YO DE  MAYOR QUIERO SER TERENCE HILL

Terrence Hill recibiendo el premio "Tabernas de Cine". Fotografía de Carlos Freire
Terence Hill recibiendo el premio «Tabernas de Cine». Fotografía de Carlos Freire

Anoche fuimos testigos de emociones sensacionales. Muchos invitados del Almería Western Film Festival, así como aficionados de este género que puebla todos los rincones de Tabernas, no pudieron reprimir sus lágrimas o plasmar su cariño hacia Terence Hill. Un actor que ha podido acompañar a generaciones muy diferentes y que, con sus interpretaciones, despertaba sueños o sonrisas que han formado parte de la existencia de muchos cinéfilos. Ayer se le entregó en el Salón de Carruajes de Fort Bravo el premio «Tabernas de Cine» y las previsiones se quedaron cortas ante tal número de personas que estuvieron allí.

Previamente al acto de entrega del premio «Tabernas de cine», pudimos visionar la primera colaboración entre Terence Hill y Bud Spencer» en la película «Tú perdonas, yo no» de Giuseppe Colizzi. Un adelanto para calentar el ambiente y recibir con más fuerza al intérprete.

Terrence Hill. Fotografía de Carlos Freire.
Terence Hill. Fotografía de Carlos Freire.

Terence Hill volvió a casa. A ese lugar que ha formado parte de su trayectoria cinematográfica y que le ha hecho ser uno de los actores universales por excelencia. La sonrisa cómplice no se le apartaba del rostro, al mismo tiempo que se podían comprobar sus eternos ojos azules, que no son de mentira. Al entrar en el Salón de Carruajes, muchas personas le ovacionaron con aplausos a su entrada y bajo esa inseparable gorra, se podía percibir el asombro ante tal cantidad de cariño e interés por poder tomarse una fotografía con él.

Juan Gabriel García tomó la palabra a su llegada y no menos esfuerzo en contener el ímpetu de muchas personas que se agolpaban para verle, y teniéndolo enfrente pudo confesarle su amor infantil hacia su figura. Su discurso comenzó con «Yo de mayor quiero ser Terence Hill» y pensaba en las muchas personas que tendrían esa oportunidad de poder contarle a sus ídolos, lo que han inspirado sus vidas y como este periodista aprovechó al máximo ese momento para trasladarle esos sentimientos. Le destacó como uno de los actores más grandes del western europeo y el cine mundial, explicaba que verle en la televisión se convertía en el mejor momento del día y que, evidentemente, la diversión estaba asegurada.

Posteriormente, se proyectó un homenaje donde se resumía parte de la filmografía de Terence Hill y que servía como regalo para el hecho de conseguir ese sueño de que estuviera en Almería y nos transmitiera esa ilusión por el cine que tanto plasmaba en sus personajes. Y se le pudo entregar ese premio «Tabernas de cine» con el que se sintió tremendamente contento, aparte de narrar alguna anécdota de su estancia en estos decorados tan impresionantes.

 

 

De hecho, en la rueda de prensa con los medios, nos trasladó alguno de esos recuerdos. Explicaba que «hacían cine con muy poco dinero pero que Almería la lleva siempre en el corazón». Hizo mención a Pepe «El Habichuela», uno de los figurantes más famosos del western que compartió mucho tiempo con el propio Terence Hill. Pero también rememoraba que en Aguadulce había comido con Bud Spencer, los mejores cóctel de gambas y que nunca los pedían en ningún otro sitio.

Rueda de prensa de Terrence Hill con los medios de comunicación. Fotografía de Carlos Freire
Rueda de prensa de Terence Hill con los medios de comunicación. Fotografía de Carlos Freire

Como era lógico, se le preguntó por su relación con Bud Spencer, con el que compartió protagonismo en 17 películas. «Nunca peleábamos», así lo narra Terence Hill, «le gustaba mucho comer y era una persona muy sencilla». El actor, se encuentra en proceso de rodaje de «La llamaban Maryam», película en la que trabaja como director, guionista y protagonista, lo que concuerda con la definición de trabajador incansable con el que concuerdan muchos de los profesionales que trabajaron con él y que se dieron cita también aquí en Tabernas. Nos dice «que la historia se narra en Italia y que finaliza en el norte de África, pero el escenógrafo me aconsejó para mi personaje, volver a Tabernas y eso me hizo muy feliz, quiero que sea una película muy bella y por ello, vengo a Almería porque de por sí, es bella»

Rodríguez López hace entrega de su cuadro a Terrence Hill. Fotografía de Carlos Freire
Rodríguez López hace entrega de su cuadro a Terence Hill. Fotografía de Carlos Freire

Al finalizar el encuentro con medios, recibió el regalo de Rodríguez López, un ebanista que ha compartido su exposición de cuadros de taracea durante estos días del Almería Western Film Festival, y que de entre ellos realizó uno sobre el propio actor que le hizo entrega. La taracea consiste en combinar distintas maderas para ir formando figuras, una técnica especialmente complicado de la que este artesano de El Ferrol se ha hecho un auténtico maestro.

Terence regresó con sus ojos azules para llegar a los ojos de muchas personas y estoy convencida que será un instante que se quedará en la memoria de los que estuvieron presentes, como sus apariciones en tantas películas que despertaron los sueños e ilusiones de muchas personas.

Terrence Hill. Fotografía de Carlos Freire
Terence Hill. Fotografía de Carlos Freire
Organización del Almería Western Film Festival en la entrega del premio "Tabernas de Cine" a Terrence Hill. Fotografia de Carlos Freire
Organización del Almería Western Film Festival en la entrega del premio «Tabernas de Cine» a Terence Hill. Fotografia de Carlos Freire
Terrence Hill saludando a aficionados en Fort Bravo. Fotografía de Carlos Freire.
Terence Hill saludando a aficionados en Fort Bravo. Fotografía de Carlos Freire.
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