EL PÚBLICO QUE SE QUEDA SIN AIRE

Empiezan a llegar los platos fuertes al Festival de Cine. Las primeras emociones fuertes y con las que el patio de butacas se ha quedado más completo ha sido con la propuesta de esta mañana, «Tiempo sin aire». Un drama que comprime un abanico de sensaciones muy diversas y que es imposible que te deje indiferente ante el sufrimiento de una madre que busca vengarse del único responsable que conoce de la muerte de su hija. Impresionantes interpretaciones de Juana Acosta, mi «Teodoro» Carmelo Gómez, Adriana Ugarte y Félix Gómez que han compuesto unos personajes con los que han hecho vibrar a los espectadores de esta jornada. Nosotros hemos tenido la suerte de hablar con los directores de la película, Andrés Luque y Samuel Martín

Andrés Luque y Samuel Martín
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

P: ¿Teníais previsto que el espectador se quedara con tantas emociones encontradas al salir de la película?

Samuel Martín: Queríamos llegar a la emoción del espectador en distintos planos y que eso pueda provocar y promover una reflexión. Que si van un grupo de amigos o una pareja a ver la película, que cuando salgan lleven algo dentro que les invite a compartir y a debatir sobre lo que se ha visto, que se haría en una situación parecida y que podemos hacer para evitar que la violencia siempre acabe engendrando más violencia

P: Creo que con el personaje que más se cumple esa premisa de qué hacer en esa situación es con el personaje de la protagonista, María

Samuel Martín: Puede parecer que esto no nos va a suceder en ningún momento pero está mucho más cerca de lo que creemos. Esto es algo que sucede en un país lejano, que habla nuestro idioma como es Colombia, pero hay un nexo que es un mercenario español que estuvo combatiendo allí y eso provoca un movimiento de venida buscando venganza de la madre de la niña  que es violada y asesinada. Eso va contaminando y va contagiando el dolor en otras personas hasta el punto de llegar al personaje de Vero (Adriana Ugarte), la novia y luego mujer del paramilitar, que hace un movimiento de vuelta buscando una venganza. Es triste pero nos puede suceder en cualquier momento y una de las motivaciones que teníamos también era contar algo que, en este caso, estaba enmarcado en Colombia pero puede suceder en cualquier lugar del mundo desgraciadamente, porque estamos hablando de pulsiones humanas muy elementales y cosas que vienen sucediendo, por desgracia a lo largo de la historia, que han podido pasar hace dos mil años y ahora mismo en Siria o Afganistán. Hemos ido poniendo el foco no en el plano general de la guerra sino yendo al plano corto de las víctimas que siempre son las personas inocentes

 

Rueda de prensa de "Tiempo sin aire"
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

En la rueda de prensa los directores explicaron que ubicaron esta historia en Colombia al ser un país con el que compartíamos idioma y por el trabajo que previamente Andrés Luque había realizado en programas de TVE como «En portada» donde pudo conocer esa zona más a fondo.

 

Juana Acosta
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Como recalco, los papeles de los intérpretes son descomunales pero mi especial mención a Juana Acosta y Carmelo Gómez es por todos los matices que me han aportado desde sus personajes. En el caso de la colombiana que se propuso ganar un papel como éste diciéndole a su representante «María la tengo que hacer yo», ensayó durísimamente durante dos meses y le dio esa visión fría de una mujer consumida por el odio y la venganza, que no es capaz de darse cuenta de la segunda oportunidad que le regala la vida con un hombre que la cuida, la protege y le hace reír y que, al mismo tiempo, necesita de la compañía de esta mujer ya que tiene una propia soledad que refugia en el alcohol y quiere salir de esa situación y prestarse a ayudarla desde el primer momento que conoce a su hijo.

