A ESTA PELÍCULA, CADA UNO SE VA A ACERCAR SEGÚN SUS VIVENCIAS PERSONALES

Encontrarme con este tipo de películas donde la evolución de los personajes es tan compleja y diferente, me congratula. En «Todo lo que no sé», hay un acontecimiento familiar como es la enfermedad del padre que trunca el presente de cada uno de los miembros de la familia, y como en todas ellas cada cual elige su camino pero, además, se cree con el derecho a juzgar esos venideros de otro miembro si no se está de acuerdo.

Susana Abaitua interpreta a una espléndida Laura, que ante la noticia quiere seguir apostando por ese sueño que le ha costado tantísimo en un mundo tecnológico donde priman los hombres que siempre sobrepasan el talento de las mujeres por cuestiones de género, y esa decisión genera la hecatombe en su familiar que 0rganiza turnos sin contar con ella, que la tachan inmediatamente de egoísta por no priorizar las responsabilidades que ellos consideran y esa lucha constante, esa falta de comunicación y ese miedo por lo que puede suceder ante esa dolencia que parece que no mejora es lo que sustenta el motor de esta película, donde todos los personajes actúan como buenamente saben hacer. El espectador puede estar más o menos de acuerdo, pero los contextos en los que se marcan esas decisiones de los personajes están perfectamente marcados y son completamente comprensibles para el espectador.

Susana ofrece el que para mi es uno de sus mejores papeles. Hay un constante «¿por qué no?», y a la vez malas decisiones personales hacia gente a la que quiere, pero que prefiere alejar para arreglar las cosas sola. El caso es que si esa actitud se prorroga en el tiempo, logra cansar a la otra parte y muchas veces puede ser tarde el darse cuenta de lo que uno realmente quería. Igualmente pasa con todo ese tiempo empleado en ese sistema de almacenamiento de datos pendiente de financiación, y que precisa de muchas horas de trabajo, estar visible y estar disponible, y en esos vaivenes vitales incluso vuelve a relegar por su sentimiento de culpa ese interés de querer lanzar su proyecto informático, para ya rendirse y no seguir luchando. Todas estas emociones están maravillosamente marcado con sus gestos y sus diálogos. Ha sido un gustazo viajar con esta Laura.

La puesta en escena, por cierto, facilitaba la labor al equipo de intérpretes porque primaron que la actuación fuera el eje principal con un set de 360 grados donde los personajes se podían mover con libertad. Era una elección narrativa de la directora que además le daba estabilidad a cada uno de sus roles.

1742475550872Hemos tenido la gran fortuna de entrevistar a su directora, Ana Lambarri Tellaeche.

P: En rueda de prensa me molestó ese juicio al personaje principal de tu película por no expresar sentimientos y ese topicazo justificando que los vascos son más fríos a la hora de abordar sentimientos, la película es un ejemplo de cómo cada uno podemos abordar vicisitudes que alteran nuestra vida y qué tiempos necesitamos para gestionar esas emociones

Ana Lambarri Tellaeche: Lo que me he dado cuenta con los visionados que he hecho de la película es que, al final, cada espectador va enganchando en partes diferentes de la película o en temáticas distintas. Si, por ejemplo, la persona que dijo eso ayer es una afortunada y nunca se ha visto obligada a tener que poner límites para que le respeten cosas básicas, por lo que sus elecciones son propias pues enhorabuena. Yo he tenido siempre mucho apoyo de mi familia, pero sí que en otras situaciones me han venido decisiones que yo he tomado que, de repente, hay gente que me ha dado su opinión sin yo pedírsela, o que incluso ha intentado coartar esa libertad que es mía, que no te la puede quitar nadie. Hay gente que, quizá, no ha vivido esas situaciones y a esta película cada uno se va a acercar según sus vivencias personales, pero como hemos trabajado desde las emociones y buscando un realismo muy real, valga la redundancia, al final te ves obligado a enfrentarte a si tu has vivido eso o no. Yo estoy como súper abierta porque no he querido crear cátedra con esta película. Que te sientes identificado con el personaje y entiendes, bien, que no, pues mira que suerte que no te ha pasado. Yo estoy agradecida, de hecho a mi cuando nos dicen que los vascos no nos comunicamos bien, me siento súper orgullosa porque es una cuestión identitaria, pues si somos así somos así. Lo que me estoy dando cuenta es que cuando me dan opiniones de la película entiendo que no son personales ni hacia lo que hemos creado, siempre nacen de las vivencias personales de los que están hablando. Entonces eso es muy enriquecedor.

P: De hecho va en sintonía con lo que se hace en la película

Ana Lambarri Tellaeche: Pero aquí es una opinión que sí que la hemos pedido, pero por eso yo respeto mucho desde donde viene. Se que hay gente que no le va a gustar la película o no le va a transmitir nada, y sin embargo, hay otra gente que les ha removido por dentro. Yo creo que eso es el cine, no es que vaya de que me da igual pero ¿qué puedes hacer?. Yo la propuesta que quería hacer, ya la he hecho. Yo no voy a cambiar ya y me parece que estamos a obra terminada. Que genere debate y opiniones, buenas o malas, pues es maravilla.

