RECUERDOS Y LA VIDA

Cuando empecé este noble arte de escribir crónicas, faltaba la experiencia. Todo lo que podía describir venía del instante, y de lo que formaría una base para construir las vivencias que puedo equiparar ahora, con algo de vida vivida.

Nunca imaginé lo que todo ese bagaje me ayudaría a analizar dejándome llevar a esos artistas que formaron parte de mi pasado, y que siguen construyendo mi presente.

Starlite ofreció anoche el que reviviera mi adolescencia. Especialmente interiorizar no tener un espíritu tan minucioso, y cantar con la boca abierta sin tanta reflexión.

La velada arranca con un Fran Perea que desbordará energía de menos a más. «Tal vez» alza su primer micro arriba dándonos las buenas noches, esos punteos iniciales me ponen de aviso con la canción que forma parte de mi vida en Barcelona como es «Punto y aparte», los coros de Alfonso Samos son increíbles en este punto. Divirtiéndose con Víctor Elías y toda su banda llegamos a «Qué va a ser», pasando a entregarnos su corazón animándonos a hacer con ellos su grito de guerrar inicial de «Fran Perea el que lo lea», las luces rojas de «Mi corazón» anteceden de las mejores transiciones de la noche, un sonido maravilloso de piano, guitarra, bajo y batería.

Hasta el mar de Marbella escuchamos «Entonces» y Fran Perea aclama que «ya no se le escapa Starlite», y es cierto porque nos mantiene atrapados con la tierna letra de «La chica de la habitación de al lado», y se va revolucionando en llegar al público y presentando a sus musiquitos como cariñosamente les llama.

Nos adelanta «Tras la puerta» que es uno de los temas del nuevo disco que está preparando, «El hombre invisible», aquí la guitarra suena de lujo, y nuestro Fran Perea imprime una interpretación más sensible, a la que se le unen unos coros verdaderamente alucinante. Hacemos un intermedio con la conocida «La vida al revés» para llegar al que es mi mejor momento de la noche.

Quitándose la camisa roja que llevaba todo el concierto, Fran Perea nos muestra el bello tatuaje que se ha hecho sobre su padre mirando a la farola de Málaga. Nos emociona diciendo que va a ser la portada de su próximo disco. Y siento en ese momento tantas emociones bonitas mirando mi propio tatuaje de mis padres, sobre todo de conexión entre almas que tenemos que seguir con un dolor que aprieta, perseverando y echando a volar como un bala perdida.

No se hace de rogar para las «propinas» con un medley maravilloso de series de la época hasta irrumpir estrepitosamente con la esperada sintonía de «Los Serrano».

Y cambiamos a mi hallazgo particular. De verdad que no era consciente de cuantas canciones podía conocer de este artista. Es más, me he sabido todas las canciones que Álex Ubago ha cantado en el escenario. No me lo esperaba.

IMG_20250816_232516Empieza fuerte con «No te rindas» apareciendo con gafas y chaleco, y observo que le gusta adoptar una postura más estática frente al micro, pero sin dejar de sonreír un instante y cerrando los ojos tiernamente a lo largo del concierto.

Cuesta aún que el público se entusiasme mientras suena «Viajar contigo», acaba con un brazo arriba para que suene «Sabes» invitándonos a una noche inolvidable y emotiva y animándose a acercarse al público.

Una tónica de su banda es que mantienen su postura principal pero, además, tienen muchísima elegancia. Esta circunstancia más lo bien que ha sonado su directo, me hacen pedir poder escuchar a Álex Ubago en algún formato más íntimo. A ver si en esa gira próxima del año que viene donde se cumplen 25 años del primer disco, se cumple mi deseo.

Seguimos en este viaje musical con «Mil horas» donde ya se quita las gafas. Aquí suenan de lujo las guitarras, demostrando esa parte electrónica que el cantante siempre ha querido mantener en muchas de sus letras. Y de aquí suena maravillosamente bella mi favorita «Aunque no te pueda ver» donde Álex Ubago nos pide brindar y pensar en esa persona a la que echamos de menos (indudablemente ya estaba temblando y pensando en mis padres).

Que preciosidad es también «A gritos de esperanza», pero más hermoso es cuando decide cantar unas estrofas  «a capella» ante todo Starlite dejándonos completamente alucinados. De aquí hace mención a los fans de Disney para interpretar «Sigo aquí», la banda sonora de «El planeta del tesoro».

Llegando peligrosamente al final tenemos tres platos fuertes: «Dame tu aire» con una percusión tremenda, y mejorando en esa parte interpretativa, con los ojos más abiertos reluciendo más su sonrisa, «Que pides tú» que fue la canción con la que le conocimos, y la esperadísima «Sin miedo a nada», con una complicidad total del público.

Lo mejor de esta noche es que quienes ayudaron a construir a esa ilusa que quería contar en palabras todo ese vértigo de emociones que le provocaba la cultura, me siguen ayudando a comprender el dolor de convertirte en adulto, y mirar atrás desde el amor y la comprensión. Gracias Fran Perea y Álex Ubago por ponerme los pelos como Scorpios y alcanzar mi corazón cumpla los años que cumpla.

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