BUSCANDO LA BLUSA

Llegamos a uno de los puntos fuertes del Festival de Cine de Alicante, confesando hasta que pueda disfrutar de los dos trabajos que nos quedan en la última jornada, que me he encontrado con una de mis favoritas en este certamen con «L´àvia y el foraster». Sin duda, la cinta de Sergi Miralles constituye ese tipo de trabajos en el que reflexionas sobre nuestras propias imperfecciones que podemos mejorar y cambiar, y añade esa sensación de terminar de haber disfrutado de una historia cómplice donde hay un gran trabajo actoral que se plasma en todas las escenas, y también a corta distancia en nuestra entrevista.

P: Uno de los aspectos que trata la película, y que me encanta descubrir en el cine es la ternura

Jordi Ballester: Una de las cosas que me tocaron profundamente es, en este caso, la relación con mi madre, porque mi madre era muy mayor y murió de Alzheimer, y como éramos tantos hermanos tenía muchísima distancia de edad con los dos pequeños, y a mi me conectó mucho con la relación con mi madre, y entendí que una de las cosas que puede conectar muchísimo con el espectador es eso. La relación con sus abuelos o con sus padres si son más mayores. En la preparación de mi personaje, pues yo con mi madre he trabajado en otras series y ya nos conocemos de hace muchos años y hay una conexión estupenda. Al ver el tipo de madre y el tipo de hijo que iban a salir en la peli, fue hablarlo y enseguida la conexión fue inmediata.

Empar Ferrer: Lo llevamos incluso más allá de lo que estaba en el texto. Le dimos incluso más incordio de carácter, porque en el texto no estaba tanto. Las cosas las puedes hacer de muchas formas, y yo elegí esa línea. La relación que tiene conmigo de dependencia, de amor y odio, se aman pero hay chispas entre los dos por ser de generaciones completamente diferentes, yo creo que es un cliché que se vive en la sociedad claramente.

Sergi Miralles: El personaje de Teresa es una mezcla de mis dos abuelas, las dos ya fallecieron y era una necesidad de homenajearlas porque yo me siento que no fui tan buen nieto como es Enric en la película. Era una necesidad de reconciliarme conmigo mismo y con ellas, y de homenajearlas. Fueron dos mujeres trabajadoras, en la sombra una llevó a la familia adelante y la otra no tan a la sombra porque la historia que cuenta Teresa de irse a París, ella sola, es la historia de mi padre que se quedó sin padre a los 7 años y mi abuela emigró a París y estuvo sola hasta que se lo pudo traer. Esa historia es la de mi familia y la quería reflejar, por eso ese amor y esa ternura. De hecho esa secuencia final tuvimos que luchar por ella, porque la coguionista y yo tuvimos una discusión amable porque ella decía que era demasiado llorona, y yo sabía que esa secuencia era necesaria para mi porque la historia de mi familia es la base de todo y la que quería contar.

P: Otro de los aspectos que trata la película es cómo cada persona aborda el duelo

Aïda Ballman: En mi caso yo tenía que apoyar a mi pareja desde lejos y estando embarazado. Él está transitando por diferentes crisis que, debido a la incomunicación, en realidad le estoy apoyando pero no sé qué le está pasando de verdad. Y yo eso también lo he vivido muchas veces en la vida. Quieres ayudar a alguien que sabes que no está bien pero no te puedes poner tanto en su piel a pesar de empatizar. Cuando leía el guión, la sensación que tuve es una fotografía de los clichés de la realidad humanizados. Si se le da la vuelta, se le ve la humanidad y al final todo tiene su por qué. Siempre el cómo es alguien, está muy justificado. Es una mezcla entre la mentalidad antigüa y la mentalidad que se tiene que adaptar a la modernidad en un pueblo.

Empar Ferrer: Uno cuando ataca, siempre se defiende. Yo creo que parte que aparte hay una incomunicación total que es mentira. La madre y el hijo no se hablan de verdad, siempre como de cosas superficiales porque viene de educación. Esa cosa de incomunicación que ahora está en otro nivel, yo creo que también está en la película.

