¿QUÉ PODEMOS HACER TODOS JUNTOS?

Estrenamos la temporada teatral en 2021, con un gran acierto teatral que nos ayuda a reflexionar sobre aspectos muy importantes de nuestra vida contemporánea, echando la vista atrás o objetos de estudio/personajes como Cicerón, que defendieron sus ideas con el valor de la democracia en primera instancia, cometiendo errores como todos los humanos, pero siendo un político al que podemos seguir mirando al pasado para prevenir nuestro futuro.

«Viejo amigo Cicerón» consigue esa conocida máxima de que buena parte de nuestra actualidad viene contada desde la época clásica, hay diferentes contextos y nos comunicamos con mayor tecnología, pero las preocupaciones y los objetivos del día a día son exactamente los mismos desde antaño. Y aquí en esta función se logra que no simplemente se trate de una perorata, donde los intérpretes se coloquen desde los púlpitos para declamar y proclamar todo el texto que es importante conocer de estos políticos/pensadores/escritores tan relevantes como Cicerón, si no que esos mensajes instruyan y lleguen al corazón de mirarnos a nosotros mismos a averiguar qué podemos hacer todos juntos como sociedad para afrontar los problemas que tengamos en nuestra propia realidad.

En el texto denoto la pluma de Ernesto Caballero. Le venía conociendo desde hace mucho, pero cuando pude preparar la entrevista con el actor, Germán Torres, me di cuenta de su carga didáctica y filosófica en lo que escribe. De una manera muy inteligente profundiza sobre la corrupción del poder, el localizar a los Cicerones que se encuentren en el contexto histórico de cada uno, el valor de la enseñanza con maestros que no enseñan lo que saben si no lo que son, lo mucho que le gusta censurar el humor al poder o el sentido del espectáculo primando a la belleza de la oratoria. Todo esto se vislumbra y se siente en la voz de Jose María Pou que se convierte mágicamente en esos mentores que te hacían despertarte esa chispa para lograr alcanzar las metas o sueños que no encajamos en nuestra cabeza, y una gran labor interpretativa en Alejandro Bordanove y María Cirici. Evidentemente la experiencia del maestro sobresale, y además yo que he tenido la suerte de verle varias veces, incluso ya puedo percibir las ocasiones que más disfruta expresar las palabras de su profesión hacia el público. Cuando se para y se deja llevar por las frases, es un gustazo escucharle, pero quiero destacar el saber estar y el seguro aprendizaje de estos dos jóvenes actores que espero que sigan en la misma senda de estudio y conocimiento que los dos roles que han desempeñado encima del escenario.

Mientras contemplaba la escenografía pensaba en cómo había podido sentirse las personas afortunadas que la verían en Mérida en su estreno en 2019. Tan grandilocuente y majestuosa que llenaría todo ese emblemático escenario, como también lo ha hecho cuando he entrado en el Teatro del Soho CaixaBank. Es un personaje más que ayuda en ese juego de foro romano convertido en biblioteca, que permite que el espectador vaya siguiendo ese ritmo de personas en la actualidad que se transforman en esas identidades relevantes que han formado parte de nuestra historia. Aunque tiene mucho dinamismo que permite que la función no sea simplemente sólo profundidad de texto, sí que como única pega hubiera eliminado algo de esos parlamentos para que la sensación fuera más liviana aún, e igual de emocionante, pero en cualquier caso «Viejo amigo Cicerón» se sigue de manera muy efectiva y atractiva hasta el final.

Decía Cicerón que los libros son los únicos amigos que no te traicionan. Una de las muchas verdades que se expresan en esta obra, que sin duda no deberían perderse tanto hoy sábado a las 19:00 como mañana domingo a las 18:00 en el Teatro del Soho CaixaBank, porque les aseguro que la cultura en este templo literario en escena tampoco les va a engañar.

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