Entrevista Javier Albalá – Eva contra Eva

CUANDO YA LLEVAS UNOS AÑOS EN ESTO, POR EDAD Y POR TRAYECTORIA, AL FINAL TE DAS CUENTA QUE SIGUEN PASANDO LAS MISMAS COSAS.

Tenía muchas ganas de realizar esta entrevista. Javier Albalá representa a esos actores que no han cesado de luchar por su profesión. Con honestidad y sin parar de intentar defender un papel como va a pasar en las funciones que, desde hoy Martes 16 hasta el domingo 21, estarán en el Teatro del Soho Caixabank con «Eva contra Eva». La versión libre de la famosa película, «Eva al desnudo» y que cuenta con el repartazo de Ana Belén, Mel Salvatierra, Manuel Morón y Ana Goya.

P: Como buen cinéfilo, esta propuesta estarás encantado de representarla

Javier Albalá: Era muy atractiva la propuesta por venir de «Eva al desnudo», lo que pasa es que también era muy atractivo el que Silvia Munt, con quién trabajé hace 25 años en una peli, de pronto quería volver a contar conmigo, porque ella ya me hizo una propuesta hace un par de años pero no pudo ser porque yo estaba en ese momento trabajando, y el caso es que esta vez sí ha sido posible. Me apetecía mucho. Trabajar también con Manuel Morón que le conozco hace muchos años porque me formé en el estudio de Juan Carlos Corazza, donde él ha sido profesor durante años, entonces hemos tenido mucha relación. Y luego que tenemos a nuestra súper Ana Belén, que es nuestro Messi, es como que si siempre le pasas el balón, ella va a meter gol.

P: Ana Belén y Mel Salvatierra hacen el papel de dos actrices tienen que interpretar al mismo personaje, y que cada una de ellas tiene dos maneras de entender la profesión, evidentemente por su diferencia de edad.

Javier Albalá: Cuando ya llevas unos años en esto, y en mi caso por edad y trayectoria ya llevas unos años, al final te das cuenta de que siguen pasando las mismas cosas. Porque cuando yo empecé a estudiar que, entonces tenía 20 años, había un posicionamiento respecto a los que ya estaban trabajando en esa primera división, a nivel profesional, y eran como los nombres que estaban continuamente allí. Había un poco lo mismo que es la nueva manera de actuar y traer como la vanguardia de la interpretación, y esos que están ahí como que no nos dejan, no hay hueco y cómo que necesitábamos moverlos a ellos para llegar nosotros, y justo todos estos años después lo que trae «Eva contra Eva» es nuevamente esto. Es una de las dinámicas que se establece en cualquier disciplina. Y aquí tratando de la interpretación, es un poco la metáfora de lo que estamos hablando también es de la vida, de ¿qué pasa con el relevo de los que vienen, con la juventud, con la fuerza, con las nuevas ideas y con una nueva mirada sobre las mismas cosas y cómo convivir con eso?.

P: Otra reflexión importante es ese juego de espejos, ¿somos realmente lo que los demás ven de nosotros?

Javier Albalá: «Eva contra Eva» tratando de alguna manera el metateatro que es teatro dentro del teatro, está trayendo muchos de los asuntos que nos tienen ahí atentos y atrapados con nuestra manera de relacionarnos. Al fin y al cabo, esto es como un juego de apariencias, ¿qué parte de ti quieres que vean los demás?. Y es la parte que te esfuerzas por irradiar y mostrar de ti, y hay toda una parte por debajo que tiene que ver con las cosas que están más en la sombra, y de las que hablas menos pero que en «Eva contra Eva» se ven. Tienen que ver con la ambición, la necesidad de ser visto, la necesidad de yo, yo, yo y ser yo el que está ahí, el que ocupa como el centro y tiene que ver también con la envidia o el egoísmo. Asuntos que, en definitiva, son con los que lidiamos continuamente en nuestro día a día, y que tienen resonancia en la obra.

P: Háblame de tu tesoro de personaje

Javier Albalá: Tengo la suerte de poder hacer metateatro como el director dentro de esta ficción que trae como todo el asunto de lo artístico, la mirada artística la pasión y trae también este asunto de cómo uno está entregado al proceso creativo, y al mismo tiempo hay una parte egoísta y una parte muy de mirarme el ombligo respecto a todo lo que hago artísticamente. Cuando digo todo lo que hago estoy generalizando, pero hay algo donde en esta profesión, y esto también creo que tiene resonancia en muchas otras profesiones, es una profesión en la que continuamente tienes que estar poniéndote a prueba, continuamente tienes que estar dando resultado y continuamente tienes que tener éxitos porque si no tienes éxitos, desapareces. Y esto es otra de las cosas que trae este texto y esta apuesta que es que necesitas estar continuamente siendo visto y teniendo éxito. Es algo muy importante. Yo creo que también en el mundo en el que vivimos, esto que nos viene del mundo americano que aquí lo utilizamos menos en España, pero tiene resonancia que es lo del loser, el perdedor. Entonces necesitas como ser un ganador. Con lo artístico es complicado porque, muchas veces, ser un ganador quiere decir que es algo también con lo que reflexiona la obra, ¿qué es tener éxito?, ¿qué es estar ahí arriba, como en la cima? y ¿cómo de solo estás también cuando estás ahí arriba en la cima?, y para estar en la cima, ¿qué necesitas?, ¿necesitas realmente apartar a los que te impiden o a las que te ayudan a subir para estar tú solo?. Se está muy solo ahí arriba. Son asuntos que trae la obra, y mi personaje tiene algo de esto. Tiene algo de que su mirada artística que es una mirada, como también muy humanista sobre lo artístico, al mismo tiempo crea la paradoja de que él quiere hacer algo para tener éxito y para no desaparecer. Para eso necesita a Eva, primero a una Eva que es su pareja y que es Ana Belén, y luego a la otra Eva que es la chica joven, que es Mel Salvatierra.

P: Hacer este personaje con el metateatro que mencionas es hacer también una introspección a ti mismo de lo que te ha podido ocurrir

Javier Albalá: Es que yo además puedo hablar de eso respecto a mi. ¿Por qué de pronto a uno le van las cosas y por qué no le van las cosas?. Yo no soy mucho mejor actor ahora que hace cinco años. Ahora tengo mucho trabajo, hace cinco años no lo tenía. Entonces ¿qué es lo que se mueve ahí?. Uno ya salta a tener casi planteamientos filosóficos sobre quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, en fin como las preguntas pilares de lo que es estar ahí en la experiencia de la vida. Lo que pasa es que justo en una disciplina como la nuestra que tenemos tanto que ver con gustar, es muy importante gustar, es muy importante que el otro te quiera ver y que el otro te compre. Es tan importante que el juego de la apariencia todavía toma más relevancia. Yo creo que ocurre en la vida en general, lo que pasa es que lo que posibilita el tratar sobre lo teatral y los asuntos que tienen que ver con lo teatral, todavía se pone más en evidencia el juego de las vanidades y las apariencias. Yo te quiero mucho pero por encima de ti, estoy yo. Esto es algo también que está ahí en la obra.

P: Hacías una reflexión en tus redes sobre que te gustaba ir despacio, y creo que ahora en pandemia hemos vuelto a un ritmo más tranquilo aunque noto cómo el mundo siempre quiere ir más rápido, y me refiero a todas las disciplinas en general

Javier Albalá: Hay una cosa y además que ahora nombras la pandemia, que es que ahora en la situación extraordinaria que estamos viviendo desde hace un año, nos está haciendo cambiar a la fuerza cosas que uno no se hubiera planteado cambiar, y que uno ni siquiera no se hubiera planteado. Realmente no se hubiera puesto manos a la obra a cambiarlas. Una de ellas tiene que ver con respetar los procesos. Y se ve muy bien con el tema de la cocina. Yo quiero hacer unas lentejas, pero por más que yo quiera hacer unas lentejas en diez minutos, pues en diez minutos no se pueden hacer unas lentejas. Necesito los tiempos de cocción, de que los alimentos ablanden, de que los condimentos se mezclen y se necesita un tiempo sí o sí. Por más que uno las quiera en diez minutos. Vivimos un poco en este momento en el que queremos las cosas y las queremos ya, porque ya sabemos que con los móviles toco un botón o pulso varias veces la pantalla, y tengo toda la información. Lo que pasa es que con la vida orgánica no pasa eso. Esto es algo que justo toda esta situación, con la pandemia, nos está obligando a parar. Cosa que yo considero que es buena y necesaria. Ir deprisa no es que esté mal, pero es que yo tengo un coche y me gusta en momentos ir más deprisa pero si necesito ir por una zona peatonal, igual voy a tener que ir despacio. Necesito esas dos velocidades. Ahora parece que la velocidad que se requiere y es la que te hace hábil y llamativo es la rápida. La rápida va bien para unas cosas, pero para muchas otras no. Hay que parar.

P: ¿Qué nos puedes contar de la serie «Parot»?

Javier Albalá: No tenemos fecha todavía. Lo que sabemos es que Amazon quiere estrenarla cuanto antes, y se está barajando finales de abril, sin una fecha todavía concreta. Y ahí terminando de cocinar esta serie que ha sido así como potente de hacer, y por lo que estoy oyendo tiene muy buena pinta, y que va a ser eléctrica.

Hay una frase de la directora Silvia Munt que resume genialmente la intención de este montaje: «utilizar el teatro para hablar de la vida, y la vida para hablar del teatro». Así lo reflejaran en este juego de intérpretes, teatro y reflexiones de la vida como hemos tenido el placer de charlar con Javier Albalá. Es una de esas oportunidades que el público malagueño no debe perderse. Recuerden desde hoy martes 16 hasta el sábado 20 a las 19:00 y el domingo 21 a las 18:00 en el Teatro del Soho Caixabank.