 

Samuel Martín
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

P: Y del personaje de Carmelo me encanta esa naturalidad de no conocer exactamente que pasa en el país de origen de María y de su hijo y no como pasa en otras películas que se da por supuesto que se sabe todo de los conflictos internacionales

Samuel Martín: Le llega una historia a alguien que, además, estaba con su propio conflicto. Esta ávido de llenar su vida. Se siente atrapado no sólo por la belleza de la mujer sino por la historia que trae con ella y se entrega absolutamente. Cuando decimos que intentamos contar una historia sobre seres humanos y profundiza en su alma, también hemos querido ir a la parte más luminosa. Todos tienen sus matices. Hemos querido construir personajes poliédricos. Nadie es absolutamente bueno ni absolutamente malo. Es verdad que al personaje de Gonzalo (Carmelo Gómez) le llega esta historia como un huracán que le pillaba muy lejos y le hace remover la tierra que tiene bajo sus pies

 

Carmelo Gómez
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Un Carmelo Gómez que adelagazó 15 kilos para meterse en la piel de su personaje. En rueda de prensa, Andrés menciona que le pidieron hacer un cambio de perfil psicológio de tal manera que es alguien entregado y sacrificado a la causa del personaje de Juana Acosta pero también conserva partes oscuras.

 

Juana Acosta
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

Juana Acosta destaca, por su parte, que quiso hacer «Tiempo sin aire» para darle voz a las víctimas porque «es importante y muy necesario» y que este tipo de cine es reparador para ello.  Su personaje tiene una de las frases más demoledoras de la película, «no voy a volver a respirar aunque me vengue».

 

Adriana Ugarte
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

En el caso de Adriana Ugarte al ser preguntada por su personaje destaca que la escogió precisamente porque no era protagonista y que la actriz se enamora precisamente de personajes, no de protagonistas.

P: ¿Cual fue la motivación de ir mucho más allá que con vuestro primer proyecto, «Agallas»?

Andrés Luque: Es casi un recorrido natural. Cubrimos el objetivo de «Agallas». Fue muy bien la película a nivel de taquilla y público. Ahora querríamos algo distinto, no sé si más grande pero muy distinto. Buscábamos profundizar en el alma humana. Que siguiera manteniendo esta estructura de thriller que permite mantener la atención del espectador, que fluya la historia y la vayas entendiendo como nosotros queremos contarla pero que, además, eso esté soportado sobre unas interpretaciones reales, creíbles y que emocionen. Para nosotros, era fundamental el territorio de la emoción

P: Y con tantas historias en paralelo conseguís que el espectador no se pierda

Samuel Martín: Teníamos temor a eso. No sólo con el montaje, el rodaje también. Hemos contado con un generosísimo director de fotografía que es Juan Carlos Gómez que ha participado muchísimo en la planificación de la película y en la decisión sobre las texturas. Eso ayuda a no perderse. Los flashbacks tiene un tratamiento radical completamente distinto. Es algo, que cuando estás en la escritura de guión, te planteas si se perderá el espectador.

 

Andrés Luque
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Andrés Luque: Hay muchos tiempos distintos en la película. La verdad es que somos muy obsesivos en las fases de escritura de guión conque todo encaje perfectamente. Luego cuando vas rodando y luego cuando llegas a montar, vas quitando las cáscaras y te quedas con la esencia pero sino están las cáscaras probablemente no estaría la esencia. Sería material para hacer una tesis doctoral ver los primeros guiones y los procesos de elaboración. Era una obsesión que teniendo tres o cuatro momentos en la historia con dos niños, que en principio fueron tres, para marcar los tiempos. Si el espectador que no ha estado en el proceso de elaboración, la entienda es una excelente noticia porque confirma todo el trabajo que hemos hecho.

 

Félix Gómez
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

En rueda de prensa también mencionan que tenían el temor que el espectador se separara de María. Tenía que entender que hay muchas madres con pérdidas que desnaturalizan su relación con los hijos que siguen con ella y, por ello, las reacciones de este personaje son tan frías.

