Crítica «La cima» – 25 Festival de Cine Español de Málaga

NO TUVIMOS AQUELARRE

En jerga alpinística cuando un montañero logra escalar el objetivo de su cima alcanza lo que se llama el «aquelarre» en el que se consigue una conexión mística, que se traduce en mirar verdaderamente a la montaña. Nos hubiera gustado vivir esa sensación con la película de «La Cima», pero la verdad es que nos quedamos en ese campamento base, sin querer siquiera sacar la maquinaria para comenzar a ascender. He vuelto a ver un documental y no una historia que me removiera por dentro.

La idea de base es la experiencia del propio director, Ibon Cormenzana, en el que tras una situación personal quiso encontrar una salida en el ejercicio de la montaña, y le permitió vivir unas experiencias y enseñanzas que pretende traspasar al público mediante los personajes de Mateo e Ione. Los protagonistas se encuentran cuando el rol de Javier Rey cae precipitadamente al querer llegar a la cima del Annapurna, y es el personaje de Patricia López de Arnaiz quién le rescata en su campamento base.

El realizador explicaba en rueda de prensa que quería plasmar los valores del alpinismo y la historia de superación personal de ambos personajes. Una trama en la que se mata el ego que llevan dentro y quieren cumplir retos como si volvieran a ser niños. Rodó la película en los pirineos de Huesca y franceses a 3000 metros. En su dirección ha querido pasar por estos temas personales y explicar ese trauma que le conectó con la montaña. Esa sensación de estar en un sitio pero sentirte que no eres nada, y luego súbitamente al contrario. Quería exponer ese poso de que estos deportistas se acercan a la muerte porque para ellos ese recorrido es la vida.

A raíz de esta relación vamos conociendo el motivo por el que estas dos personas se encuentran en un rincón tan alejado del mundo, en el caso de Mateo para lograr un objetivo personal que tiene que ver con la profesión y el deporte al que se ha dedicado Ione toda su vida, y en el caso contrario hay una desmotivación al haber logrado ya prácticamente las metas vitales de montaña que se había propuesto. Se ayudan mutuamente con las personalidades marcadas, pero la aventura me resultó insípida y no me trastocó lo que contemplaba en pantalla.

Rueda de prensa «La cima» – Video realizado por Jose Vera

Sí que me ha gustado como ambos profesionales han defendido a sus personajes. Patricia hablaba del ejemplo en Edurne Pasaban, en cómo quedó en depresión tras haber alcanzado el éxito. Esa otra cara que no vende tanto como levantar los brazos en cada cima. Se podría relatar en más guiones la historia de deportistas que han sufrido mucho, sería muy interesante. La actriz ha trabajado desde lo concreto: Pasaban no encontraba su sitio al volver de la montaña, y tenía que volver a ella para encontrarse a si misma. En cambio Javier lo planteó desde un punto de partida positivo, construyó un personaje que intenta salir de algo que es muy oscuro y lo hace a través de nuevas soluciones. Él quiere salir de esa montaña física para comenzar de nuevo algo, una idea muy reconocible en lo que el realizador pretendía y que había logrado consigo mismo como hemos comentado antes.

El paisaje nevado siempre es bello y las historias de superación apasionantes, pero hay que lograr un recorrido en el que el arco de los personajes y la interrelación entre ellos signifique mucho más para el espectador. Mi sensación es que todo está a medio contar, y que esa evolución podía haberse planteado de una manera más atractiva. Si la motivación también era más psicológica, me ha llamado poderosamente la atención que ningún actor quisiera luego adentrarse más en este universo de la montaña, entiendo que es por el rodaje tan duro y complicado, pero luego hubiera sido lógico que hubieran interiorizado ese proceso por el que será importante dedicarse a esta pasión, y no les ví muy aventurados a descubrirlo o curiosearlo.

Creo que «La cima» hubiera funcionado con una propuesta más de superación en el que tener más información de los personajes, y que entre ellos se hubiera conseguido algo más atractivo, y no me refiero a un plano de romanticismo, si no llegar a una credibilidad en que verdaderamente el apoyo entre ellas les hubiera hecho crecer con sus personajes. Haber sentido más que ellos se transformaban entre sí. Mira que me gusta más el frío que el calor, pero con las películas no me gusta quedarme tan helada. Igual como decían en la rueda de prensa alguien del gremio sepa darle el calor que la película da a entender, y quizá estando tan en esa cima de conocimiento para mi, por eso me ha costado llegar y mirar a la montaña.

Dirección

Guion

Música

Fotografía

Reparto

ProductoraCoproducción España-Francia;