ENFERMOS DE LOS SUEÑOS DE QUEVEDO

Juan Echanove durante la rueda de prensa de "Sueños" en el Teatro Cervantes. Fotografía de Mai Serrano.
Juan Echanove durante la rueda de prensa de «Sueños» en el Teatro Cervantes. Fotografía de Mai Serrano.

Juan Echanove se encontró en un momento, en el que en este próximo mes de junio se cumplen 40 años de carrera profesional artística, que querían contar con él con un proyecto sobre la figura de Quevedo, pero aún no tenían en concreto en qué se iba a esclarecer. Eran como pesadillas sin base, y precisamente ideas que iban y venían como en una de esas malas noches donde no te puedes reconciliar con la almohada.

En esa idea estaba inmerso el director Gerardo Vera, quién nos había entusiasmado a muchos asiduos teatrales que pudimos disfrutar con el trabajo de Concha Velasco en «Reina Juana», y que quería acometer un «Quevedo». En principio consideraron hacer «El buscón» y llevaban esa idea a Helena Pimenta, directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, pero Echanove no iba a tener sitio en esa propuesta con lo cual fue descartada por otra idea que no surgió para principalmente llegar a la idea de «Sueños». Una ocasión en la que el director consideraba que podría servirle como vehículo para hablar de la podredumbre de este universo grandísimo, de la misma manera que lo hablaba el autor clásico en este libro tan referencial de su trayectoria y de esa época de la decadencia barroca. La propia Helena Pimenta se imaginaba que iban a hacer algo importante, pero jamás se pensaba que iba a llegar a ser algo de esa envergadura.

La obra se divide en tres vías importantes. La primera es el infierno blanco, porque Quevedo consideraba que más bien no era ardiente, sino de hielo. Hablaba de los malos comportamientos del imperio barroco con ironía y acidez, y que todo se juntaba en ese espacio infernal. Tanto la envidia, el hambre, la muerte o el poder. De ahí pasamos a la segunda que es la decadencia barroca donde se nos plantea una doble duda, ¿Quevedo era un autor visionario que intuyó que la sociedad iba a ser decadente o somos nosotros, como sociedad, los que retrocedemos hacia las posiciones corruptas del barroco?, y finalmente la tercera vía es la propia biografía del escritor, quién muere en el minuto 1 y también lo hace al final de la función.

Juan Echanove durante la rueda de prensa de "Sueños" en el Teatro Cervantes, Fotografía de Mai Serrano.
Juan Echanove durante la rueda de prensa de «Sueños» en el Teatro Cervantes, Fotografía de Mai Serrano.

Con Gerardo Vera hablaban por teléfono de madrugada, sabiendo que era el momento del día en el que mejor trabajaban y, siendo poéticos, donde los sueños nos abandonan pero pueden aparecer más presentes aunque no estemos dormidos. A mí me resulta curioso que al igual que Gerardo Vera en «Reina Juana» quería centrarse en el encerramiento de ella y los últimos días que pasó en su vida confesándose ante un clérigo, en esta ocasión en «Sueños» también se habla de los últimos años de vida de Quevedo, siendo quizás la circunstancia en la que la sinceridad copa más nuestros pensamientos por todo lo experimentado en tu camino de tantos años. Algo paralelo y curioso me parece que estas propuestas vayan por esta senda de evocar estos mensajes al espectador.

Al propio Gerardo, Juan Echanove le confesaba que no iba a ser capaz de memorizar tanto texto, teniendo una fortaleza de memoria que a veces asusta al propio intérprete, ha estado en sus 40 años de carrera muy acostumbrado a memorizar textos o hacer monólogos. Pero le insistió y, al final, ha sido capaz de poner forma y voz a este «cóctel contradictorio» de autor como el propio Echanove le define: un hombre de una total inteligencia y de una insatisfacción absoluta en el terreno del amor.

Este gran intérprete que es Juan Echanove tiene la capacidad de valorar su trabajo, pero incluso aún más desprende mucha energía en hablar de la labor de todos sus compañeros de escena, y todo el equipo que ha logrado que «Sueños» sea una realidad que está ahora mismo en gira, y que tiene una de sus paradas principales en el Teatro Cervantes de Málaga tanto hoy a las 20:00 como mañana sábado 27 a la misma hora. El actor afirma en la rueda de prensa que «no se puede fiar de la dramaturgia de la función y que tiene que tener la confianza en el equipo técnico y en su labor generosa y cualificada». Al final todas las personas implicadas en este reto teatral tan interesantes deben estar «enfermas de los sueños de Quevedo, y por tanto, Juan Echanove tiene que «morir con su personaje», igual que sabe que va a morir siendo actor como me reconoce después en esta rueda de prensa.

Cartel de "Sueños". Se representa hoy y mañana sábado 27 a las 20:00 en el Teatro Cervantes. Fotografía de Mai Serrano.
Cartel de «Sueños». Se representa hoy y mañana sábado 27 a las 20:00 en el Teatro Cervantes. Fotografía de Mai Serrano.

Le pregunto a este genial actor que si se va a poder desquitar de este Quevedo y me responde tajante: «el día que deje de hacer Quevedo, al día siguiente me corto el pelo y es un personaje que no creo que vuelva a hacer y, además, cualquier cosa que yo pudiera hacer de Quevedo ya la he hecho aquí». Y me sentencia además que «a día de hoy, es lo mejor que he hecho en teatro en mi vida». Por cierto, a sus 56 años, cree que ya ha aprendido a saber cómo se hace bien esta profesión, «tengo la sensación de que ahora empiezo a trabajar bien». Añade que le gusta dirigir y producir, y que no tiene vida para devolverle a la profesión todo lo que ha hecho por él. «Yo ya he hecho mi tránsito en 40 años de profesión por el patio de butacas, como hago al principio de cada función de «Sueños» y he visto todo lo que ha pasado en mi vida con una óptica muy próxima y con un plano muy corto, poco a poco estoy yéndome hacia atrás y estoy viendo más la vida en plano general, ya veo todo desde un punto de vista en el que en el plano no estoy yo».

Tiene una vinculación con Málaga que es más teatral que cinéfila. Llama al propio Teatro Cervantes el «teatro azul», asemejándolo a esa atmósfera que pretende crear esas alegorías de Quevedo, y la única preocupación máxima de Juan Echanove es que los espectadores vivan dos noches buenas de teatro. Será un sueño cumplido. Seguro.

Si queréis escuchar la rueda de prensa de Juan Echanove, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/rueda-prensa-suenos-teatro-cervantes-audios-mp3_rf_23380575_1.html

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