BIENVENIDOS AL VIAJE DE LA VIDA DE SIRA

Estoy experimentando un fenómeno extraño de acercamiento a los musicales, cosa que reconozco que me cuesta y es un género al que me cuesta entrar en su dinámica y tratamiento de las historias. Pero de un tiempo a esta parte, parece que este sector ha querido dar un giro interesante hacia mis intereses en el que hay una preocupación por adaptar buenas canciones, y encontrar voces que únicamente no llegan a esas notas imposibles de alcanzar, si no que también el público perciba esa interpretación artística con una capacidad de transmisión hacia ellos que va mejorando en muchas de las representaciones a las que estoy teniendo la suerte de acudir.

Ayer estuvimos en el segundo día de representación de «El tiempo entre costuras. El musical» arrancando la gira en nuestro Teatro Cervantes de Málaga. Siendo de una larga duración, mi temor siempre es que la historia me atrape y lleve un ritmo continuado en el avance de las escenas. Y eso ocurre, además con una brillantez que fue de menos a más en la interesante historia de Sira Quiroga. Las páginas de su autora, María Dueñas, se me reflejaban en esa eficaz y práctica escenografía donde los escenarios que plasmaba en mi ideario, los veía perfectamente a cada paso de los actores, y que evidentemente siendo una historia de coser y cantar, tenía que tener una fuerza increíble en ese vestuario diseñado por Lorenzo Caprile, que indudablemente acerca el ojo pero además permite que la atmósfera sensorial sea más placentera hacia todos los acontecimientos que nos van narrando muchos de los personajes durante la función.

Durante toda la noche se me venía la palabra «belleza» a la cabeza. Cuando posteriormente hago las críticas me gusta mencionar el instante que más me ha llamado la atención, pero aquí debo ser generalista porque esa sensación de contemplar algo realmente delicado y elegante la tuve desde que me senté en el patio de butacas hasta que salí de la aventura de la protagonista. Y creo que puedo afirmar que es el musical más bello de los que he tenido ocasión de sentir en mi trayectoria como espectadora acérrima de teatro.

En cuanto a los actores reconozco que al principio me costó entrar un poco por algún problema de entender a los intérpretes, aspecto que iba desapareciendo gradualmente a medida que avanzaba la obra, porque esa intensidad y esa fuerza que me encanta que tengan para dar lo máximo a los personajes la iban desarrollando de menos a más, y hacían que yo me fuera integrando de la misma manera. Me morí de orgullo malagueño con ese arte de Candelaria, interpretada por Teresa Alba, a quién tanto he escuchado y visto, y a quién tanto reconocí en ese amor por este rol tan cercano y valiente, como también lo es ella y se agradece ese toque de humor invitándonos a llevar la política a nuestras casas en una trama tan dramática, para rebajar el tono y volverlo a recuperar con esa fuerza.

Uno se puede quedar tranquilo cuando tiene a tanto talento demostrado con Paco Arrojo o Alberto Vázquez que le dan ese empaque del tiempo y la experiencia, y que siempre dan lo mejor de si mismos cogiendo una presencia natural y poderosa siempre encima de las tablas, es un ejercicio que da gusto verles darlo todo y disfrutar tanto. Pero mi alma se va en esta ocasión con Noemy Mazoy. Posiblemente por mi situación personal me fijo mucho en las madres, pero aparte de esta realidad, logró emocionarme con una de las voces interpretadas y cantadas más espectaculares que he podido calar en mis huesos y en mi piel desde hace mucho tiempo. La ternura de las manos, la expresión dolida y ese tembleque que le hacía no poder acabar muchas de esas estrofas cogieron mi corazón de un sobresalto sin soltarlo en ningún momento cuando ella hacía acto de presencia en escena. Gracias por regalarme a esa Dolores tan maravillosa e increíble.

Hay que destacar también el trabajo tan cuidadoso en la dirección, y en la adaptación de unas canciones que no me esperaba encontrar y que están cosidas al hilo de lo que la escritora plasma en las páginas de su maravilloso libro y que era sorprendente, a la vez que acertado, que en ciertos momentos se escuchara la banda sonora de la serie original, así como unos aires más rockeros que le dan a este musical un empaque actualizado aunque hablemos de esos años de la Guerra Civil.

Y en este telar de sensaciones, cada hebra cobra su sentido y por tanto la búsqueda de esas voces que compacten a la perfección tenía la máxima importancia para un musical de estas características y es la labor que mejor han podido conseguir. No os podéis perder ninguna de sus representaciones en el Teatro Cervantes hasta el día 10 de septiempre, y es únicamente y os lo garantizo, por escucharles a todos cantar a coro. Esos momentos eran de una calidad técnica abrumadora, junto con todo el trabajo para ir contando esta apasionante historia con escenas en segundo plano, saltos de tiempo, los cambios de vestuario fuera y dentro de escena, y coreografías donde cada patrón estaba ajustado perfectamente a lo que esta representación tenía que resaltar en cada momento.

Les aseguro que el público actuamos como un coro final de agradecimiento por lo vivido en este musical barnizado por la pátina y la nostalgia.

FICHA ARTÍSTICA

Sira Quiroga Alba Cuartero / Cristina Picos
Marcus Jan Forrellat
Candelaria Teresa Alba
Da Silva Paco Arrojo
Dolores Noemy Mazoy
Gonzalo / Beigbeder Alberto Vázquez
Félix Gustavo Rodríguez
Doña Manuela Aurora Frías
Jamila Patricia Carlos de Vergara
Comisario Claudio Julio Morales
El reparto se completa con Gema Bastante, Pablo Abad, Pedro Estrada, Camila Puelma, Rodrigo Blanco, Noelia Cano, Esther Santaella, Guillermo Pareja, Fran León y Rocío Margón
Música Iván Macías
Productor ejecutivo Dario Regattieri
Libreto Félix Amador
Director y coreógrafo Federico Barrios Fierro
Diseñador de vestuario Lorenzo Caprile
Escenógrafo Ricardo Sánchez Cuerda
Directora vocal Mª José Santos
Directora de vestuario Marietta Calderón
Director técnico Pablo Santos

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