María Maroto: Habla mucho del proceso tan personal del personaje de Carles que es como toda una valoración de su propia vida y de la vida de su abuela, de repente el personaje de la abuela fallece y cobra una importancia de cara a la gente del pueblo, se ve una imagen de lo que era esa mujer y de lo que era para otra gente. Creo que el proceso que pasa de valorar si está lejos de casa, si está negando sus propias raíces aunque las lleve con él mismo y poner en valor quién era esa persona que acaba de fallecer, qué significaba para mi y en qué modifica mi vida ahora. En el caso de mi personaje, además hay un reencuentro muy bonito entre los dos personajes, parece que están destinados a estar juntos por cómo se entienden y por cómo viven la vida, y yo a veces lo pienso que «no solo el amor basta».

Jordi Ballester: A pesar de que se ve la conexión de esa pareja de novios del pueblo que fueron, una relación muy potente, en ningún momento te planteas que puede dejar a su pareja de verdad. Eso está ahí. Es la realidad y es parte del pasado que es una herida, pero a veces no es solo el amor puro si no que hay otras historias. Y otra cosa que ocurre en esta película es que está muy bien reflejado la idiosincrasia de un pueblo que no es un pueblo antiguo, es un pueblo donde todo el mundo se conoce y donde el mundo tiene una manera de relacionarse distinta que viene de fuera, y se implican de mayor o menor medida a nivel emocional, y están muy involucrados en todos los personajes. Los que se quedan y los que regresan, o el de Kandarf que viene de fuera y se queda en el pueblo, y sigue sus procesos para ser uno más del pueblo.

Carles Francino: Es uno de los temazos de la vida. En este caso, Enric lo lleva por cómo está la historia contada. Es algo que se va sosteniendo toda la película porque van pasando cosas. A la vez, vas contando la historia de amor y al final lo que te das cuenta es que si hay un duelo, y te das cuenta lo que ha significado esa abuela para ti. Me gusta esto del duelo porque es una cosa que estuvimos toda la película con eso. Muy bonito de trabajar porque estaba muy bien apoyado.

P: Hablemos de esa xenofobia cotidiana de la que tenemos que hacer reflexión todos y se ve en la película en el personaje de Samir

María Maroto: Hay algo del prejuicio gratuito a lo que estamos acostumbradísimos. Daría igual que fuera una persona india, pakistaní o una propia persona del pueblo que le ha hecho no se qué a la de la esquina, aunque sea del pueblo de al lado. Se habla de inmigración porque sigue pasando, pero también de prejuicio gratuito.

Jordi Ballester: . Es estereotipar de una forma muy gratuita y repentina, sin embargo pero la película lo muestra también en personas como el personaje de Neus que son las que hacen el puente a esa integración. España es un país que, en general, integra. Tú puedes creer que no, pero lo comparas con otros países y España es totalmente integrador. Yo lo creo así, independientemente de que haya un porcentaje de gente que sea racista, xenófoba, homófoba etc. Pero creo que España, en global, es un país que integra. Y estas personas mayores de los pueblos son las primeras. Las marujas como motor de cambia pero es una rama filosófica muy a tener en cuenta porque son las que realmente hace que estas personas estén integradas. La evolución del personaje de Neus es lo que da fuerza a eso. Realmente al personaje de Kandarf, personajes como el de ella es el que le abre las puertas en el pueblo.

