NÓMADA: EL LIBRO DE LA CONCIENCIA FOTOGRÁFICA CON SED DE CONOCIMIENTO

Felipe Passolas firmando ejemplares en Fnac Málaga
Felipe Passolas firmando ejemplares en Fnac Málaga

Muchas veces hablo en mis entrevistas de las aventuras que pueden recorrer los protagonistas de las obras que cubro pero, en esta ocasión, el entrevistado es propiamente quién ha recorrido en 10 años distintos continentes con la intención de plasmar en sus fotografías, diferentes historias que bien han sido destacadas en sus artículos de fotoperiodismo o, quién sabe, pueden ser el germen de una obra adaptada para la ficción. Son 410 páginas que presenta Felipe Passolas en «Nómada», un libro en el que se pretenda que el lector aprenda con las imágenes y las contemple con conciencia fotográfica. Todo esto nos lo explica en esta entrevista

P: ¿En qué momento se encuentra actualmente tu profesión?

Felipe Passolas: Si uno quiere hablar de los tiempos en los que vive la fotografía, a los fotógrafos nos meten de cabeza en el mundo del vídeo. El fotoperiodismo está en su mejor auge en cuanto a calidad pero las condiciones en la industria son terribles, entonces hay que hacer un poco de todo y, yo creo que este tipo de cosas son un buen ejemplo en la práctica de qué es lo que uno tiene que hacer si quiere mantenerse en el panorama fotográfico.

P: ¿La gente sabe verdaderamente lo que es el fotoperiodismo?

Felipe Passolas: Yo creo que la gente consume muchísimas imagen. Saben lo que es el fotoperiodismo pero creo que hay algo que es tan abundante en cantidad, el fotoperiodismo de calidad existe pero no está bien valorado. Entonces cuesta mucho más analizarlo, no solamente el fotoperiodismo sino el consumo de imagen es muy rápido, es atroz. Consumimos muchísimas imágenes, queriendo o sin querer. No tenemos tiempo ni nos paramos a reflexionar un mínimo, eso hace que consumamos cualquier cosa y de cualquier manera. Sobretodo porque deberíamos exigir un fotoperiodismo de calidad y, al exigir un fotoperiodismo de calidad, tendríamos que saber valorarlo, pagarlo en consecuencia y exigir que la industria pueda funcionar de una manera digna.

P: ¿Qué sería un fotoperiodismo de calidad?

Felipe Passolas: Lo comentaba hace una semana en una entrevista en una cadena de radio en Irak, yo creo que un fotoperiodismo de calidad sería el equivalente a cualquier tipo de información que fuera rápida pero veraz. Hoy en día, nos matamos por contar algo y ser los primeros en contarlo. Independientemente de si es verdad o no. Uno debe primero estar seguro que lo que está contando es cierto y es veraz y, luego contarlo. No contarlo de cualquier manera. Todos tenemos mucha prisa por contar cosas pero debemos contarlas bien. Comprueba tu fuente, asegúrate de tus datos, corrobora y lo mismo ocurre con el fotoperiodismo. No hagas cualquier foto de cualquier manera. No manipules una imagen. A mí me gusta que haya un equilibrio entre la velocidad, la inmediatez y la veracidad. Creo que no estoy descubriendo la pólvora. Eso es lo que debe ser cualquier periodista y sobretodo el fotoperiodismo. El problema es que por los requisitos, por el social media y porque todo tiene que estar ya puesto, todo tiene que ser de tal inmediatez que es imposible competir con esa velocidad.

Felipe Passolas durante su presentación de "Nómada" en Fnac Málaga
Felipe Passolas durante su presentación de «Nómada» en Fnac Málaga

P: ¿Y con las nuevas tecnologías se puede hacer un fotoperiodismo de calidad o influye el que se estén usando para hacer la foto perfecta gracias a los filtros?

