FIJARSE EN LAS INVISIBLES ROSAS

El equipo de "La boda de Rosa" durante la rueda de prensa en el Cine Albéniz.
El equipo de «La boda de Rosa» durante la rueda de prensa en el Cine Albéniz.

Esta 23 edición del Festival de Cine Español de Málaga ya ha dado el pistoletazo de salida. Y no lo recalcamos como en años anteriores, el poder decir que hemos podido asistir a la película se ha inaugurado este viernes 21 es ya un paso para la cultura y un apoyo a un sector que está necesitando de la asistencia del público a las salas. El arranque con «La boda de Rosa» ha sido un regalazo para la emoción y una historia terapeútica de esas que te dejan el poso necesario para reflexionar sobre nuestras propias decisiones, y de qué formamos parte en nuestra vida. Y ya la pueden disfrutar porque se ha estrenado en muchas salas españolas, desde ayer viernes 21.

Con medidas de seguridad constantes y sintiéndonos completamente acordes a estos tiempos que vivimos, hemos podido ver en el cine Albéniz una de esas películas que te curan, y por las que sabes que sentarme en una butaca de cine a desconectar del mundo es el mejor regalo con historias como la de Rosa y su familia.

Alicia Luna e Icíar Bollaín, las guionistas de «La boda de Rosa», han hecho latir a unos personajes en el que podemos mirarnos todos, con los que te identifican y que tienen consigo historias que lleguen. En ese aspecto, ambas profesionales se pueden quedar más que satisfechas. Descubrieron esta historia en un titular de periódico protagonizado por Marisa Cano, una de las primeras personas en casarse consigo misma y que se denomina «sologamia» y que les pudo poner en contacto con otros casos.

Icíar Bollaín durante la entrevista. Fotografía de Emanuel Lunardi.
Icíar Bollaín durante la entrevista. Fotografía de Emanuel Lunardi.

Icíar nos cuenta en la entrevista que tenemos posterior a la proyección para prensa que «el tema de la autoestima y el cuidarse a uno mismo es un tema muy serio». Era un tema importante pero nunca quisieron tratarlo como una tragedia ni como un drama, si no con humor, vitalidad, alegría y en positivo. Eso se denota en el guión, en la dirección de los actores, en la música que tiene mucho también de Mediterráneo o de ese cine italiano de los 60 y en la fotografía luminosa. Todas las elecciones están en esa dirección para que la película tenga ese resultado alegre y vital hablando de cosas serias.

Esta película se rodó hace un año, en seis semanas y muy deprisa, y aún así con todo lo que ha pasado por en medio habla de una temática muy actual. Candela Peña encarna a Rosa, una madre que se encarga en la sombra de toda la base que sustenta a una familia pero que absolutamente nadie le reconoce su valor y su valía. ¿Cuantas Rosas con otros nombres y apellidos responde a esta cuestión?. Pues lo importante es el «patchwork» tan espectacular que Candela Peña le ha brindado a este personaje. En los diálogos que te llegan al alma, y quizás es de lo que más me ha estremecido de la película, y en los silencios de la actriz ves pasar el que sea una mujer «invisible», cómo se siente avasallada por su incapacidad absoluta para decir que no y apostar por lo que verdaderamente quiere, y cómo nunca ha sido capaz de buscar sus propios sueños sin dar explicaciones. «La eterna Sancho Panza, la eterna escudera», como la define la propia Candela, «esa tía que dentro de una masa gente no puede destacar por nada, es una borrada completamente». Ha conseguido construir a una borrada. Por cierto, me encanta como la define Icíar Bollaín cuando dice que Candela Peña se maneja en el surrealismo con toda naturalidad. Y qué difícil es lograr esto, ¡chapeau!. Recalca, además, que sigue siendo el mismo terremoto que cuando la dirigió en «¿Hola, estás sola?, «tiene la misma energía, la misma pasión y la misma profesionalidad porque ya entonces con 21 años, Candela trabajaba su personaje con mucha profesionalidad y dedicación».

Candela Peña nos dice cuando la entrevistamos que las historias que ella veía en el cine que estaba pegado al bar en su pueblo le salvaron. «Yo cuento historias sólo para que una persona, que tras ver La boda de Rosa tome la iniciativa de dar al botón nuclear y ponerse primero, yo con eso ya me daría por satisfecha». En el film nos percatamos que al ser humano le cuesta darnos cuenta que somos los responsables máximos de nuestra vida y no echar balones fuera. «Hay que hacer lo imposible porque no se nos pasen por encima», como dice la actriz. Cuando leyó el guión de «La boda de Rosa» Candela nos cuenta que sintió que «Icíar Bollaín había vuelto», porque Icíar es cierto que llevaba ya tres guiones de Paul Laverty, que indiscutiblemente los ha hecho suyos esos proyectos, pero había vuelto a esa realizadora de «Te doy mis ojos», por ejemplo.

