Entrevista Ana Porras – Vacíos y otras taras
CREO QUE TODOS TENEMOS UNA VOZ INTERIOR QUE NOS DICE CUÁL ES LA VERDAD
«Vacíos y otras taras» de Ana Porras, un libro de relatos que enfrenta a toda una generación de mujeres a sus miedos, expectativas y creencias. A sentirnos identificadas con vivencias que nos son familiares pero no sabemos darle el sujeto, verbo y predicado. Hablamos de ello con la propia autora, Ana Porras.
P: ¿Cómo decides sacar el libro en este tiempo de desconcierto?
Ana Porras: A mi me pasó que justo en el momento de confinamiento, ya tenía una revista online y coincidió con que todo el mundo estaba en internet. Estaba la gente en casa, sin trabajar o al final la única forma que teníamos de saber del mundo exterior era a través de eso, de internet y de las redes sociales, y nosotros con la revista llegamos a récords absolutos de visitas. Brutal. Nos leyeron más que nunca. ¿Cuál es el problema?. Que la revista se sustentaba por los anunciantes, los anunciantes en aquel momento tuvieron que cerrar sus empresas, como tuvo que cerrar todo el país y muchos nos retiraron el apoyo, evidentemente, y otros se mantuvieron pero negociaron el precio hasta el punto de que seguir con la revista, que ya para entonces si te soy franca no era rentable, fue como decirme ¿qué hago?. Tengo más visibilidad que nunca, menos ingresos que nunca, ¿por dónde sigo?. Fueron unos meses de mucho trabajo, de tener poco tiempo y yo decidí tener tiempo para aburrirme, apuntarme a una clase de yoga online y mi momento de tomar la decisión llegó después. En el verano de 2020, estuve bastante revuelta dándole vueltas a que podía hacer y qué tenía que hacer, no sabíamos cuando sé iba a acabar esto, de hecho seguimos todavía en otras circunstancias pero seguimos todavía con la pandemia y los eventos no los podía hacer, porque eso si estaban totalmente prohibidos en aquel momento. Cuando pasó el verano, yo estaba sumida no puedo decir en una depresión porque tengo mucho respeto a las personas que pasan una verdadera depresión, pero sí estaba metida en una nube negra que era un horror. No sabía qué hacer con mi vida, por dónde salir y ahí me fui tres días sola, un poco como estamos acostumbrados ahora, voy a coger y poner en un papel cómo quiero que sea mi vida en los próximos años, qué puedo hacer para conseguirlo, acción y acción. Cuando me vi que estaba sola, que por fin eso lo había hecho porque el problema es que siempre estamos con la acción, siempre estamos haciendo y no nos paramos a volvernos a nosotros mismos, yo creo que todos tenemos una voz interior que nos dice cuál es la verdad y qué nos está pidiendo realmente nuestra alma, nuestro cuerpo o lo que cada uno quiera honestamente. Yo en aquel momento me escuché, me dije: «Ana, tú lo que llevas es toda la vida queriendo escribir un libro, llevas toda la vida diciendo que ya llegará un momento para hacerlo, que ya se darán las circunstancias económicas y ahora los planetas se alinean para que ese momento sea ahora». Yo hablé con mi marido que es otra cosa que he tenido que luchar como mujer que ha crecido siempre con independencia económica, lo hablé con él y le dije: «creo que lo que tengo que hacer ahora es esto». Le pedí que iba a escribir o al menos intentarlo, y si no lo conseguía se acabó y no se me caían los anillos en trabajar en cualquier cosa, retomar el proyecto y al hablarlo con él me dijo «adelante, yo te apoyo, donde tu no llegues, llego yo, date un tiempo». Y ahí fue realmente cuando sin cerrar la revista, que sigo escribiendo algún artículo de vez en cuando, estoy totalmente centrada en escribir. Tenía una novela medio terminada que había ido escribiendo poco a poco, en ratitos libres y la terminé. Escribí una segunda novela que es la que estoy corrigiendo ahora, porque en septiembre se la tengo que mandar a la correctora, una correctora profesional y estaba escribiendo una tercera novela en aquel momento, tenía en reposo la segunda, y me presenté a un concurso de relatos de Unicaja, entonces cómo estaba tan dislocada con la tercera novela, dije: «sigo escribiendo relatos». Más que nada por no perder la disciplina, yo esto me lo tomo como un trabajo, me siento en el ordenador, no me levanto hasta mediodía, por las tardes ahora en verano con el calor cuesta más escribir, pues lo que hago es que sigo formándome, me hago cursos o leo algún libro de estilo, ese tipo de cosas. Quería seguir escribiendo, y empecé a escribir relatos y hubo un día que me di cuenta, sin ninguna pretensión si no por ejercitarme y por todo eso que estaba aprendiendo en esos cursos de estilo, ponerlo en práctica y ahí fue cuando dije: «aquí hay una historia en común». Son historias de diferentes mujeres, había también algún hombre que luego las saqué, pero es que al final estaba reflejando aquí los vacíos y las taras de una generación de mujeres, que es la mía, y creo que puede ser interesante publicarlo. En aquel momento, se lo planteé a mi marido porque yo necesitaba enfrentarme a mi miedo de llamarme a mi misma, escritora. Leí hace poco que Isabel Allende, una de las autoras latinas más vendidas del mundo, que ella necesitó publicar su tercer libro para poder creerse que era escritora. Y a mi me pasaba un poco igual, necesitaba dar ese paso. Ahí fue cuando surgió: «vamos a publicar Vacíos y otras taras«. Voy a publicarlo y voy a por ello, habrá a quién le guste, habrá a quién no le guste porque esa es otra cosa a la que te tienes que enfrentar, así que si a la gente no le gusta, pues que no lo compre.