Felipe Passolas: El mundo digital ha abierto una cantidad de caminos que antes existían por los revelados del químico, del cual yo no soy un experto y no conozco mucho pero si que es verdad que el mundo digital ha abierto tal cantidad de opciones y, la mayoría son lícitas. El problema es que hay que encasillarlas en lo que son. Uno es perfectamente capaz de realizar una foto en manipulación y encajarla en el contexto erróneo. Eso sería un mal uso. Pero tú ves perfectamente lícito que hagan una foto en manipulación pero siempre y cuando la catalogues y la encasilles en el momento que corresponde o en su función. En el momento que uno empieza a saltar de una parcela a otra sin la consecuente información al respecto, pues sí es muy complicado. Es como yo le digo a mis alumnos, yo no tengo ningún problema con la fotografía de fantasía o con las profesiones de retocador o de fotomanipulación, pero en su contexto. Jamás podría utilizarlas en una labor mía de fotoperiodismo. Eso no sería coherente. El respeto a cualquier tipo de formación o disciplina fotográfica pero en su parcela o, sino está en su parcela pues que se haga como cuando mandamos un e-mail, esta foto tal, tal y tal, para que cada uno pueda tener referencia de qué es lo que está viendo y cómo lo está viendo. Si que es verdad que hay algún trabajo que se haya manipulado, que se haya retocado o tenga un exceso de edición que permita cierta confusión.

P: ¿Donde está tu linea ética a la hora de decidir que fotos publicas o cuales no?

Felipe Passolas: Ese debate y esa polémica sigue en pie desde los comienzos. Es muy complicado dónde se pone el límite. Encontramos gente a favor de que hay que mostrarlo todo en su máxima crueldad y en su máxima expresividad y encontramos gente que no le resulta necesario. Es muy complicado. Los medios en sí, lo regulan en cierto modo en función del tipo de material que te piden. Por ejemplo, una agencia de prensa te puede pedir un material que sea veraz, con cierto tinte de morbo, sensacionalismo, crueldad, se puede adjetivar de muchas maneras, pero con un cierto límite y, en función de quién les preguntes, seguramente te explicará que los motivos son unos u otro, si es un motivo comercial, si es un motivo moral. Es decir, me interesa que prestes atención a la noticia mientras que sale en un telediario a la hora de comer, pero no me interesa que la fotografía te desagrade tanto como para que cambies de canal. Este puede ser un argumento. Hay muchos como el que no necesites que te afecte emocionalmente para ser consciente de y hay otra gente que te va a decir, pero si las cosas no cambian y no se hace nada, nada te afecta y todo te da igual, cambia de canal, ¿qué necesitas para reaccionar?. Ahora estoy viendo por redes sociales, compañeros que tienen toda la razón del mundo, que se está informando que se producen torturas y crímenes de guerra en Siria, y yo he cubierto la zona, nunca he trabajado directamente en Siria pero si en sus fronteras y, después de 6 años, la gente se sorprende de que se produzcan torturas y crímenes bajo un régimen. Entonces, ¿para qué sirve tanta información?. Si se lleva gritando a los mil vientos y compañeros con un talante profesional increíble, lo han comentado. ¿Por qué eso sigue siendo una sorpresa?. ¿Qué información necesita uno para reaccionar, para cambiar o para ser consciente?. Esa polémica siempre va a seguir y, en función de la cultura y de la orientación también. Yo he tenido propuestas de algún medio asiático y lo que se me pide, literalmente, es la fotografía más cruda posible porque al japonés lo que le interesa es que la fotografía sea lo más sangrienta posible.

Felipe Passolas firmando ejemplares en Fnac Málaga
Felipe Passolas firmando ejemplares en Fnac Málaga

P: En «Nómada» hay un profundo amor a tu trabajo, y también tiene dos vertientes: que la gente tenga una guía para reflejar sus viajes en fotografía y animar al que se que quiera dedicar a tu profesión

