LO QUE CREÍAS QUE IBAS A VER, NO ES LO QUE HAS VISTO

Para tentarte con un buen plato, el aroma y la presentación deben ser unas excelentes herramientas para conseguir tal objetivo. Y en una obra de teatro como «Idiota» donde el thriller y la comedia se dan de la mano y, por tanto, esos giros dramáticos inesperados ayudarán al resultado de una buena sensación teatral, nos hacen que la información que podamos dar sea la precisa para que el efecto sea el que pretende todo el equipo de Kamikaze Producciones. Su primera aventura teatral levantando el Teatro Pavón Kamikaze será esta pieza del autor Jordi Casanovas, que ha dirigido el infatigable Israel Elejalde y que protagonizan Gonzalo de Castro y Elisabet Gelabert y con esta sentencia de «lo que creías que ibas a ver, no es lo que has visto», que el propio director nos desvelaba en rueda de prensa podemos poner los ingredientes apetecibles para que no se la pierdan desde su estreno este Jueves 8 de Septiembre hasta el 30 de octubre.

Entrevistamos posteriormente a la rueda de prensa, a la actriz protagonista Elisa Gelabert.

P: Es una obra que juega con dualidades, sentirnos idiotas y que nos hagan sentir idiotas y luego el thriller y la comedia

Elisabet Gelabert: Es difícil hablar de esta función porque tiene algo de thriller, entonces cuanto más hablas, más desvelas cosas. Es interesante porque yo creo que lo más divertido para el público cuando vengan a ver las funciones de «Idiota», es no saber nada. Realmente arranca como una comedia. Gonzalo de Castro no es sólo un actor cómico, pero aquí está cómico a más no poder y provoca unas carcajadas enormes porque su personaje es así. Es un idiota a primera vista. El típico idiota que te puede provocar hilaridad pero luego la cosa se va tornando y va llegando a unos sitios más oscuros, más siniestros y podríamos llegar a decir también macabros. Esa risa empieza a congelarse y uno ya no sabe muy bien, tanto el público como el personaje, qué lugar cómodo hay para encontrarse.

P: Habrá sido un reto importante en los ensayos el tener ese poder con el público

Elisabet Gelabert: De hecho, mi personaje es el que maneja los hilos en todo esto y, a la vez, yo tengo a alguien que me maneja arriba pero que no aparece. Es alguien a quién se evoca de vez en cuando pero en realidad, yo soy la que llevo las riendas del espectáculo. Y es curioso que me lo digas porque es cierto, en los ensayos le llevaba las riendas al personaje de Gonzalo pero ahora se las llevo también al público. Ahora yo estoy dirigiendo al público y además tengo que jugar ahora con las risas y los momentos de Gonzalo para no perder el ritmo porque es muy importante en esta función. Esto es casi un monólogo a dos voces, estamos los dos permanentemente dándonos la réplica. Han sido unos ensayos muy exigentes y el estudio del texto también porque es endiablado. Ensayábamos cuatro horas porque ya no nos daba más, porque estábamos los dos solos todo el tiempo. Los dos hablando y concentrados en nuestra partitura. Entonces, a las cuatro horas ya no éramos capaces de hablar ni de respirar.

P: ¿Te pudiste aguantar la risa en los ensayos?

Elisabet Gelabert: Los ensayos me han dado el oxígeno de que se puede volver a repetir. Pero ahora no puedo y sí que me tengo que reprimir en toda la primera parte. Así como al final, me tengo que reprimir también que me arrastre la emoción de su humanidad porque su personaje pasa por lugares muy oscuros y muy duros y, por tanto, mi ser humano se ve tocado también, aunque mi personaje lleve una máscara de frialdad.

P: Esa frialdad se remarca con el hecho de que la doctora Edel, tu personaje, ¿sea alemana?