P: Animo a la gente cuando lea este libro que no vayan buscando qué hay de realidad o ficción, o autobiográfico si no que se dejen fluir por lo que cuentas
Ana Porras: Yo digo que hay hechos reales, hay partes muchos de ellos que es un hecho real. Por ejemplo la historia de la mujer que aparece su madre después de haber desaparecido 25 años, eso es un titular de una señora que apareció en Galicia 25 años después de que la dieran por desaparecida. Es lo único que es real de esa historia, luego si creo que en el libro en ese relato y en todos hay mucha verdad. Hay cosas reales pero sobre todo hay mucha verdad.
P: Dices que «La vida es una sucesión de relatos que están por escribir»
Ana Porras: Yo no doy lecciones a nadie ni le digo a nadie qué tiene qué hacer con su vida. Pero sí, y nos habrá pasado a la mayoría, es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que en la propia. Muchas veces a través de historias que le pasan a los demás, te das cuenta de cosas que te estás limitando tú o fallos que estás cometiendo tú, y es un poco el ponerte delante del espejo. Aquí puedes ver reflejadas tus propias limitaciones, muchas de tus creencias que te frenan y avanzar. Ves más el potencial en los demás o los fallos de los demás, que los tuyos propios. Yo sí que creo que es un libro que, dependiendo de tu propia biografía, lo que hayas vivido y tus experiencias, te puede ayudar a crecer. A crecer como mujeres, a desprenderte de esas capas, de esa armadura que nos vamos creando y decir «y ¿por qué no doy un paso más y por qué no me lanzo?». A veces cuando nos lanzamos tenemos tanto miedo, y no pasa nada. No pasa absolutamente nada.
P: Lo pueden conseguir en Amazon, en tu web en una edición especial y en un puesto de hamacas muy especial también
Ana Porras: Todos los autopublicados nos queda la cuenta pendiente de ver nuestro libro en una librería. Y es muy difícil introducirlo cuando autopublicas. Yo he seguido todo el proceso de una editorial, he contratado correctora profesional, una maquetación profesional y todo eso ha estado muy cuidado para que el producto finalmente tenga mucha calidad. Entonces es verdad que me quedé con la cosa esa de no tenerlo en librerías, y yo sí que pensaba que cuando pasara el verano, tiendas de modas o alguna librería que conozco a ver si lo pueden poner, y dio la casualidad de que mi padre que es una persona bastante mayor, tiene casi 80 años y sigue teniendo un puesto de hamacas en la playa de Los Boliches, en Fuengirola, y sigue trabajando y es un trabajo durísimo. Él como ya era verano cuando empecé con las presentaciones, pues lo típico de decirle quiero que vengas a las que haga presenciales, por lo menos en Fuengirola, y él muy serio me dijo que no porque no podía echar a sus clientes que habían venido a pasar los días en la playa y disfrutar para él venirse a las presentaciones. Me sentó un poco mal porque me gustaría que mi padre estuviera, pero dije: es su forma de ser, no voy tampoco a luchar contra eso. Enseguida cuando presenté los libros, me dijo que le había vendido el libro a una cliente y que se lo firmara. Y eran dos o tres, hasta que empezó a encargarme todos los días libros firmados y empecé a llevarle una caja de imprenta que vienen unos 29, y si quieres de vez en cuando voy y firmo a tus clientes. La vendió enseguida. El pobre me llamaba y me decía: «se lo he vendido a una clienta que vive en Bélgica, así que tu libro va para allá». El libro va a viajar más este verano que yo, pero fenomenal. Y es súper importante porque es gente a la que yo no llego, y al final si les gusta, lo recomendarán o se lo dejaran a una amiga que lo lea, y está vendiendo que me va a convertir en best seller.
P: Esa novela que está corrigiendo esa correctora profesional es la que saldrá a final de año
Ana Porras: Tengo dudas porque la primera novela que tengo escrita y corregida, estaría para publicar pero sí que es verdad que quiero cambiar el primer capítulo porque es un monólogo de la protagonista, es una novela escrita en primera persona, y tiene mucha crítica social de la época ésta que nos ha tocado vivir, que hay que ser happy por narices y la felicidad tiene que ser una explosión continua y no es así. Con los años me he dado cuenta que la felicidad es esa paz interior, esa plenitud o ese momento en el que dices: «estoy tan bien ahora». Y a lo mejor estás tan tranquila con un libro en la playa, no estás en un momento de fiestón, ni de risas y ese capítulo lo voy a cambiar, porque todas las lectoras que son personas a las que se le manda el libro antes que se publique, para que te den su opinión, si puede haber algún fallo en la trama o un personaje que aparece y desaparece, porque escribir una novela no es fácil y entonces todas me dijeron que el primer capítulo se les hacía lento, y a partir de ahí volaban y se enganchaban, entonces ese primer capítulo sí que lo quiero cambiar y estaría preparada para publicarse. Pero es verdad que la novela en la que estoy trabajando ahora que es la que le tengo que mandar, que no sé cuando lo voy a hacer porque voy lentísima con todo el tema este de la promoción y las ventas, y es normal también porque hay que disfrutar los momentos. No sé si voy a publicar primero la que tengo hecha o voy a publicar ésta, porque a mi ésta que estoy ahora me gusta muchísimo más. Me parece una novela mucho más madura. La otra es muy bonita pero me dijo mi marido cuando la leyó que es un peliculón de Antena 3 de los sábados por la tarde. Yo creo que tiene un público, se trata de una mujer de unos cuarenta y pico años, separada con hijas que se mete en una relación muy tóxica y en este momento llegan a su vida personas, dos mujeres más a las que no conocía y conoce por circunstancias que son las que le dan ese impulso para salir de esa relación y construirse ella misma. No sé cual voy a publicar antes, pero sí que quiero que antes de final de año haya una novela mía en el mercado. Me encantaría y significaría que realmente empieza ya una carrera como escritora, con un catálogo que es lo único que te permite vivir de esto ahora mismo. Se está vendiendo el libro y vamos a sacar una segunda edición de la edición especial, se han vendido prácticamente todos los ejemplares. Normalmente las editoriales medianas y grandes en España, como mucho están sacando porque han apostado por sacar a mucho escritor, apuestan por muy pocos a la hora de promocionar, pero sacan a muchos escritores con muy poco apoyo luego en publicidad, y en las librerías los libros están a lo mejor una semana. El mercado editorial está cambiando, eso es una realidad. Y como mucho sacan 2000 ejemplares de un libro, a no ser que seas Javier Castillo y van a por 100.000 del tirón porque saben que los va a vender, eso o María Dueñas o Dolores Redondo. El resto pues sacan muy poquitos ejemplares porque tampoco arriesgan, es una empresa. Yo dije de ir por 300 pero me parecía una barbaridad, no voy a vender eso aunque sean de la edición especial, pues se han vendido. Y todavía no se ha cumplido un mes desde que salí. Se han vendido y vamos a por una segunda edición, que la vamos a mandar precisamente a imprenta, y esa es otra cosa que me he tenido que quitar. Esto es una carrera de fondo porque al final es verdad que no es algo que se vaya a caducar, el libro de relatos dentro de un año sigue estando vigente. Para mi «Vacíos y otras taras» ha sido enfrentarme a muchas cosas mías y a muchos miedos.
El siguiente libro saldrá a final de año y esperamos que sea otra muestra para poder desprendernos de esas capas que nos cubren siempre. Mientras tanto podéis conseguir «Vacíos y otras taras» en Amazon y la edición especial pinchando AQUÍ.
Y si queréis escuchar la entrevista con Ana Porras, solo tenéis que pinchar en este enlace:
https://www.ivoox.com/entrevista-ana-porras-vacios-otras-taras-audios-mp3_rf_73288083_1.html
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