Neus Angulo: Mi padre era encargado en una fábrica textil. Entonces fue la temporada que llegaron a mi pueblo, a Alcoy, muchísima gente de Andalucía y al lado de mi casa, había una familia que tenían un hijo guapísimo que le llamaban «El príncipe gitano», alto y guapo a rabiar. Yo me hice amiga de la hija, que tenía mi edad, vivían en un sótano con mucha humedad y a mi me gustaba mucho comer allí, porque veía una cosa exótica y extraña. Mi padre le dio trabajo al hermano mayor, y no te puedes imaginar lo que le dijeron a mi padre, de todo. Los trabajadores le dijeron que era una barbaridad darle trabajo a un castellano (de Castilla). Mi padre puso a todos los trabajadores y les dijo: «aquí yo soy el encargado, cuando hacemos el tercer turno me paso toda la noche cogiendo hilos y vosotros estáis todos dormidos, y ahora resulta que somos dos a coger hilos, el príncipe gitano y yo». En mi casa siempre me han enseñado a respetar. Cuando vi el papel de Teresa, pensé en mi padre. Yo tenía una vecina que pasaban mucha hambre, y el padre era militar. Mi madre hacía la comida y como mi padre venía un poco más tarde, le sacaba el plato de la olla al porche en verano para que no estuviera caliente. Estábamos en una terraza comunitaria, mi madre salía y cuando entraba, estaba la puerta abierta y se vio a la chiquilla pequeña comiéndose la olla. Y le dijo: «tranquila termínatela, ya pondremos otro plato». En mi casa yo he visto eso. Habrá mucha gente que eso se le ha olvidado, mira si se le ha olvidado a mucha gente que cuando voy al aquagym, y allí está todo lleno de personas mayores de diferentes sitios, las oyes hablar despectivamente de los moros, y yo no me pude aguantar y cogí a una diciéndole: «¿por qué te fijas en eso, y no te fijas en lo que cobra el rey, el emérito y las hijas del rey». Y me contestó que eran españoles.

Kandar F.Mehta: Yo llevo mucho tiempo en España. Yo vivo en dos mundos. Soy un profesor en una escuela de negocios muy internacional, en este mundo estoy muy cómodo, y los alumnos y otros colegas me conocen. No soy muy consciente de mi identidad más allá de yo mismo. Cuando salgo de este campus, por ejemplo una vez estaba esperando un taxi y había un señor que también lo hacía, y me viene a mi para decirme que necesitaba ir al aeropuerto. Pensaba que yo era el taxista. Para mi esta película es conocer mejor esa identidad. Y también ver que al final todo lo que vemos como xenofibia, al final y en el fondo no tiene mala intención. Simplemente es falta de confianza y de información. En esta película, toda la trayectoria de la relación entre Teresa y Samir lo cuenta muy bien. En el fondo tenemos las mismas necesides, necesitamos el mismo amor y tenemos la misma añoranza de lo que se ha pasado.

P: ¿Cómo trabajaste el que tú también seas forastero de tu propio pueblo en la película?

Carles Francino: En realidad lo ves en todos los personajes, si vas más allá en todo el mundo. Tiene mucho que ver con este viaje. Era una de las partes que se cuenta, y es una historia de las interesantes de cómo estos tres personajes están conectados y luego hacer esa reflexión. Se ataca a esa xenofobia diaria, en la que tú no eres de aquí pero igual tú tampoco.

P: Lo importante entonces que es la educación

Jordi Ballester: El personaje de Kandarf, Samir, es educadísimo. De hecho creo que la película, sin quitar mérito a los demás que estamos todos estupendos, pero creo que Kandarf te lo llevarías a casa. Está espectacular. En vez de esperar que le entiendan a él, él entiende a los demás.

Sergi Miralles: Es una historia contada desde primera persona. Todos ejercemos esa xenofobia. Por haber hecho esta película, yo me libro. Yo soy el primero que inconscientemente lo hago, está en la sociedad por desgracia y aquí lo queríamos mostrar como un trabajo para intentar ver estas pequeñas xenofobias que hacemos, día a día, todos sin querer.

