama de una familia en medio de una guerra, cómo se tienen que buscar la vida por medio del mercado negro, que el mercado negro supone que ellos se enriquezcan pero que destrocen a otras personas que hay al lado, por medio de kilo de harina les cobran lo que cuesta veinte kilos de carne de ternera en esta situación que no había dinero, pero te lo están contando en medio de una comedia. Mi padre que vivió la Guerra Civil de niño y que él también hizo estraperlo y todas estas cosas con las cartillas de racionamiento, y me decía el hambre que pasaban, que muchas veces tenían que hacer eso para poder comer. Muchas veces en la función te pones a favor de uno de los personajes porque lo han pasado tan mal, pero lo que pasa es que como pasa en tantas ocasiones con el poder y lo que le pasa a mucha gente con el poder es que también corrompe. A esta protagonista el ingreso de tanto dinero del mercado negro, le va corrompiendo, cosa que a su marido no, y ahí es cuando está esa balanza, de ella corrompiéndose y él diciéndole, no puede ser y no podemos hacer el mal. Pero todo esto, insisto, en un tono de comedia, recuperando esta cosa maravillosa italiana de la comedia del arte en algunos momentos, recordándonos personajes a la comedia del arte y el público se lo va a pasar muy bien, pero también va a salir con un aprendizaje y con unas enseñanzas, una forma de vida que tenía Eduardo de Filippo que es maravillosa.

P: Destacan mucho la escenografía de «Nápoles millonaria»

Rocío Calvo: A nivel estético la función es alucinante. Tiene una escenografía que en las críticas que estamos teniendo, no había visto nunca en unas críticas que se reflejara tanto la escenografía. Es una escenografía impactante. Hay números musicales también. El director, Antonio Simón, ha querido hacer un compendio de las artes escénicas. Hay música, danza, imágenes proyectadas de la II Guerra mundial, una escenografía que se va moviendo y es increíble. Lo que pasa en la escenografía de un acto a otro es que dices, «madre mía». Son esas cosas que sabes que sólo se pueden hacer en un teatro público. Es espectacular. La cantidad de gente que se mueve entre un acto y otro, cuando está el telón bajado y hay un número musical, lo que está pasando detrás, la cantidad de personal del Teatro Español que está haciendo que todo se transforme en cuestión de 35 segundos, para que cuando se abra el telón la gente exprese su sorpresa y se queda loca de cómo era lo que era a cómo se va transformando es impresionante.

Estreno-Nápoles-millonariaUna escenografía de las que sorprenden y no se olvidan, más un elenco actoral que cada uno defiende a su personajes o a los que tenga que hacer frente con todo el amor que le dedican a la profesión, y además la necesidad de volver a unir lo que creemos que está roto, y no es así. Además de Rocío Calvo, ellos son Dafnis Balduz, Roberto Enríquez, Óscar de la Fuente, Lourdes García, Elisabet Gelabert, Nuria Herrero, Raúl Prieto, Fernando Tielve, José Luis Torrijo y Mario Zorilla.

Si queréis comprar entradas para alguna de las funciones, sólo tenéis que pinchar AQUÍ.

Y si queréis escuchar la entrevista con Rocío Calvo, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

https://www.ivoox.com/entrevista-rocio-calvo-napoles-millonaria-audios-mp3_rf_66728978_1.html

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