Otra de las bases fundamentales de la película es la familia. Rosa no puede vivir sin su familia, pero necesita estar sin ella para ir a por el futuro que se merece. Es esa dicotomía de la que no te puedes librar por mucho que quieras, y si además nos rodeamos de un elenco de actores maravillosos, Sergi López, Nathalie Poza, Paula Usero o Ramón Barea, con los que se puede jugar a esto y llegar a esas realidades que se tenían que plasmar en cada escena, el resultado de «La boda de Rosa», es una celebración de una ceremonia para ella misma y los espectadores que han sido inteligente de asistir como invitados esta boda cinéfila. Como dice Nathalie Poza en la rueda de prensa, Rosa tiene una familia donde la quieren pero no la ven. No la dejan existir y trabajar eso ha sido el reto, y se logra con creces. Candela Peña expresa que «es una familia invasiva pero se necesitan tanto porque están todos todo el rato con todos». Sería el resumen perfecto con las sensaciones de ambas intérpretes.

Candela Peña posando antes de nuestra entrevista. Fotografía de Emanuele Lunardi.
Candela Peña posando antes de nuestra entrevista. Fotografía de Emanuele Lunardi.

La base de esta película es la luz y la alegría. Se ha construido una historia desde el humor, como hemos constatado anteriormente, y por ello es un regalazo de divertimento fílmico que no deben dejar pasar desapercibido. Y no lo hicieron las productoras que apostaron por «La boda de Rosa». Liana y Cristina, que ya conocieron de esta propuesta hace cinco años, trabajaron en muchas versiones y tras la financiación que consiguieron de TVE, y también financiación valenciana, catalana y francesa la pudieron llevar adelante.

La directora, Icíar Bollaín también destaca durante nuestra entrevista que ha habido todo un momento de reivindicación de las mujeres, en muchos sentidos, de visibilizar por ejemplo el compartir las tareas domésticas de la casa. Cuando uno piensa ya en compartir, empieza a tener tiempo libre porque ese tiempo libre también hay que repartirlo, que es uno de los aspectos claves que no tenemos en cuenta y en el personaje de Rosa se ve muy claramente qué es una de las carencias por las que se vuelve invisible y cede ante los demás. Icíar habla de «pasos más allá, estamos visibilizando trabajos muy invisibles como los cuidados, reivindicando la conciliación y la igualdad en todos los aspectos, y también el ocio y el espacio para uno». Ese tiempo para uno que es un poco lo que al final se trata en la película, que es el darte espacio que también considero que es lo que está pasando ahora y muchas personas ya, por fin, se están dando cuenta. Por cierto, en ese tierno y sensible personaje de Rosa que trabaja como costurera, otra labor que muchas veces ha sido valorada tan invisiblemente, Candela Peña le hace un homenaje a su tía Carmen que le hizo el vestido de una de las galas de los Goya, una profesional que se dejó la espalda 40 años trabajando para una conocida marca de vestidos de novias. Seguro que está orgullosa aunque Candela reconozca que a máquina cose como una mierda.

Al proponerle hacer la canción a Rozalén, que es la autora de la canción principal de «La boda de Rosa», ella tenía el tema pensado de «Que no», porque está con la misma sensación de cuidarse ella misma y ponerle límites a los demás, como ya nos recalcó al interpretar este tema en su concierto el pasado miércoles en Starlite Marbella. Es una consecuencia de lo que se está sufriendo en los últimos años, saber decir que no, darte espacio y reivindicarlo, y como se dice en la canción, no como un ejercicio de egoísmo, es que si yo estoy bien, voy a estar mejor con los demás también.

El equipo de "La boda de Rosa" durante la rueda de prensa en el Cine Albéniz.
El equipo de «La boda de Rosa» durante la rueda de prensa en el Cine Albéniz.

Este Festival de Cine Español de Málaga ha sido valiente en levantar la persiana y al igual que Rosa, hay que seguir en ese camino. Llenen los cines porque este film se estrena este mismo viernes 21 en todas las salas, apoyen la cultura y eso les hará tan libres como entender por qué una película como «La boda de Rosa» sea necesaria para recordarnos lo que es querernos a nosotros mismos, y brindar por un equipo artístico que ha realizado un trabajo tan excelente, como para conseguir que todas celebremos nuestras bodas con nosotras mismas todos los fines de semana.

¿Voy apostando por premios?. Ojalá Icíar y Alicia por su guión que ha hecho visibles a tantas Rosas, y Candela y Paula por sus personajes, ala ya lo he dicho.

 

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