Kandar F.Mehta: El personaje tiene una frutería pero en realidad es modisto. Es algo que pasa conmigo también. Yo soy profesor pero también soy actor. Cuando alguien me pregunta si la interpretación es mi hobbie, yo siempre digo que no. Yo soy un actor, y a través de este personaje tuve la oportunidad de vivir exactamente lo que vívía el personaje. El personaje en ese momento se convertía en ser lo que era, mientras que yo lo interpretaba, me convertía en lo que soy. El público ve a mi personaje desde el mismo punto que Enric o Teresa porque son dos personajes que consiguen ver a otra persona con neutralidad, mucha humanidad, humildad y amor. Espero que sea el mensaje que llegue al público.

P: Por lo que me has contado como director, creo que era lo que necesitabas hacer en tu ópera prima

Sergi Miralles: Es curioso. Nunca preparas solo un proyecto. Tienes tres o cuatro cosas en mano y quieres adelantarlas, porque si apuestas solo a uno tienes riesgo de que no salga. Es curioso que es el que cuajó es el proyecto más personal. Esto es mágico porque no sabes por qué, quizás es porque es el que más amor le has puesto, el que los personajes y la historia es más de verdad. Es una historia que escribimos entre mi pareja Mila yo, que es mi productora, la madre de mis hijos y lo hacemos todo juntos. Es un proyecto que en casa hemos hablado muchísimo y ha ido evolucionando muchísimo, por eso digo que es personal a muchísimos niveles, y esto se ve en la película. Todo este amor que tiene la película traspasa a la pantalla.

P: El título es más que apropiado

Sergi Miralles: El título está buscado porque en principio cree que el forastero es Samir, pero el forastero es Enric. Nosotros siempre que poníamos la memoria del película, decíamos que contaba la historia en un mundo que, al fin y al cabo, todos somos forasteros. Y es un poco la verdad de que todos somos forasteros en algún momento de nuestras vidas, cambiando de trabajo o nos hemos movido al pueblo o a la ciudad de al lado.

P: ¿Cómo fue el rodaje en Algar de Palancia?

Empar Ferrer: El pueblo estaba entregado. Esto es lo mejor que le puede pasar a los pueblos de interior.

Neus Angulo: Yo que veo el programa de Calleja de «Volando voy». Veo unos pueblos que son una pasada. Oyes como hablan, lo que piensan y lo que viven allí, y te dan ganas de irme de retiro.

Sergi Miralles: Una cosa que tenemos muy clara tanto Mila como yo es que quisimos disfrutar del proceso, y para disfrutar del proceso teníamos que rodearnos de gente buena, gente con la que habíamos trabajado porque yo he estado anteriormente de ayudante de dirección y Mila ha trabajado mucho de directora de producción, y sabíamos que eran buenas personas, que era fácil trabajar con ellos y además eran maravillosos actores. Y también todo el equipo técnico. Con Víctor Entrecanales he hecho dos o tres cortos y mucha publicidad, con el jefe de sonido también, con el director de arte, la jefa de vestuario o con el ayudante de dirección, con todos habíamos trabajado y hemos hecho familia. Teníamos claro que el proceso es muy importante, que en el rodaje hay que disfrutar y que eso se traspase en pantalla. Una de las razones por las que elegimos Algar de Palancia, que nos fuimos a vivir allí durante el rodaje era porque queríamos tener la tranquilidad de tener a nuestros hijos, que podían venir y verlos. Es la tranquilidad y familiaridad de cómo somos nosotros con nuestros hijos, muy intenso y muy guay.

Kandar F.Mehta: Fue una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida. Sin ninguna duda. Cuando acabamos, se lo dije a Mila que gracias por ser una de las mejores experiencias que he vivido y espero que pronto tengan otro guión. Lo mejor del casting no era la escena que interpretaba, porque después él me hizo una pequeña entrevista de cómo me sentía y cómo veía el personaje y me veía reflejado, y esto es lo que me gustó más. Nunca ves a un director intentando buscar un buen actor que pudiera interpretar, si no buscar una persona que pueda establecer esa conexión personal. Es su manera de trabajar y le ayudó a conseguir el equipo que ha conseguido.