Elisabet Gelabert: Ayer estuvimos hablando de ello con Jordi y hay una parte del texto en la que se dice. Este experimento que aparece en la obra está en otros países también, se habla de Grecia, España y tiene que ver con la situación económica que vivimos nosotros y que estamos supeditados a lo que se dice en Alemania.

P: Os ayuda mucho el espacio que se ha creado con la escenografía y la iluminación para dar ese ambiente de encerramiento

Elisabet Gelabert: La escenografía juega un papel muy importante en esta función. Tiene algo que te puede recordar a los años 60, una estética de cómic y cinematográfica y de espacios que no sabes muy bien dónde pueden estar. Un subsuelo clandestino, tal vez. Unas puertas que se cierran y no sabes si vas a poder salir de ahí. Esta atmósfera pesadillesca tiene mucho que ver con la obra y la viste muy bien.

Gonzalo de Castro y Elisabet Gelabert en "Idiota"
Gonzalo de Castro y Elisabet Gelabert en «Idiota»

P: Me inquieta este teatro incómodo que me va a hacer sentir idiota y reflexionar sobre ello

Elisabet Gelabert: Es una maestría lo que ha hecho Jordi Casanovas. Realmente si que tiene una vocación de entretenimiento, de atraer a mucho público y todo tipo de público pero, al mismo tiempo, encierra muchos juegos más complejos de lo que aparecen. Y muchas reflexiones que, además, sorprenden porque cada uno saca la suya. Yo he tenido comentarios de amigos que me han dicho cosas que no habíamos pensado ninguno.

P: Creo que Israel te ayudó mucho a la confección de tu personaje

Elisabet Gelabert: Me dio desde claves físicas y de movimiento hasta actitud corporal. Eso es alimento para el actor y tú lo vas transformando en una psicología. Yo trabajo mucho desde el cuerpo y que el cuerpo me de la psicología del personaje. Hay muy poca información de ella. El personaje de Gonzalo de Castro, Carlos Varela, tiene mucha información sobre su vida privada y sus gustos. Pero, sin embargo, de la doctora Edel no se da nada apenas, ninguna información. Por eso, he tenido que construir a alguien y ha sido difícil pero muy rico y divertido.

P: ¿Eso es lo mejor que te llevas de esta experiencia?

Elisabet Gelabert: Si. Eso y trabajar con Israel como director que ha sido una experiencia preciosa. Y encontrarme con Gonzalo porque hemos coincidido en una película dirigida por Miguel del Arco con un elenco espectacular. Era la primera vez que trabajábamos juntos pero así mano a mano en teatro, nunca. Y en una experiencia como ésta que estamos los dos muy solos y nos agarramos el uno al otro con miradas en las que estamos más que unidos.

En la rueda de prensa, el dramaturgo, director y miembro de este equipo Kamikaze que capitanea el Teatro Pavón Kamikaze, Miguel del Arco, nos desvela que el programar para arrancar esta iniciativa una obra como «Idiota» es claramente una «declaración de intenciones», en la que van a apostar por la dramaturgia contemporánea. De hecho, además de «Idiota» ya hay programadas como teatro de repertorio que es en lo que se va a convertir este espacio escénico, muchas de las funciones ya conocidas de la trayectoria de «Kamikaze Producciones», pero también de otras compañías como «Perra Vida» a partir del 14 de septiembre o de un autor, igual de prolífico que Jordi Casanovas, como es Ignasi Vidal con «El plan». 

«La función por hacer» volverá a recuperar el espacio en el que fue concebida y, a partir del 9 de septiembre» se podrá ver en el ambigú del propio Teatro Pavón Kamikaze con la filosofía de dividir los espacios en función de las características de los espectáculos.

El autor, Jordi Casanovas, marcaba la curiosidad de la familia Kamikaze y es que en el 2010 fue a ver precisamente, «La función por hacer» en el Teatro Villaroel de Barcelona mientras observaba a Miguel del Arco tomar notas pensando si alguna vez podrían trabajar juntos. Cuando Jordi estrena «Un hombre con gafas de pasta» en Madrid, tiene la oportunidad de conocerles y así surgió la magia de que sea una realidad el unirse para sacar un texto como «Idiota».

