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Toda historia se origina por algo. Y menos mal que ésta lo hizo. Es curioso porque la temática de «Salir del ropero» tiene mucho que ver, aunque evidentemente en este caso «En busca de Summerland» es un enfoque diferente.

Esa frase condiciona esta preciosidad de película que ha logrado como no me pasaba hace mucho tiempo que me sorprendieran con una emotiva historia, una evolución de personaje increíble encarnado en la gran Gemma Arterton, esa ironía británica que me pierde por completo en muchas de sus escenas y ese giro sorprendente que encaja todas las piezas del puzzle, y crea un colofón de guión extraordinario.

«En busca de Summerland» trata sobre una mujer que vive en Kent y debido a su carácter huraño y antisocial es considerada la bruja de la comarca. Siendo época de la Segunda Guerra Mundial, tiene que acoger a uno de los niños cuyos padres están en zonas de máximo conflicto, en contra de la voluntad de la protagonista y tendrá que aprender a convivir con esta circunstancia, tras mucho tiempo de introspección escribiendo y haciendo investigaciones sobre mitos que han influido su vida.

Os vais a dejar llevar perfectamente por la película porque los tiempos están ordenadamente claros, porque hay un trabajo muy cuidado de conocer las relaciones de cada uno de los personajes, utilizar un humor al principio muy soez pero a que mi me apasiona, y mucho más cómo está cuidado en las escenas, para luego ser bastante coherente en cómo van sufriendo las transformaciones de todas las novedades que van transcurriendo en la trama. Es un viaje con una fotografía increíble, música acertada y aprendizaje tanto de la vida como de leyendas curiosas que enlazan esta historia tan interesante.

Lo único que no me ha acabado de convencer del film son determinadas partes en las que el dramatismo era excesivamente orquestado para marcar emociones, que simplemente por el propio desarrollo del guión y la capacidad de transmisión de los personajes creados por la guionista y directora, Jessica Swale, ya era suficiente para descubrir qué sentimientos tenían que ir sucediendo y seguir en esa atmósfera tan apropiada, que por estos momentos más sobreactuados me hacían irme un poquito de lo que estaba viendo.

Pero es algo anecdótico, lo principal es que hacía mucho tiempo que una película no me hacía sentir estas vivencias acompañando a estos personajes de una manera tan fuerte y adictiva. Por supuesto, es más que recomendable disfrutarla y escucharla en versión original porque aparte de interiorizar mucho más todo lo que va sucendiendo, hay unos actores que se notan de la tradición británica teatral y televisiva que permiten la alegría de oírles en todos sus diálogos. Aunque sea de una manera muy breve, qué felicidad ver a Penélope Wilton. Y no conocía a Tom Courtenay pero lo incluyo en mi lista de favoritos en escena.

Busquen a Summerland, es una aventura y un viaje cinéfilo de los que no se van a arrepentir a descubrir toda su esencia. Que gozada.

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