VIAJE DE AUTODESCUBRIMIENTO

Reconozco que ante esta película de Gerard Oms me asusté al principio un poco con ese comienzo futbolero, y siendo yo poco aficionada al deporte rey, pero «Molt lluny» pega un giro súper interesante en esa decisión de Mario Casas de cambiar el rumbo de su vida, que el miedo se fue «ipso facto». El fútbol como detalla el director, sirve de excusa para hablar de esas máscaras que nos ponemos para pertenecer al grupo.

Cuando regresan a casa después de un partido como aficionado del Espanyol que se enfrentan en Uefa, el personaje de Mario Casas no puede pasar porque no encuentra su documento para identificarse, ésto le sirve para quedarse en Holanda e intentar buscar trabajo, aprender el idioma y en definitiva, a ser resolutivo y buscarse la vida en un país extranjero.

Sin gustarme absolutamente Mario Casas, creo que aquí está comedido y tiene un gran valor en su actuación aunque creo que es por una buena dirección y unos compañeros como David Verdaguer, o los compañeros de trabajo que le hacen relajar esa manera de interpretar que tiene a veces tan cerrada que no se le entiende, y en este caso, sorprende demostrando que puede utilizar todo su cuerpo y entenderse lo que dice. Quizá también la clave la haya expresado en rueda de prensa cuando explica que en vez de componer el personaje, ha actuado más desde la naturalidad, y la verdad es que se nota positivamente en el resultado.

Muchos de los que habrán tenido que trabajar fuera un tiempo se habrán sentido identificados, trabajos precarios, muy relacionados con hostelería, buscando esas propinas para mejorar ese sueldo e intentar divertirse y salir cuando los horarios criminales te lo permitan. También es interesante cómo acude a las clases y va intentando aprender el idioma, reflejo de esa adaptación que nos hemos visto todos aunque mayormente esas prácticas las tienes con el devenir de lo que ocurre en tu día a día.

En esta ópera prima de Gerard Óms nos narra en rueda de prensa que prácticamente es una biografía de su propia vida pasando por las mismas calles donde trabajó, donde residió y donde aprendió a ponerse esas máscaras para encajar en el grupo que es el leit motiv del que trata «Molt lluny». Aunque uno de los aspectos que me pareció más interesante es que se readaptó el guión con las voces y las experiencias de lo que tenían que aportar todos los actores en esas mismas situaciones de emigrantes que han vivido todos. No solo las de Gerard. El cineasta confiesa que ha abierto a contar desde su corazón algo muy personal, dándole esa sensibilidad y buen gusto, notándose además un cuidado en la estética cinematográfica.

Durante el proceso de escritura, ya iba pensando en la puesta en escena y en ese cine realista de los hermanos Dardenne del que es tan seguidor, y a Mario Casas le fue ocultando cosas que le iban a suceder del guión para que las viviera más naturales como se ve en la película, y cómo le ocurrió al propio Gerard Oms. El rodaje en Utrecht fue duro por la lluvia, y estuvieron un equipo pequeño que lograron acabarla en pocos días, y algo que ayudó mucho fue que Mario llevara la misma ropa en todas las escenas.

1742146458358El propio Mario Casas narra que se compró una bicicleta que era lo más fácil para transitar por allí, pero que además vivió lo mismo que su protagonista porque se la robaron. Allí es muy importante cuando tengas una bici, pintarla para que no te la roben.

Una de las máximas que tiene «Molt lluny» es que al final se habla de lo que no se dice. De lo que queda implícito en la película con ese descubrimiento interior personal, y hacia donde evoluciona su futuro y estabilidad que vamos escudriñando en cada paso que da en la película, pero que el protagonista aún no es capaz de verbalizar hasta que se deja llevar de manera que entiende que era la libertad que estaba buscando, porque cogió esa distancia de su grupo para lograr ver esa perspectiva.

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