Sergi Miralles: Ensayos puros de texto no hemos hecho, hemos hecho conversaciones porque el personaje era más interesante hablarlo y buscar de dónde era este personaje, cómo atacarlo y mejorarlo. A partir de cómo sentimos al personaje, podemos mejorar el guión. Yo siempre lo que he trabajado en el guión es que los actores lo hagan suyo. Se lo digo a todos los actores y me gusta que lo hagan suyo, quiero que se lo crean y para eso necesitamos trabajarlo juntos. No hicimos casting porque teníamos una directora de casting en Barcelona que nos hizo esta primera búsqueda, nos pasó tres o cuatro perfiles y luego yo me reuní con dos o tres personas para un papel y para otro, porque yo quería ver este feeling personal que era muy importante. En su caso en particular por el desconocimiento, por este miedo desde lo occidental de que hemos leído Wikipedia, hemos visto dos o tres documentales, creemos que sabemos cómo son estos personajes pero necesitábamos contar algo que fuera verdad. No quiero escribir un personaje de origen pakistaní sin que refleje esta realidad, estas inquietudes del inmigrante y estas cosas culturales. No quería cometer error. En su caso, fue la asesoría de si lo hacíamos bien. Nos ayudó a hacer las traducciones a urdu. Yo me fiaba de lo que me decía porque no entendía nada.

Carles Francino: Es tan importante hacer buen equipo y grupo porque sale reflejado en la película. Tiene que funcionar eso porque va a traspasar a la pantalla.

P: Algunos habéis podido ver la película, pero otros la váis a ver por primera vez y con público esta noche

Neus Angulo: Yo tengo ilusión por verla. Me quedé tan contenta y tan satisfecha. Ha sido un regalo.

Aïda Ballman: Es un viaje emocional para el espectador, y aparte que tiene tantos valores más allá de lo que hemos hablado de las relaciones y lo de ser forastero, hay una crítica indirecta porque yo también he sentido ese rechazo porque mis padres son alemanes pero yo nací en Canarias, y también he sentido la acogida. Me gusta la fotografía de la realidad porque siguen viniendo tantos inmigrantes que va a ir a más, tenemos nuestras creencias y prejuicios sin revisarlos porque el que tenemos enfrente es una persona humana con toda su vida, y eso no nos lo planteamos. Si no que vemos que es diferente y nos protegemos porque es una amenaza, pero no sabemos qué tipo de amenaza es. Simplemente no nos abrimos a conocerlo porque conociendo esa amenaza es un muro que se cae. Me gusta mucho el mensaje de la película.

Jordi Ballester: La película técnicamente está impecablemente rodada.

Neus Angulo: Lo que ha puesto todo el equipo es mucho cariño y mucho amor haciendo la película

l_avia_i_el_foraster-844885242-largeP: Y tu hija Norma quiere ser directora de cine

Sergi Miralles: Son estas cosas maravillosas que te regalan los hijos. Norma quería ser actriz y ahora quiere hacer películas como sus padres. Ella quiere vivir todos los procesos, ella sale en la película dos veces. Disfrutó muchísimo, se sentó conmigo a ver las escenas con los auriculares y para nosotros vivir esta experiencia con nuestros hijos ha sido duro e intenso, pero a la vez maravilloso.

No sé si al final nos acercaremos por la blusa a casa de Teresa, pero este recorrido emocional ha podido reconciliarnos con nuestra parte humana integradora de ser mejores personas, y vernos reflejados en estos personajes maravillosos de «L´àvia y el foraster» que consiguen que les queramos, y que por tanto podamos trasladar ese amor a los nuestros, y a seguir apoyando a creadores que nos hacen sentir lo más importante de la cultura. Espero que haya muchas teselas en este Festival, pero sobre todo que haya muchas almas de corazón respetuoso y empático que vayan a disfrutar de esta película cuando se estrene en otoño.

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