Crítica «Llenos de gracia» – 25 Festival de Cine Español de Málaga
UNA PENA NO PODER PREMIARLA EN ESTE FESTIVAL
La película de clausura de la 25 edición del Festival de Cine de Málaga no ha podido ser más acertada. Ha sido brutal contemplar el segundo trabajo de Roberto Bueso, quién ya pudimos entrevistar y descubrir su talento con «La banda», y hoy nos ha explicado la vida de la monja Marina. Un espíritu del que nos encanta aprender, y que forma parte de una historia real que ha trasladado a la gran pantalla en «Llenos de gracia». Una de las claves puede ser cómo ha desvelado el propio realizador en rueda de prensa que ha contado con el mismo equipo que con su ópera prima. La unión como demuestra en el sentir de este film hace la fuerza.
Aquí Carmen Machi, vuelve a ser mi intérprete que convence. Da vida a esta mujer que llega a un colegio de niños huérfanos en el verano del 94. Niños que no tienen ilusiones y que no encuentran motivación ninguna a sus días, con lo cual sus frustraciones se convierten en gamberradas y en ejemplificar a quién no quiere ver más allá, que no sirve de nada darles una educación a jóvenes que ya están perdidos en su vida y no se les puede encauzar.
Rueda de prensa «Llenos de gracia» – Video realizado por Jose Vera
Esta religiosa no se quiso quedar con esa visión tan superficial, y aplicó sus conocimientos más sus lecciones de vida y de libertad para que pudieran encontrar un camino a poder ser algo en la vida. A descubrir sus valores y poder dirigir su destino hacia algo productivo, para ello utiliza el fútbol aunque podríamos utilizar simbólicamente cualquier deporte, y meterles de lleno en esos retos para lograr estar en la liga e ir superando las dificultades de cada partido les hace crecer y cambiar esa mentalidad hacia una salida social para su futuro. Encarna a una mujer especial y adelantada a su tiempo, que se movía como si no llevara el hábito.
Desde el guión está todo genialmente construido hacia nuestros recuerdos infantiles, pero también para conocer los corazones de estos 11 intérpretes, o diamantitos como lo define el propio Bueso, que nos ganan enseguida con esos ojos de incredulidad, que van pasando a disfrutar de su propia infancia. Ese equilibrio es maravilloso contemplar y la película te lleva de una manera fluida a alegrarte y extraer todos los conceptos e ideas que pretende transmitir desde la primera escena.
Es virtuoso poder disfrutar en esta Festival de películas como ésta que consiguen que esa idea de ir a ver algo en el cine para toda la familia se pueda cumplir. Que no tenga límite de edad porque todo lo que comunica llega a cualquier tipo de público, y da lugar a un abrazo común de haber sentido y entendido una genial trama. Que gustazo ha sido ver crecer a Roberto Bueso, y admito que ya estoy en poder de garantizar que va a seguir siendo un jugador profesional en este sector cultural al que tanto le hace falta su mirada. Se estrena el 8 de Julio.
Dirección
Guion
Música
Fotografía
Reparto
Productora
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