Crítica «The Beatles. Concierto Sinfónico» – Sohrlin Andalucía

AMARILLO ES

Aprovechamos una ocasión fantástica como es el concierto sinfónico de «The Beatles» de este fin de semana para conocer el espacio Sohrlin. Una idea escénica que no tiene contenido específico, pero que por su envergadura y características si logran encauzar un rumbo teatral en condiciones, se puede convertir en uno de los escenarios más importantes de Málaga, de Andalucía y por ende, de España.

Tiene la amplitud y el equipo técnico con el que poder sorprender a los espectadores colocándose en una de las zonas más adecuadas para acceder, y que el público sea de los fieles ofreciendo una programación atractiva.

En este caso, Antonio Banderas nos presenta en primera persona esta propuesta que, como le hemos escuchado en otras ocasiones, tiene una idea muy clara de los espectáculos comerciales con contenido enriquecedor, pero que se imprengan en una idea más de show business para atraer al público malagueño y fuera de nuestras fronteras. Este concierto es un modelo a seguir del celebrado en el año 1973 con la Boston Pop londinense, en el que prácticamente se han presentado el mismo repertorio de los «Beatles», añadiéndole por ejemplo las marionetas bellamente creadas por Ángel Calvente de «El espejo negro» o el coro de la Esaem de Málaga.

Como espectadora de este tipo de conciertos, aplaudo el cuidado en las versiones de los temas escogidos con una satisfacción tremenda en muchas transiciones que no esperaba, o añadirle algunos ritmos que le pegaban enormemente a la melodía sin ser los originales pero al momento se hacían genialmente reconocibles. Lo mejor de este concierto son el equipo artístico con el gran trabajo de creación y manipulación de Calvente, junto con el equipo de músicos que forman toda esta orquesta Larios Pop del Soho.

Pero se me sigue quedando corta la expectativa. Reconozco una idea que quiere ser grande, y que con tiempo y quizás otro tipo de perspectiva se podría llegar pero en esta ocasión la sensación es de querer haber experimentado algo mucho más rico en emociones y sensaciones. Contaba con unos elementos bárbaros para hacerlo, y la música es completamente increíble pero era sonar una canción tras otra, y en algunos momentos puntuales romper ese tono para que aparecieran las marionetas, trajes representativos, proyecciones interesantes o el gran coro de talentos vocales, pero el resumen general en mi caso es que sé con más ensayo y trabajo hubiera disfrutado muchísimo más.

Eso sí, los amantes de los Beatles estarán satisfechos porque esas canciones que forman parte de su vida están preparadas con una dedicación exhaustiva, mimo y energía que, efectivamente, precisan y además tendrán esa eterna sensación que podían haber tocado muchas más de la inmensa y crucial carrera de la banda británica.

Vayan preparando el submarino que amarillo es, mientras nos mantenemos a la espera de con qué historias nos quiere hacer llegar desde esta opción de futuro tan prometedora.

Músicos Orquesta

Dirección Musical

Arturo Díez Boscovich

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