También tuvimos la ocasión de entrevistar al director Israel Elejalde calmando los nervios de estar ante uno de los actores que más me cautivan encima del escenario y que estoy, como loca, por descubrir su faceta como director, ya que no tuve la oportunidad de ver su primera obra dirigida, «Sótano».

P: ¿Qué es «Idiota»?

Israel Elejalde: Es una comedia que después no es comedia, se convierte en un thriller con tintes cómicos. Es una obra que gira entorno a dos ejes fundamentales, uno que es el arquetipo del idiota, ese personaje que ninguno creemos ser pero que, de pronto, empezamos a descubrir en un momento dado que quizás no está tan lejos como nosotros queríamos o creíamos que estuviera y el otro eje es la relación con la autoridad, ese miedo atábico o esa sensación que tenemos en estas sociedades occidentales tan complejas de que, finalmente, hay algo por encima que nunca controlamos. Una serie de personas que toman las decisiones y que nosotros no conocemos. Finalmente siempre estamos siendo analizados que, de alguna forma, parece que somos libres pero lo que realmente pasa es que respondemos a una serie de provocaciones que ya estaban medidas anteriormente. Hay mucha literatura de ciencia ficción sobre ese miedo atábico y ese mecanismo estatal controlador como «1984» de Orwell o «Un mundo feliz» de Huxley y aquí es el juego de un idiota que nos produce gracia porque no es nosotros pero, poco a poco, vamos descubriendo esa fina ironía que ha dejado Jordi Casanovas en la que todos quizás somo un poco idiotas.

P: ¿Qué es lo que crees que ahora quiere el público que va al teatro?

Israel Elejalde: El público acude al teatro a entretenerse pero la palabra «entretenimiento» parece que tiene que ser, abandonar cualquier forma de reflexión crítica y a mi eso no me interesa mucho. Tampoco me interesa nada el teatro dogmático, el teatro que dice como es la realidad, que dice como hay que hacer las cosas y que dice lo que está mal y lo que está bien. Yo creo en un teatro que haga preguntas, que ponga un espejo donde el público se sienta reflejado y después que, cada espectador, decida intentar completar aquello que ha visto dentro del escenario. Dependiendo del tipo de obra, esa reflexión será más profunda o no. Tiene que haber teatro para todos. Creo en un teatro popular, para todos los públicos. Como también me encanta el teatro de vanguardia pero el teatro para todos los públicos es una buena temperatura de la calidad media cultural de un país.

P: Nos vendría bien no etiquetar tanto

Israel Elejalde: Las etiquetas, en general, son malas. Pero también la lucha contra las etiquetas es necesaria. Cuando yo hablo de teatro popular, hablo del teatro de Shakespeare o de Lope que hacían teatro para todo el pueblo. Iban eruditos como iba gente de la calle a divertirse. Ellos sabían muy bien entremezclar ese tipo de niveles para que ninguno se sintiera defraudado. En los corrales, teníamos desde la persona inculta que no sabía leer hasta un conde, un monje o una persona de la realeza que era culta y sabía leer y todos se divertían. Ellos sabían controlar mucho eso porque necesitaban a todos esos tipos de público y daban obras con diferentes estratos.

P: ¿Qué retos tuviste como director en «Idiota»?

Israel Elejalde: Yo soy actor así que todo lo que tiene que ver con los actores, en general, es un trabajo con el que me siento muy cómodo. En el proceso de la obra, cómo medir los tiempos, las reacciones, el proceso vital de los personajes y el viaje que ellos hacen, eso para mí es algo que, por mi experiencia de actor, conozco muy bien y me siento cómodo. Ser director no es solamente eso, también hay un plano estético y encargarte de una serie de cosas como la concepción de una escenografía, las luces, sonido y, en todo eso, me he sentido menos cómodo por una razón obvia, soy todavía un novato y estoy aprendiendo también a hacer ese tipo de trabajo. A la vez, ha sido un sitio muy interesante, precisamente porque es bonito ser un novato y que te descubran cosas.

