LOS BUENOS ESPÍRITUS DEL TEATRO

El nivel de calidad del Festival de Teatro de Málaga sigue manteniéndose con «Atchúusss!!!». Una de las propuestas más originales que ha despertado muchas carcajadas en el patio de butacas del Teatro Cervantes y que cuenta con magníficas interpretaciones de todo el elenco.

 No voy a poner un ejemplo concreto porque no me quiero tirar piedras sobre mi propio tejado pero ¿recuerdan ese libro que le obligaron a leer en época de aprendizaje y que acabó siendo de tus títulos odiados?. Creo que la solución para esquivar que esto suceda la pueden encontrar los docentes en este gran despliegue teatral que es «Atchúusss». No todo el mundo conoce la obra de Antón Chéjov y la descubre de manera onírica y atractiva gracias a la propuesta de este montaje y el que podía tener nociones se encuentra ante una forma sorprendente de representar esos relatos tan surrealistas y extremos pero que logran gustar mucho al público. Todos los autores de la literatura universal deberían pasar por el filtro de estos geniales intérpretes.

En «Atchúusss» se utiliza como recurso y eje principal, la historia de un acomodador que recuerda su época de actor a través de las propios cuentos que él mismo representó. En una escenografía soberbia que no debe ser desvelada para que impacte tanto como la sorpresa que yo me he llevado desde que me he sentado a ver la obra, los actores cambian sus personajes en unos roperos que podemos contemplar a través de dos cristales transparentes. No esconden el truco ni de cómo se cambian la ropa. Juegan con el discurso para que les de tiempo a ese cambio y empieza a narrarse algo nuevo. Y todos los personajes tienen algún tipo de carencia ya sea física, alguna enfermedad o simplemente rozan una locura absorbente y divertida que pone al espectador en un nivel de comedia brillante en el que no puede parar de reír.

Enric Benavent es un perfecto maestro de ceremonias que pone la tesitura apropiada para ambientar y entender lo que estamos viendo, Ernesto Alterio muestra una maestría insólita al piano a la que se suma un juego de voces en sus personajes absolutamente soberbio y ya confirmando que tiene dosis de su buen maestro pero reafirmando su propia personalidad, al igual que Malena Alterio que ha nacido para crear este tipo de papeles en el que con poco da mucho y cuando ya da más, sobresale lo natural que pilla al momento lo que tiene que hacer, Fernando Tejero demuestra una faceta poco conocida pero que muchos sabíamos que tenía, es capaz de engrandecer a sus compañeros con su actuación y, además, hace brillar sus personajes con la caracterización pero también con su propia esencia y qué ganas de sentir y disfrutar con Adriana Ozores encima de un escenario, que exquisitez de actriz, incluso cuando grita sin llegar a la sobreactuación que es sumamente complicado. El casting es un gran acierto y todo es debido a que cada uno de estos intérpretes le ha puesto un cariño soberbio a todo lo que iban representando. Y eso el público lo nota y lo agradece.

«Atchúusss» también tiene hueco para hacernos valorar cómo se encuentra el estado del teatro y del público. De los actores que se quedan en el olvido y nuestro propio comportamiento a la hora de presenciar una obra. Hay espacio para decirle al espectador que no se duerma, que somos lo que creemos ser y que nos dejemos de tonterías diarias para disfrutar de la propia vida. Que no seamos esos personajes que se embullen en sus enfermedades y miserias y salgamos a hacer teatro y a disfrutar del mismo. Hasta recibimos lecciones de no dejarnos engañar ni estafar por parte de una institutriz o vernos reflejados en una desesperada mujer que quiere recuperar el dinero que le ha sustraído a su marido por parte del banco.

La galería de relatos y personajes es sumamente desbordante ayudada por esa caracterización y la propia interpretación de los actores. La obra consiga que tenga una evolución de menos a más y que todos lleguemos a un punto vanguardista en el que no se puede parar esa carcajada y no puedas ni llegar a imaginar cómo pueden acabar las situaciones que se te presentan. Y eso es lo mejor de esta función, todo lo que es capaz de despertarte gracias a estos relatos tan previsores de cuestiones que aún nos son importantes de Antón Chéjov. De verdad, es imprescindible que se contagien de este resfriado de fantasía teatral.

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