SON DOS PERSONAS HABITUADAS AL DIÁLOGO, AL DEBATE Y A LA DISCREPANCIA. SON CAPACES DE DISFRUTAR, INCLUSO, DE SUS DIFERENCIAS

En el oficio del actor hay una característica fundamental de justificar lo que plantean los personajes que deciden interpretar. Si ese trabajo se realizar de forma adecuada y con pasión, el espectador absorbe cada detalle y encuentra una experiencia teatral de esas que explican lo maravilloso de este arte. Eso lo van a pretenden transmitir los actores Helio Pedregal y Eleazar Ortiz en esta pieza, «La sesión final de Freud» donde el famoso padre del psicoanálisis y el aclamado escritor, C.S Lewis mantendrán un encuentro que no dejará indiferente al público haciéndole reír y pensar sobre lo que compartan en ese diálogo. Hablamos con ambos actores

 

Eleazar Ortiz y Helio Pedregal. Fotografía de Mai Serrano
Eleazar Ortiz y Helio Pedregal. Fotografía de Mai Serrano

 

P: ¿Cómo fue ese trabajo de preparar un encuentro que realmente no sabemos si se produjo?

Eleazar Ortiz: El texto de Mark St. Germain pone a estos personajes en una situación muy específica que es el día que Inglaterra le declara la guerra a Alemania, los alemanes acaban de invadir Polonia el 1 de septiembre y esto es el 3 de septiembre. St. Germain hace una dramaturgia con este supuesto encuentro que nos ha facilitado mucho el crear las situaciones que ya estaban dadas por si en el texto. Nos hemos enfrentado como buenamente hemos podido.

Helio Pedregal: Eleazar y yo somos dos personas expertas en este tipo de encuentros porque nosotros hicimos, no hace mucho tiempo, otro debate mano a mano y de una densidad importante, dirigidos por Flotats. El formato era el mismo. En ese sentido, quién tiene que facilitar todo es el autor. Hay muchísima información sobre los dos personajes y hay un texto previo en el que St.Germain se basa también que es una historia que escribe un psiquiatra norteamericano comparando a estos dos personajes y dando todo tipo de datos sobre sus diferencias. Información hay pero para nosotros era importante hacerlo verdad

P: Y también ¿cómo ha sido el trabajo de llevar in crecendo ese diálogo entre los dos siendo, además, dos personajes tan intensos?

Helio Pedregal: Son dos personas que conocen muy bien aquello de lo que hablan. Son dos profesionales en el sentido más amplio del termino. Son dos personas habituadas al diálogo, al debate y a la discrepancia. Son capaces de disfrutar, incluso, de sus diferencias. Sienten un enorme placer al encontrar a un interlocutor de su nivel y hacer esta especie de duelo sabiendo que si ganas, le ganas al mejor. Todo tiene ese sentido lúdico que, justamente, lo hace muy digerible. No tiene esa densidad de la filosofía que comprende todos los conceptos de los que habla. Aquí se hace de una manera muy cotidiana y muy divertida porque son dos personas habituadas a discrepar

P: Hay una dificultad añadida que tenéis que es simplemente contar con los elementos de un espacio

Eleazar Ortiz: Hay algunos elementos externos que cuando los personajes están en plena situación, de repente pertuban un poco. Eso contribuye a que la acción avance. Los elementos externos como la radio o los sonidos de fuera del despacho de Freud, que es donde se desarrolla todo, en este día tan señalado que es el estallido de la guerra y hay un desconcierto general en Londres. Otra cosa que les diferencia a los dos es que uno está en los últimos años de su vida y el otro está en un momento en el que ha habido un gran cambio esencial en su forma de ver el mundo que es creer en la existencia de Dios.

 

Eleazar Ortiz. Fotografía de Mai Serrano
Eleazar Ortiz. Fotografía de Mai Serrano

 

P: ¿De qué aspectos van a poder hablar los espectadores después de ver «La sesión final de Freud»?

Eleazar Ortiz: Siempre hay partidarios de uno y de otro. Yo siempre pienso que hay más partidarios de Freud que es un pensamiento más moderno y la función es comprensible e interesante porque está situada en el año 1939. Un debate de este calibre, pensado en el s.XXI es más complicado. Lo interesante del encuentro es el debate y el entendimiento aunque no estés de acuerdo y la forma de tratarse entre uno y otro con un respeto absoluto. Es algo que en la generalidad de la sociedad no existe. Es un buen ejemplo de lo que nos deberíamos aplicar en nuestras vidas cotidianas.

