Entrevista Alejo Sauras – Edipo a través de las llamas – Teatro Cervantes
¿HASTA DÓNDE ESTÁS DISPUESTO A LLEGAR PARA SALVAR A TU GENTE TENIENDO EN CUENTA QUE ESA SALVACIÓN PASA POR TU PROPIO SACRIFICIO?
Otra entrevista cumplida, y me alegra enormemente que sea en esta ocasión. Le tenía la pista a Alejo Sauras tras una trayectoria largamente conocida en diferentes facetas artísticas, además de un agradecimiento personal por las veces que ha sido sumamente amable cuando he tenido la ocasión de intercambiar palabras en el Festival de Cine de Málaga. En este caso, es su primer gran protagonista importante en el teatro de la mano de Paco Bezerra y Luis Luque con «Edipo a través de las llamas». Así nos lo cuenta.
P: ¿Edipo sería ahora un héroe?
Alejo Sauras: Yo creo que si. De hecho yo considero que faltan muchos «Edipos» en el mundo ahora mismo. Es posible que el mundo va como va por la falta de «Edipos»
P: Aunque tengamos nuestros valores, a veces aunque no queramos el destino nos aguarda otros caminos a los que hay que enfrentarse
Alejo Sauras: Nadie quiere realmente por muy héroe que uno sea afrontar las soluciones fatales, sobre todo cuando las tiene que llevar uno a cabo. Pero en este caso, yo creo que está de rabiosa actualidad. Lo ha estado siempre, lleva 2.500 y pico años escrita esta función y siempre ha sido actual, y yo creo que ahora lo es más todavía. No sabría decir por qué motivo, si por la super población, por todo a lo que tenemos acceso, el nivel de vida al que hemos llegado y al que nos hemos acostumbrado, pero es cierto que las personas cada vez reducimos más ese círculo de personas por las que estamos dispuestos a sacrificarnos y a dar algo de nosotros. Y eso es lo que nos plantea Edipo, ¿hasta donde estás dispuesto a llegar para salvar a tu gente teniendo en cuenta que esa salvación pasa por tu propio sacrificio, de alguna manera?. Yo creo que a día de hoy, ese círculo en la mayoría de los casos se reduce a la familia más cercana de uno, y eso es una tragedia realmente como lo es propiamente Edipo. Porque somos muchas personas y vivimos todas juntas aunque no seamos familia cercana, uno tiene sus vecinos, sus amigos del barrio, sus compañeros de trabajo o de clase, y por mucho que les queramos no estamos dispuestos a sacrificarnos por ellos. Y eso es lo que posiblemente condena a la sociedad.
P: Es un Edipo para esta generación
Alejo Sauras: La función está escrita en una época en la que se planteaba hasta donde se sacrifica un líder por la gente que lidera. Pero esto nos plantea un problema muy grande en el que nadie duda a día de hoy en que un padre y una madre están dispuestos a sacrificarse por sus hijos, nadie lo pone en duda pero, ¿y por las otras personas que también están cerca de ti y con las que también convives, y con la que también tienes una relación?. Tu vida es, de alguna manera, tu vida porque también están ellos y porque ellos también hacen otras cosas por ti. Esto es un intercambio pero ese intercambio tiene unos límites, ¿dónde están esos límites? ¿hasta dónde estamos dispuestos nosotros a hacer por los demás y por ayudar a los demás?. Llega un punto, que es lo que plantea Edipo, en el que esto hay que hacerlo. No hay marcha atrás. No podemos quedarnos en casa esperando a que pase la tormenta, la tormenta somos nosotros mismos entonces plantea un problema muy grande. Nos faltan Edipos, nos faltan personas dispuestas a salir a decir «yo lo hago».
P: Nos lo presentáis como esa pesadilla a la que Edipo tiene que enfrentarse y como dices, sacrificarse por los demás
Alejo Sauras: Todo aquello que no nos gusta nos lo planteamos como una pesadilla nosotros mismos. Cuando nos enfrentamos a algo que no nos gusta, nos lo planteamos como una pesadilla que va a terminar. Y además volcamos esa responsabilidad en esas personas a las que nosotros hemos votado para que dirijan nuestra sociedad, pensamos que ellos son los Edipos y ellos en la mayoría de las casos no pueden estar más lejos de ser esos Edipos en los que nosotros confiamos. Hemos votado a alguien para que maneje nuestro dinero, pero no hemos votado a alguien que sea comprometido siquiera a salvar nuestro mundo de alguna manera. Estamos en esa tormenta de fuego que contamos en Edipo, en nuestro caso es un fuego que rodea a la ciudad, y que se va acercando y va a acabar quemando a todo el mundo, y alguien tiene que pararlo. Y es que para nosotros no hay nadie que esté dispuesto a pararlo, hay pequeños Edipos que están en sus casas y que se conectan a través de internet, y que nos dicen cosas pero primero, no sabemos identificarlos pero hay millones y no sabemos cuales de ellos hablan con la verdad en la mano, y segundo que nadie les da la importancia que tienen para poder llevar a cabo las acciones necesarias. Todo indica que al final nos vamos a quemar.
P: Este papel considero que estaba para ti, y tengo entendido que tardaste poco en aprendértelo
Alejo Sauras: Cuando me llegó el texto, fue un palo tremendo porque empecé a pasar páginas y ver el nombre de mi personaje en casi todas las frases, y pensé «esto como puede ser, cómo me voy a aprender todo esto y soltarlo dentro de un personaje con la interpretación que esto requiere». Luego supongo que la presión es lo que nos modifica algo por dentro, y cuando crees que no puedes hacer algo pero tienes la obligación de hacerlo, al final sale. Me puse a estudiar y la verdad es que me entró en la cabeza mucho más sencillo y mucho más orgánico de lo que yo me esperaba.
P: Os presentáis con un reparto muy joven y multirracial
Alejo Sauras: El autor y el director querían plasmar la diversidad mundial que en el momento que se escribió la función era Grecia. Grecia era el gran puerto del mundo, y todas las personas que viajaban buscando un futuro mejor o se cambiaban de país solían acabar en Grecia por todas las oportunidades que ofrecía geográficamente y de lo que en esa época se llamaría industria. Ellos han querido reflejar eso con una diversidad racial y de origen muy grande, que además a nosotros como compañía nos enriquece muchísimo porque imagínate como son nuestras conversaciones y nuestra convivencia. Yo lo estoy disfrutando una barbaridad
P: ¿Crees que en 2023 podremos lograr que ese fuego se aleje?
Alejo Sauras: Yo espero que si, que por lo menos nos haga pensar y reflexionar qué hacemos y hacia dónde vamos. Es que el lugar hacia el que nosotros vamos es el peor lugar hacia el que va el mundo. Aunque llevemos una vida sencilla en la que nos levantamos, vamos a clase o al trabajo, disfrutamos un rato y nos metemos en la cama. Nosotros somos los que conducimos al mundo, el mundo va hacia donde vayamos nosotros. Entonces tenemos que plantearnos eso, que nuestra vida no es solo nuestra vida, es la vida de todos y el lugar hacia el que el mundo va. Tenemos que plantearnos hacia donde queremos llevar ese mundo, también piensa que en estas fechas y en este momento del mundo en el que vivimos es el que más gente se cuestiona para qué servimos. Hay mucha depresión en el mundo a día de hoy provocada por muchas personas que no saben qué función cumplen en la vida, ni de qué sirve todo el esfuerzo de trabajar, de estudiar y de todos los esfuerzos que llevamos a cabo en nuestro día a día. Eso es un problema porque es el momento de la historia mundial en el que, en teoría, más felices deberíamos vivir porque más opciones tenemos en todos los aspectos. El ser humano nunca ha disfrutado de tanto tiempo libre, de tanta cultura y de tanto ocio, y sin embargo eso nos hace encerrarnos en nosotros mismos. Eso también lo plantea la función: ¿qué estamos haciendo con nuestra vida?
Tengo muchas más ganas de disfrutar de esta función este jueves 19 a las 20:00 en el Teatro Cervantes. Esas reflexiones son muy necesarias, y no es casualidad que los clásicos siempre vuelvan en los momentos que hacen falta. Como bien dice, Alejo Sauras, «ojalá nos haga pensar y reflexionar qué hacemos y hacia dónde vamos», esperemos que sea algo que ocurra en este 2023 recién estrenado.
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