Felipe Passolas: «Nómada» intenta facilitar lo que a mí me ha costado tantísimo trabajo. Yo entiendo que un buen fotógrafo lo que precisa es formación, por lo tanto cuando uno puede tener cierta guía que te ahorre muchísimos problemas, pues yo creo que uno puede ahorrar tiempo y ganar en felicidad. Intenta ser un libro muy realista, que inspire a la aventura y que te de ciertos consejos que son muy fáciles de entender. La única diferencia es que no somos tan conscientes que necesitamos cierto tiempo para naturalizarla. Entonces, «Nómada» te lleva a eso, está encaminado a gente que tenga cierto espíritu aventurero o que le guste viajar de otra manera. En el momento que uno aprende a tener un viaje con conciencia fotográfica, es decir que se ha planeado con el interés de descubrir cosas o maneras, puede hacer cualquier tipo de viaje, no tiene que irse a la selva o a Japón para hacer un viaje que sea interesante o que tenga un peso humano importante. La gente cuando lee el título de «Nómada», ve la portada de gente en el Sahara, todo el mundo evoca ese espíritu de viaje pero, en realidad, «Nómada» está inspirado en la sed de conocimiento que uno tiene en conocer cosas diferentes que es lo que te da la experiencia de viajar. Esa inquietud de abrirte el abanico y la mente en distintas opciones. Por eso el libro está compuesto por distintos reportajes que te van dando píldoras de información, en algunos casos, o una vez que avanza la estructura del libro, va teniendo mayor peso documental y, entonces, te va contando historias con un carácter más humano. Porque, en realidad, este libro que conlleva diez años de viajes, evoluciona al tiempo que evoluciona el fotógrafo. Y evoluciona al ritmo que el lector va a ir aprendiendo las cosas. Cuando lleve cierta parte del libro, ya no querrá solamente fotos y cierta información, porque estará aprendiendo con él, consumiendo imagen y formando su conciencia visual y, por lo tanto, conforme vaya avanzando querrá investigar más sobre ese personaje, qué paso en esa historia o quiere una fotografía más compleja. Por eso, «Nómada» va en esa serie de pasos. Muchas veces, la gente me ha comentado que quería más consejos y más teoría pero estaban contentos porque habían aprendido mucho. Mucha gente ha aprendido o aprende con «Nómada» sin ser totalmente conscientes, por eso el formato del libro es pequeño, es 20×20, que sea muy portátil y que se pueda prestar. Yo estoy muy contento cuando la gente, sino lo quiere comprar, lo presta. Que lo pueda utilizar. Porque esa es una función de la fotografía, comunicar. Si a la fotografía le corto las alas y no termina comunicando, no tiene ningún sentido que se quede en un cajón. Entonces, si uno le dedica cierto tiempo, lo que está haciendo es dedicarle a una imagen el tiempo suficiente para poder asimilarla de otra manera. Valen más diez imágenes reflexionadas que cien a segundo por imagen.

P: ¿Sigues aprendiendo en cada reportaje que has tenido que hacer?

Felipe Passolas: Es el reto y la ventaja del mundo de la fotografía. La fotografía siempre es un reto porque tiene un componente tecnológico, hoy en día brutal. Nos obligan a aprender más disciplina por lo que tenemos que estar aprendiendo constantemente. La formación es continua. Supone mucho sacrificio y mucho tiempo, pero la fotografía te recompensa con la otra parte que es que el factor que más potencia tiene, a la hora de llamar la atención, son los seres humanos que están en constante cambio y evolución y, por lo tanto, son impredecibles. El retrato que yo hice hace dos años, seguramente lo abordo hoy de otra manera y lo abordaré de una manera diferente el año que viene. No solamente porque el fotógrafo cambia sino porque la sociedad va mutando, va cambiando y todo eso no para. Tiene que estar uno al día. Eso es la pequeña recompensa de que no hay dos días iguales.

P: La maleta ya está preparada para un próximo viaje, imagino

Felipe Passolas: Esa pregunta es tan complicada y siempre me tengo que enfrentar a ella. He llegado hace mes y medio escaso de Irak. Estamos terminando de cerrar clientes, de terminar de escribir algunas historias y reportajes sobre Irak, voy a trabajar en los mundiales de Freestyle como freelance que celebramos en Granada en el mes de marzo en Sierra Nevada y, partir de ahí, viene Semana Santa y la idea sería fotografiar algo de tradición para medios extranjeros, para intentar contar la Semana Santa de otra manera y tener los ojos puestos en verano que no sé si haremos algo de aventura por Canadá o veremos como está la agenda de conflictos.

16683906_1540939345923744_260475376153748090_nTodos los aventureros y curiosos que quieran picarse con lo que Felipe Passolas les propone en «Nómada» lo pueden conseguir en cualquier tienda Fnac o a través de este enlace de Chiado Editorial pinchando AQUÍ

Me remata Felipe Passolas, quién también es docente en la Universidad de Granada, que cuando un alumno quiere dedicarse al fotoperiodismo le recomienda trabajar menos en actualidad y más en historias profundas. Un oficio muy extenuante para quienes se juegan la vida realizando este tipo de noticias y a la que aún nos queda la tarea pendiente tanto de reconocer esa labor, como no dejarse llevar por el impacto de las imágenes, como nos ha explicado perfectamente este apasionado de su vocación. Ojalá todas las historias se pudieran contar gracias a su dedicación y su espíritu profesional que se te contagia nada más conocerle. Sean siempre nómadas.

Si queréis escuchar la entrevista con Felipe Passolas, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-felipe-passolas-nomada-fnac-malaga-audios-mp3_rf_16933225_1.html

¡Compártelo!
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter