NOSOTROS ANDAMOS POR LA VIDA SIN SABER LAS RESPUESTAS DE LO QUE NOS VAMOS A IR ENCONTRANDO EN CADA MOMENTO, DE ALGUNA MANERA ESTE TIPO DE CINE, CUANDO LAS HISTORIAS SE CUENTAN ASÍ, SE ACERCAN MÁS A LA VIDA.

Es complicadísimo ser un experto en el arte de la simbología. Noelia R.Deza ha sido la artesana directora y guionista que, tras su propia experiencia ante lo que contemplaba delante de su ventana, ha querido reflejar en este cortometraje «Ese verano nos quedamos en casa» esos abusos que desconocemos porque solamente tenemos nuestra mirada pero no traspasamos a la realidad que ocurre en las paredes de la pareja protagonista. Dos actores increíbles también de expresar transmitiendo con todos los aspectos de su talento como son Teresa Casas Hernández, y con quién hemos tenido el placer de hablar en esta entrevista, Andrés Gertrúdix.

P: El simbolismo es un terreno en el que te manejas bien y aquí es una de las características principales del corto

Andrés Gertrúdix: Supone un reto en cuanto a que es una historia que tiene mucha vigencia hoy en día, creo que habla del maltrato, de la incomunicación y de muchas cosas, pero sobre todo habla del machismo y del poder que históricamente ha tenido el hombre sobre la mujer, pero lo hace desde un sitio muy particular que creo que es lo que hace especial al corto. Noelia prefiere hacer preguntas pero no te da todas las respuestas, es un pequeño puzzle que el espectador tiene que completar. En ese sentido, tiene mucha importancia lo simbólico y tiene mucha importancia lo que no se cuenta. Tiene mucha importancia el fuera de campo que es lo que oímos y no vemos, y aquello que el espectador se esté imaginando que está sucediendo justo cuando acaba lo que sería el borde de la pantalla, si fuéramos un espectador. En ese sentido, es un reto como actor pero también creo que es más cercano a la vida real. Es decir, nosotros andamos por la vida sin saber las respuestas de lo que nos vamos a ir encontrando en cada momento, de alguna manera este tipo de cine, cuando las historias se cuentan así, para mí se acercan más a la vida. Entonces el reto es simplemente dejarte, estar vivo y escuchar mucho.

P: Uno de los aspectos más interesantes del corto es cómo desde una ventana nosotros podemos ver estas realidades, como le sucedió a la directora en la vida real que trasladó esa vivencia y lo que veía desde su ventana a vuestros personajes

Andrés Gertrúdix: Es lo que hace diferenciar al corto. El corto coge esa distancia de la cámara que es un observador, es como una tercera persona y hace que te impliques desde ahí. Coge una pequeña distancia pero es curioso que esa distancia te hace a ti, sentirte partícipe de la historia. Es el punto de vista del espectador si mira por un pequeño hueco desde su ventana, lo que está sucediendo fuera. Es muy curioso porque, en muchos momentos, la imagen se encuadra como si fuera un marco, de una fotografía o de un cuadro de una obra de arte. Se enmarca aprovechando, precisamente, los marcos de las ventanas, de las puertas y entonces me lleva a esta reflexión, cómo se coge esa distancia y es una distancia casi igual pictórica de un espectador que está viendo un cuadro, y a veces podrían ser imágenes de Hopper, de esas imágenes de la cotidianeidad del Nueva York de los años 50 trasladados a hoy en día, en una pareja de artistas que viven en el campo, alejados de todo y que tiene que ver con este aislamiento que hemos sufrido y que es absolutamente involuntario porque quién se iba a imaginar que iba a pasar todo esto.

P: El otro aspecto que he sacado del corto es pensar en tantas mujeres y niños que han estado con sus maltratadores durante todo este tiempo de encierro, y eso que esta idea la grabasteis antes de la pandemia.

Andrés Gertrúdix: Aquellas historias, piezas y obras de arte que, de alguna manera, hablan de nosotros acaban por tener una importancia casi capital en cuanto a su vivencia y lo que cuenta. Puede que no sea en ese momento pero, más adelante, son capaces de extrapolarse, de superar y de demostrar cómo hablan de la vida. En ese sentido, sigue teniendo vigencia y pasa con muchas películas y novelas que lo explicas desde algo muy particular, pero que al final se hace universal. Ves ahora una película de los años 40 o 50, y sigue teniendo esa vigencia, yo creo que eso es la grandeza de ser capaz de, con los años, seguir contando la historia que querían contar porque, de alguna manera, han ido a la esencia, han sabido captar esa esencia. En ese sentido, Noelia lo tenía muy claro. No nos conocíamos, nos conocimos a raíz de esto, ella nos buscó por Fernando Franco porque ella fue alumna de Fernando Franco, y yo estaba justo haciendo una película que se estrena ahora que es «Bajocero», y no tenía prácticamente fechas y ella hizo todo lo posible por encajar el tiempo que yo tenía, el corto y de tres días me lo juntaron todo en uno, y al final entre una sesión y otra de la película, pude irme a Guadalajara a rodar, y fue una experiencia maravillosa porque es una pedazo de directora. Creo que es una mujer con una voz que tendría que dar mucho que hablar, ojalá le de un impulso para que se fijen en ella y pueda contar las historias desde un sitio tan particular como ella lo cuenta, y la sensibilidad con la que ella cuenta las historias.

P: En los personajes es muy importante la actitud que toman en la rutina de la historia, para que el espectador entienda la realidad de lo que pasa en esa pareja

Andrés Gertrúdix: Es que al final la violencia soterrada, del día a día, te va minando más que incluso una bronca en un momento determinado o puntual. Creo que ese día a día lo que te hace al final es deshumanizarte. Lo que consigue la otra persona es que te cosifica, y de alguna manera eres incapaz de sentir o de pensar, te parece todo normal y no te haces preguntas. En ese sentido, lo ha plasmado muy bien. Tiene una sensibilidad especial.

P: Aparte del estreno de «Bajocero», ¿qué tienes pensado estrenar próximamente?

Andrés Gertrúdix: Ahora mismo tengo ya cosas para la primavera. Una serie con la HBO y una película también de autor, pero ya es para la primavera. La serie se iba a hacer ahora pero se ha tenido que retrasar, imagino que por cosas de la pandemia porque íbamos a empezar en octubre y ahora estoy de amo de casa, disfrutando de los niños y tomándome la vida con tranquilidad. Con todo esto que estamos viviendo, al final yo considero que no es un paréntesis en mi vida, si no que es parte de mi vida y no quiero que me quite años de felicidad o de hacer cosas. Adaptándome y ahora mismo el trabajo es otro, es un trabajo más de cuidar, más introspección, de leer y de hacer otro tipo de cosas que luego me ayuden a encarnar a diferentes tipos.

P: No tienes absolutamente nada de redes sociales

Andrés Gertrúdix: No tengo nada. Soy bastante ciberlerdo. No me despierta mucho interés. Yo tengo una profesión que ya es de cara al público, entonces realimentar eso no me apetece. Tampoco creo que yo tenga nada interesante que contar, más allá de mi trabajo. No me considero un tertuliano o no quiero que mi opinión trascienda. Al final es la posición más honesta. Dentro de la profesión hay gente que te dice «¿pero, cómo no tienes redes sociales?, si luego los productores miran y tal», y yo digo, pues yo que sé, que miren mi trabajo que es lo que habla de mi. Yo como Andrés me gusta tener mi vida en esa esfera privada, mantenerla ahí y ya está. Al final creo que la prensa os enteráis de los trabajos y que tiene una repercusión, y que la gente que quiere ir a ver un trabajo, se acaban enterando. Son diferentes modos, respeto mucho a la gente que lo hace y me parece estupendo, forma parte ya de sus vidas y de las de los demás, pero vamos yo, de momento, me mantengo ahí y la verdad es que no lo echo de menos. Tampoco lo he pedido, con lo cual no lo podría echar de menos, pero que tampoco me preocupa.

20200228140958_cartelOs reconozco que estoy tremendamente feliz de haber podido tachar a uno de los intérpretes que mejor me ha emocionado con su trabajo. Recuerdo ese pase de «10.000 noches en ninguna parte», para luego dejarme boquiabierta con un personaje que interiormente quería descubrir tanto como es el que dio vida en uno de los capítulos de «El ministerio del tiempo» y como no, su rol en «Morir» que le valió esa merecida nominación al Goya. Entrevistar a Andrés Gertrudix ha sido un regalo y espero que el escaparate del Festival de Cine de Málaga le de ese empuje a este cortometraje tan necesario como es «Ese verano nos quedamos en casa».

Y si queréis escuchar la entrevista con Andrés Gertrúdix, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

https://www.ivoox.com/entrevista-andres-gertrudix-ese-verano-nos-quedamos-audios-mp3_rf_56086189_1.html

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