P: Qué bien has dirigido a Susana, que me parece uno de sus mejores papeles

Ana Lambarri Tellaeche: Al final, como creo que habla de cosas que nos han podido pasar a todos pues lo que hicimos con Susana fue buscar puntos en común. Ella tiene su propio método, que cada actor tiene su forma de trabajar. Entonces lo que hicimos fue hablar muchísimo, y luego ella fue buscando de forma personal dónde enganchaba con el personaje. Hubo cosas que no entendía del personaje, y también hubo cosas que dejamos sin entender, que también veía a la hora de interpretarlas pues que tenía como que forzar el hecho de que jamás ella se comportaría de esa manera, o no entendía por qué el personaje hacía eso, y eso generaba más y más incertidumbre. Hay una riqueza interpretativa, que viene desde el miedo porque no sabía cómo lo estaba planteando, y tiramos adelante.

P: Siendo frívola, lo único que no entendí es esa indecisión con ese Francesco Carril que es mi amor platónico, y que está adorable en la película

Ana Lambarri Tellaeche: Hemos dibujado un personaje masculino que es una persona que escucha, es una persona que está presente y una persona que, además, se lo curra para estar. Sim embargo, lo que recibe a la vuelta es un comportamiento muy irregular que, para mi, está muy asociado a lo masculino. Normalmente, la figura de Francesco sería una mujer y la figura de Laura sería un hombre. Sin embargo yo lo he invertido. Creo que por eso también molesta un poco, porque es como ¿por qué le hace eso?. Pues es bastante habitual.

P: Está muy bien mostrado el proceso de esos pacientes de quimio que son tan tediosos y difíciles, junto a los acompañantes

Ana Lambarri Tellaeche: Yo quería reflejar, que es una cosa que me preocupa de cara al futuro si alguna vez enfermo, que ojalá no, es cómo se comporta el resto. De repente, te convierten como en una especie de mueble que tienes que mover de un sitio a otro, y esa persona enferma todavía tiene libre albedrío, tiene inquietudes y tiene sueños. Estamos hablando de enfermedades muy largas. Cuando te diagnostican un cáncer, no es una sentencia de muerte. Hay un proceso, hay intentos y hay tratamientos. Que, de repente, se te quite esa voluntad o cómo se tiene que organizar la familia alrededor para convertir en un elemento de conflicto, pues me parece que psicológicamente tiene que ser muy duro.

1742475550863+P: Encima no tiene voz ni voto, le organizan la vida y los turnos para no dejarle solo

Ana Lambarri Tellaeche: Andrés es un hombre que es fuerte y entonces hemos hecho un personaje desde ahí, a Martín, al padre en ningún momento le vemos mñas deterioriado en cuanto a ánimo pero sigue teniendo su voluntad intacta. Sim embargo, hay como una organización a su alrededor que le invisibiliza.

P: Vaya elencazo tienes

Ana Lambarri Tellaeche: Los conseguí preguntando. Al haber trabajado tanto en casting tanto tiempo, siempre se lo digo a directores con los que trabajo. Yo trabajo mucho en publi, y ayudo a amigos con los casting de sus cortos. Y cómo se hacen los cortos cómo se hacen, la gente duda y yo les digo, ¡tu pregunta!. En ningún momento, sabes cómo vas a pillar a este actor que te encanta y de repente le encanta tu historia, y dice: voy adelante. Hay que preguntar, si el no ya lo tienes. Tu no estás molestando a nadie, escribes a un representante, oye que tengo esta propuesta y lo único malo es que te digan que no o no te contesten. Hay veces que si te contestan súper amablemente para no o para si.

P: Personalmente haber logrado a este Festival con este peliculón, después de tu carrera como cortometrajistas tienes que estar muy orgullosa

Ana Lambarri Tellaeche: Muy contenta. Estoy calmada con todo porque han sido muchos años para llegar aquí, y ahora que estoy pretendo disfrutarlo. No tengo grandes expectativas, en cuanto a que yo creo que la industria del cine es la que es, hay mucha competencia y somos mucha gente intentando cosas muy interesantes. Entonces simplemente estar aquí, es un éxito.

P: ¿Qué esperas del Festival?

Ana Lambarri Tellaeche: Lo que ya ha pasado que es que me lo he pasado muy bien. Ayer fue un día muy divertido. Mucha actividad, hablar con mucha gente y luego nos fuimos a comer los que habíamos venido del equipo, intenté echarme una siesta que no pudo ser, y luego fuí a un estreno donde fue todo super bonito. Nos aplaudieron un montón. Eso no me lo va a quitar nadie.

1742475550877P: ¿Qué es lo próximo que tienes planteado rodar?

Ana Lambarri Tellaeche: Estoy escribiendo de nuevo. Va a haber un personaje en ciudad, pero voy a integrar un personaje de lo que a mi me gusta que es el monte, en el campo y con perro. Estoy explorando hacía ahi, y además estoy escribiendo una historia de mujeres más allá de los 40, que me interesa muchísimo, y hablando del desamor que es un tema que me llama la atención, pero luego sí que habrá estos sentimientos que tenemos todos, de desasosiego y de búsqueda de dónde estamos, del lugar, que estamos siempre en la misma todos, buscando el lugar.

Los demás actores son una garantía de éxito con Francesco Carril, Natalia Huarte, Ane Gabarain o Andrés Lima. Ellos cumplen esos extremos y esas rencillas familiares que tienen que explotar, por no decirse verdaderamente lo que piensan. Todo está perfectamente marcado en guión, y ellos van a la batuta de Ana Lambarri Tellaeche para que ella pueda estar completamente satisfecha de que han narrado la película que ella quería transmitir al público.

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