Despedida de todo el equipo artístico y musical de "Disney in concert" en Starlite Marbella. Fotografía de Mai Serrano.
Despedida de todo el equipo artístico y musical de «Disney in concert» en Starlite Marbella. Fotografía de Mai Serrano.

La nostalgia juega con nosotros de la forma más directa. Y Disney tiene mucho que ver con esos buenos recuerdos relacionados con canciones, princesas y películas favoritas que han formado parte de nuestra infancia. Si le sumamos una calidad musical incuestionable, se mejora esa sensación y se provocan las mejores de las sensaciones en nosotros. Morriña y una letra pegadiza siempre es una fórmula efectiva.

Lo que ha arrancado desde Starlite Marbella en gira nacional, después de haber pisado los escenarios de Bilbao y Madrid, es una propuesta donde convergen nuestro ideario de personajes y escenas con esas armonías reconocibles desde el primer segundo. Y precisamente es lo que más merece la pena de aventurarse a querer ser partícipe del disfrute de «Disney in concert»: la música. En la cantera de uno de los ambientes veraniegos más reconocidos la Orquesta Sinfónica de Málaga, dirigida magistralmente por Arturo Díez Boscovich, nos regalaron momentazos de películas clásicas y más contemporáneas. Era impresionante la fuerza que recobraban todas esas canciones míticas, de la mano de esa batuta que no paraba de moverse al compás de cada una de las letras y cómo todos los músicos se contagiaban al instante de ese espíritu. Sin duda, es lo mejor de este espectáculo.

«Disney in concert» está concebido como lo que ocurren con estas ideas que abarcan el imaginario de tantas personas. Nunca va a satisfacer el gusto completamente. Pueden hacer sus apuestas, pero estoy segura que les faltara alguna de sus favoritas. Y es que estas propuestas deben estar pensadas para condensar lo que resulte más atractivo en general y, en ese sentido, no hay nada reprochable. Eso sí, el esquema presentación, imágenes e interpretación de los cantantes se me antoja tedioso a mediados de concierto y, mucho más sucede si se llevan niños de edades muy tempranas. El lucimiento debe ser de los cantantes obviamente, pero se debe tener en cuenta que tal y como está enfocado, que los que van a emocionarse más con todo lo que sucede, son personas más de nuestra generación. Los que vivieron esas películas como parte de sus vidas. Niños muy pequeños dejan de reconocer muy rápido los acontecimientos y personajes en concreto que se les escapan de lo que saben y pierden la atención muy rápido.

Las voces de Paco Arrojo, Julia Möller, Judith Tobella y Diego Rodríguez son exquisitas y materializan su labor de lucimiento vocal de musicales. Cada uno en un rol concreto que han sabido asumir a la perfección y que, a veces, acompañan con alguna coreografía o puesta en escena que ayuda más a su interpretación y que nos vibre el corazón a escucharles. Pero todo mantenido dentro del contexto de musical. No se ha concebido una teatralidad que aporte dinamismo o que enganche más allá de esperar cual será el siguiente tema conocido. Y eso que Anabel Alonso quién ya demuestra un gran saber hacer en presentaciones de esta índole, como la que hace todos los años para la celebración de los premios de Fotogramas, no escatima en esfuerzos para sacar una sonrisa al público pero no es una tarea nada fácil por la propia concepción de «Disney in concert» que la limita al texto que tiene que leer en cada película. Con muchos datos, por cierto, que algunos os van a resultar muy interesantes. También se echa en falta un buen cierre que haga conocedor al público de que la función está llegando a su fin, y además la última canción da pie a que pueda jugarse con esa idea, porque los espectadores estaban un poco desconcertados pensando que el show se había acabado de sopetón.

No voy a chafaros vuestras apuestas y qué canciones entran dentro del repertorio. Sí que os puedo decir, que la que os toque el sentimiento más cercano a esa felicidad que Disney nos transmitía, de una manera u otra seguro que aparece. Y de la manera tan espectacular que se escucha y teniendo en cuenta que se garantizan momentos artísticos inolvidables de los que retener en el pensamiento, es una opción imprescindible que podréis aprovechar el fin de semana del viernes 5 de enero al domingo 7 de enero en el Teatro Cervantes de Málaga. Os aseguro que será supercalifragilísticoespialidoso.

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