Félix Gómez cuando tiene la ocasión de hablar de su macabro personaje, confiesa que estuvo a punto de no aceptarlo. Para prepararlo tuvo la ocasión de hablar con ex combatientes de guerra en Irak de EEUU y que con ese material pudo crearlo. Es alguien que está marcado por un dolor que se le revuelve por dentro y que intenta huir de su propio fantasma pero que debe pagar esa culpa de su pasado.

 

Samuel Martín
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

P: ¿Qué cáscaras quitásteis del guión?

Samuel Martín: Tantísimas como que te confesaremos que cuando pensamos escribir el guión, en un guión desestructurado, lo íbamos a contar por personajes. Y que sólo al final se pudiera entender el puzzle. Pero estaría bien para festivales un poco radicales. Seguramente iba a ser más difícil la comprensión por parte del espectador.

P: ¿Cómo fue el rodaje?

Andrés Luque: Fue complicado, como siempre en todos los rodajes. Primero, porque siete semanas de rodaje siempre es poco tiempo, los directores, actores y equipo técnico queremos mas.

Samuel Martín: Sobre todo con tantas localizaciones que, hoy por hoy, decir siete semanas para muchas películas es una barbaridad

 

Andrés Luque
Fotografía de Daniel Fernández Sosa

 

Andrés Luque: 48 localizaciones tiene la película. Que se dice fácil. El rodaje fue bien. Desde nuestro punto de vista, como tenemos mucha experiencia en trabajar juntos, el hecho de compartir y tener las cosas claras, te da mucha seguridad. Un rodaje es una concatenación de decisiones, todo el mundo te pregunta y tú tienes que dar respuesta a todo el mundo. Al ser dos, es mucho más fácil. Cuando tienes dudas, como somos dos, sales de las dudas. Y como te repartes los roles a la hora de trabajar, te facilita la labor. Siempre vas con plan A y plan B, porque el hecho de cuanto más agarrado lo lleves, más te facilita las cosas.

Samuel Martín: Hemos contado con unos actores muy generosos y más que en el rodaje, el trabajo importante se hizo antes en los ensayos. Nos estudiamos muy bien y pudimos ensayar casi todas las secuencias, lo cual cuando vas al rodaje hay poco que discutir. En todo caso, recolocar a los actores. Inevitablemente en el proceso del rodaje, se pueden ir pariendo matices. Fue muy comodo con ellos y el rodaje lo teníamos muy planificado. Con Juan Carlos Gómez, el director de fotografía, que es un tío que va muy a favor de obra, si tenías algo complicado te resolvía enseguida la secuencia. Cubrimos todo el plan de rodaje, con secuencias realmente complicadas, y todos los días terminamos con los planos que teníamos previstas

Andrés Luque: Eso es fundamental porque que no se te ocurra buscar en montaje lo que no hiciste en rodaje

Como anécdotas, es sorprendente que el niño protagonista es español y le enseñaron a hablar en colombiano que de verdad parece su lengua de nacimiento. «Es un niño que sabe escuchar muy bien» da como clave Juana Acosta. Y la otra es que los directores participan como actores con un cameo pequeño, Samuel haciendo de juez y Andrés de un camarero cuyo mayor temor ese día de rodaje fue no fastidiar esas escenas con lo que tenía que decir, como truco le dijeron que limpiara mucho con la bayeta.

Empiezo a mojarme poniendo en la terna sobre todo a Juana Costa en la categoría de mejor interpretación femenina y ojalá también estuvieran en esa lucha, Carmelo Gómez, el director de fotografía y el montaje de esta película. Me he quedado sin aire tras sufrir, reirme y reflexionar con «Tiempo en el aire» y si eso lo provoca una historia, es que merece la pena ir a verla al cine. Ojalá se queden sin aire saliendo bien reforzados de este Festival

Si queréis escuchar la entrevista con ambos directores, pinchad en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-andres-luque-samuel-martin-tiempo-audios-mp3_rf_4381121_1.html

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