P: A la hora de preparar estos personajes, ¿qué habéis aprendido como actores?

Eleazar Ortiz: Yo lo he ido haciendo más a medida que lo iba ensayando.

Helio Pedregal:  Realmente de todo el proceso, antes de terminar el trabajo, a mi lo que más me ha ayudado y de lo que más podría hablar es del descubrimiento de la persona. Me he leído media docena de biografías de Sigmund Freud, he buscado toda la información disponible en todas partes, publicada o no, y he ido descubriendo a una persona real, trascendental en el siglo pasado y eso me ha impresionado mucho. La verdad es que era un hombre que arrastraba muchas contradicciones pero era un incansable e infatigable trabajador. Un hombre increíblemente riguroso. En la función esto se plasma. Hay algo que ocurre en la función que me parece de lo más entrañable, son dos personas honestas consigo mismo. Con lo cual, estés de acuerdo o no estés de acuerdo, los tienes que compartir. Ninguno está tratando de hacer o decir algo que no es verdad en su interior. Son dos personas a las que tienes que aceptar aunque no estés de acuerdo con ellas porque son dos personas auténticas. A mi todo ese proceso de descubrimiento del personaje es quizá, del proceso de trabajo, lo que más me ha ayudado

P: ¿Y personalmente?

Eleazar Ortiz: La implicación es la misma. Yo no sé trabajar de otra forma. Vas entrando y vas descubriendo y te va dando vueltas a todo lo que estás haciendo y diciendo y lo que estás intentando comunicar al espectador.

Helio Pedregal: Son cosas que te encuentras casualmente porque esta función podía haberle tocado a otro o podía no haberse hecho. Es un material que, efectivamente, para la vida real es valiosísimo. De todo lo poco que sé, la inmensa mayor parte, la he aprendido en el teatro haciendo mi trabajo. Los actores tenemos una suerte inmensa que es que tenemos que justificar practicamente de todo. Personajes positivos, negativos, religiosos, militares, torcidos con aristas o simples. Tú tienes que justificar a todos esos personajes y, al final, lo que ocurre es que tú tienes que encontrar las razones por las que esos personajes dicen lo que dicen y hacen lo que hacen. Lo cual te da una panorámica sobre lo que somos muy abierta

P: En el caso tuyo, Helio, el trabajo de caracterización es brutal

Eliazar Ortiz: Yo cuando estoy con él en el escenario pienso de verdad que es Freud. Cuando estamos haciendo la función, me resulta muy fácil entrar en escena.

Helio Pedregal: En cuanto empieza la función, de pronto todo eso que tú has podido ver en las imágenes o fotografías, no sirve. Hay que verle respirar. Entonces, es cuando aparece Freud.

P: Supongo que cuando acaba la función, no tenéis ganas de debates políticos ni tertulias

Eliazar Ortiz: Siempre te dan ganas de comer. Porque, además, cuando haces una función, has hecho un esfuerzo físico y mental, sales con una altura que hasta que bajas al suelo, la energía está en un disparadero que te dan unas cuantas horas. Cuando haces función, no duermes porque no quieras sino porque no puedes.

Helio Pedregal: No pasa siempre. Pero en este caso, si ocurre. Es un auténtico viaje. Es como si, de repente, te tomas un tripi y a las ocho horas dices, la cruda realidad.

 

Helio Pedregal. Fotografía de Mai Serrano
Helio Pedregal. Fotografía de Mai Serrano

 

Si quieren aprovechar este buen viaje teatral lo pueden hacer hoy mismo a las 21:00 en el Teatro Cervantes y también mañana sábado 3 a las 20:00. Dos buenos actores dando lo mejor de ellos para que conozcan a estas dos figuras dialogadoras en un espacio donde únicamente hay que sentarse a disfrutar. No pueden perder el billete de esta aventura.

Si quieren escuchar a Helio Pedregal y Eliazar Ortiz, sólo tienen que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-helio-pedregal-eleazar-ortiz-la-audios-mp3_rf_8749014_1.html

¡Compártelo!
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter