Crítica «Cinco lobitos» – 25 Festival de Cine Español de Málaga

MI AROMA A BIZNAGA

La emoción y el llegarme al corazón se logró en esta tercera jornada del Festival de Cine Español de Málaga con «Cinco Lobitos». Y me ha pasado desde el arranque hasta el final.

Llevamos una edición en la que os he destacado la búsqueda de muchos directores por personas no profesionales para que interpretaran su vida real, y estaba bastante «mosca» con este tema porque temía que estuviera siendo un recurso excesivamente recurrente. Y menos mal que en el caso de esta ópera prima en el largometraje de Alauda Ruíz de Azúa no ha sucedido, y he experimentado sensaciones tan diferentes, empáticas y a la vez tan necesarias con un cartel de lujo de actores que han sacado lo mejor de si mismos y han dado un resultado magnífico. Ellos son Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea y Mikel Bustamante.

Es un círculo vital que se cierra de dificultades. «Cinco lobitos» habla de los miedos e incertidumbres de una vida que comienza en nuestras manos, para posteriormente mostrar una fragilidad de alguien de nuestra familia que sabemos que la muerte le acecha cerca. Es una película que habla de nuestras imperfecciones, de ese ritmo de vida al que no nos acostumbramos nunca, de los enfados tontos y nuestros errores que no queremos reconocer nunca, en definitiva de lo que verdaderamente es nuestro camino diario pero lo principal que hace de este film algo increíble, es que el viaje es prácticamente imposible que no le toque a nadie en algún ápice y se abarca todo lo cuestionable y fundamental que caracteriza al ser humano.

Rueda de prensa «Cinco lobitos» – Video realizado por Jose Vera

El germen fue la primera experiencia de la directora ante la maternidad y cómo le iban sucediendo esos cambios de ciclo en las relaciones familiares. Siendo hijos de ida y vuelta. Es de una generosidad tremenda lo que plasma en pantalla, y de una inteligencia sublime eliminando los clichés para no representar a ninguna parte buena ni mala, como pasa en nuestra propia cotidianeidad, si no que todos estamos formados por capas de nuestros contextos pasados y eso es reflejo de lo que queremos hacer, de lo que nos pasa y de lo que pensamos.

Un regalo para los actores como detalló Susi Sanchez en la rueda de prensa es haber tenido mucho tiempo de ensayo en el que pudieron trabajar improvisaciones que lograran sacar el pasado de los personajes, y eso unificó a todos estos profesionales y que el tono y el concepto de Alauda se mantuviera firme y determinara el gran resultado de «Cinco Lobitos». Me resultó especialmente enternecedor escuchar a Ramón Barea cuando vio la película como espectador, y no se reconoció en su trabajo y se dejó llevar nuevamente por el film como si lo viera por primera vez. Qué sensación más estupenda.

Laia describe bien a su personaje, Amaia, y toda la familia que lo forma en esta ficción. Son personajes realistas que tienen magia porque se guardan los detalles. Es esa honestidad con imperfecciones, y el mejor ejercicio que puede hacer el público es no juzgar a ninguno de ellos, y menos por esas imperfecciones. A veces yo creo que inconscientemente mucha gente lo hace, por no reconocer esos aspectos por ellos mismos. Por ese miedo al espejo y al reflejo de lo que no queremos expresar que también somos. Y lo increíble también de este planteamiento, es que el espectador logra pasar por la situación de todos los puntos de vista que se ofrecen. Que en resumen, maternidades hay tantas como mujeres.

Hay tanta calidad en prácticamente todos los aspectos que, cuando esto sucede, solo hay que dar gracias por haberlo experimentado y quedarse limpia por dentro como es mi caso, por situaciones que te guardas y que no quieres compartir por miedo a sentirte extraña, y que al verlas tan reflejadas en estos intérpretes tan increíbles, el alivio personal emocional y mental es algo impresionante. Ojalá con todas estas historias cinematográficas nos enseñaran tantísimo a perdonarnos a nosotros mismos. Este cine es el que hace que queramos ser mejores personas, es el cine necesario que busco siempre en el Festival de Cine de Málaga y cuando me planto delante de la gran pantalla. Ojalá huela muchas biznagas.

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