P: ¿Cómo fue el trabajo con los actores?

Israel Elejalde: Al principio soy un director muy meticuloso, porque también soy actor y doy muchas notas. Estoy muy encima de ellos y después, me gusta ir quitándome de ahí y abandonar para ir dejándoles a ellos. Creo que como actor, yo intento ser el director que a mi me gusta recibir. En la primera etapa de los ensayos, tienes que saber más que los actores, sobre todo porque los actores tienen que pasarlo todo por el cuerpo y aún no están preparados. Con lo cual, necesitas a alguien que te esté dando información y llega un momento en que el actor, empieza a reconocer el camino y poco a poco, tiene una información muchísimo más física, por lo tanto más verdadera, de lo que está ocurriendo. A partir de ese momento, el director tiene que empezar a apartarse y, de alguna forma, empezar a disfrutar de la creación de esos actores y ya solamente hacer pequeñas indicaciones para llevarlo o mantenerlo, dentro del marco que tú has querido concebir. Eso es lo que he hecho. Las dos primeras semanas estaba todo el rato encima de ellos y, después, he ido desapareciendo totalmente hasta que finalmente daba pequeñas notas pero me gustaba ser más espectador y disfrutar de lo que ellos iban creando.

Israel Elejalde, Jordi Casanovas y Miguel del Arco durante la rueda de prensa de "Idiota"
Israel Elejalde, Jordi Casanovas y Miguel del Arco durante la rueda de prensa de «Idiota»

P: ¿Cómo fue la primera vez que lo viste?

Israel Elejalde: No me acuerdo porque el proceso lo he ido viviendo día a día. Es como cuando ves a un niño después de tres años y dices, «cómo ha crecido» y la madre no se ha dado cuenta porque le ha visto, día a día, creciendo. Una obra de teatro es igual. La ves día a día y entonces, no hay una primera vez realmente. Si que es verdad que hay una primera vez que lo ves todo seguido y te entran, sobre todo, miedos. Porque tu vas creando y, de pronto, lo lanzas todo. Te das cuenta cuando has acertado y que eso que estabas haciendo, poco a poco, funciona y luego te das cuenta que te falta algo o se te ha ido algo y vas tocando. Es una sensación muy de día a día.

P: ¿Hay una reflexión más en general que te gustaría que el público recibiera, como el hecho de no asimilar quedarnos como idiotas y que se pueden conseguir cosas?

Israel Elejalde: Me gustaría que el público pensara pero tampoco me gusta imponerlo. Yo creo que si alguien ya va al teatro es porque quiere pensar. Lo pongo ya de entrada. Pienso que el público sabe lo que va a ver y cuando entran a ver una obra de Kamikaze, en general, tienen unas expectativas de entretenimiento pero, también, de que quieren llevarse algo. Eso es una labor de ellos. Yo pongo unos elementos para invitar a reflexionar y a divertirse, también. Finalmente, la responsabilidad la tienen ellos. Todos pensamos que instalarse en la inacción, no es bueno. Evidentemente, hago teatro para remover esto un poco y mostrar aquello del mundo que no me gusta o que creo que no funciona bien, muchas veces sin saber como se puede arreglar. Yo soy artista, no tengo ni idea de como se pueden arreglar las cosas. Solamente puedo decir aquello que creo que no va bien, pero no la solución.

P: La gente ha respondido muy bien al comienzo de esta andadura teatral en el Teatro Pavón Kamikaze

Israel Elejalde: La gente quiere ver teatro, más allá incluso de este proyecto. El teatro, a pesar de que se ha precarizado desgraciadamente y mucho en estos años, ha conseguido fidelizar al público. En ese punto, es de las pocas lecturas positivas que podemos hacer. Esto, junto con toda la dramaturgia que ha salido en estos últimos años. En todo lo demás, la lectura es bastante negativa.

P: El hecho de que hayas escogido este segundo texto como director, habla bien precisamente de esos dramaturgos que aún nos esperanzan de contar muchas cosas diferentes en el teatro

Israel Elejalde: Hay tantas cosas de las que hablar y tantos textos buenos que me moriré y no habré hecho todo lo que me apetezca. Afortunadamente, hay muchas cosas por hacer.

P: ¿Cómo vas a poder con todo lo que te viene por delante?

Israel Elejalde: Pues no lo sé. Me levanto por la mañana y me concentro en lo que tengo que hacer día a día. Ahora mismo tengo cuatro obras en la cabeza y estoy haciendo una peli, también. Así que, día a día.

P: ¿Qué te llevas de esta experiencia como director?

Israel Elejalde: Ahora mismo, no te lo puedo decir. Estas cosas vienen mucho más lejos y dentro de unos meses puede que tenga alguna respuesta. Cuando acabas un proceso creativo, primero estás agotado y después no tienes perspectiva todavía para ver realmente y hacer una lectura real, ni como actor tampoco. Quizás puedo hablar ahora, de lo que para mí ha supuesto «Hamlet» pero hace tres meses no te podría haber dicho absolutamente nada. Simplemente lo estaba haciendo. Ahora que han pasado siete y ocho meses y muchas funciones, tengo una idea de lo que supone para mí. Ahora mismo con esto, no tengo tiempo ni para pensar si ha supuesto o no ha supuesto y dentro de cinco o seis meses o un año, lo sabré.

P: Voy a aprovecharme entonces, ¿qué ha supuesto para tí hacer «Hamlet»?

Israel Elejalde: «Hamlet» es un personaje que me ha marcado y al que tenía muchas ganas. Es un sueño hecho realidad, a veces esos sueños se convierten en pesadillas y, en este caso afortunadamente no. Estoy muy satisfecho del viaje que hemos hecho con «Hamlet». Tengo la sensación de que será un personaje que marque mi carrera.

Estaremos expectantes y ya sobrecogidos por todas estas emociones del arranque de esta apuesta escénica de futuro que tendrá a «Idiota» como comienzo de todo lo sorprendente que estoy convenida que va a surgir de todo este ánimo y buen trabajo en equipo que hacen desde Kamikaze Producciones. Si tras leer el texto, tanto el director como los actores donde el propio Gonzalo de Castro nos explicaba que le parecía que «era un texto como la miel y que estaba muy bien escrito»  y veo en todos sus rostros, la emoción, la felicidad y el nerviosismo, creo anticiparme en que esta aventura va a marcar un punto de inflexión interesante que regocijará al público que queremos seguir viviendo diferentes sensaciones desde el patio de butacas. Yo me quiero sentir idiota, vivir funciones sin hacer, mirar una perra vida u organizar un plan. Todo lo que quieran plantear para seguir siendo una groupie kamikaze por mucho tiempo.

Las entradas se pueden comprar en http://teatrokamikaze.com/

 

Si queréis escuchar la rueda de prensa de «Idiota» con Miguel del Arco, Israel Elejalde, Jordi Casanovas, Gonzalo de Castro y Elisabet Gelabert, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/rueda-prensa-idiota-teatro-pavon-audios-mp3_rf_12795044_1.html

 

Si queréis escuchar la entrevista con Elisabet Gelabert, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-elisabet-gelabert-idiota-teatro-pavon-audios-mp3_rf_12795080_1.html

 

Si queréis escuchar la entrevista con Israel Elejalde, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-israel-elejalde-idiota-teatro-pavon-audios-mp3_rf_12795177_1.html

¡Compártelo!
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter