LAS NUEVAS GENERACIONES ENTIENDEN MEJOR QUE CARMEN SOTILLO ERA UNA VÍCTIMA DE SU PROPIO DESEO DE VIVIR

Lola-Herrera-suspende-Mario-enfermedad_EDIIMA20180611_0562_4Tengo la fortuna de poder hablar con un ejemplo de mujer trabajadora en un sector en el que aún tenemos que ir buscando nuestro sitio, y esa naturalidad a la hora de transmitir nuestras historias como es el audiovisual. Hablo de Josefina Molina que abrió los caminos que muchas realizadoras están ahora siguiendo para poder seguir contando emociones a través de cualquier disciplina cultural. El motivo es la representación de la mítica «Cinco horas con Mario», que volveremos a disfrutar de la mano de Lola Herrera este fin de semana en el Teatro Cervantes. Así nos cuenta la propia Josefina Molina, cómo es esta representación que supuso su debut en la dirección teatral.

P: Van a convivir varias generaciones ante esta adaptación de «Cinco horas con Mario» que se sigue representando después de 40 años

Josefina Molina: Fíjate que hace 40 años que estrenábamos el monólogo, a partir de ahí nosotros hemos ido también adaptándonos a las circunstancias porque la sociedad cambia, y cambia también la manera de llegar a ella. Y sí es verdad que Lola y yo también hemos cambiado. A veces, hemos introducido pequeños cambios que actualizaban el monólogo. De todas maneras el texto de Delibes se ha demostrado que es universal y que a todas las generaciones les interesa. Es muy curioso porque Miguel Delibes que tiene un sentido del humor muy grande en su literatura, maneja de tal forma el lenguaje que se hace muy práctico, como si fuera cinematográfico. Yo que me he dedicado al cine la mayor parte de mi vida, lo encontraba así. Es verdad porque fíjate la cantidad de adaptaciones que ha habido de las obras de Delibes. Así que es verdad que las generaciones asisten a «Cinco horas con Mario», para ver algo que en su momento tuvo un éxito muy grande y de camino a ver a Lola. No sólo es el texto de Delibes sino que Lola es una intérprete muy especial, trabaja muy profundamente los textos aunque ella diga que es muy intuitiva pero realmente es una persona que profundiza mucho en lo que hace. Y sobretodo en el significado. Se aproxima tanto al personaje, que en su momento pasó una crisis con el personaje porque le reveló cosas de ella misma que no conocía. Ese es el poder del teatro. El actor se identifica tanto que incluso le afecta, el actor juega consigo mismo para su trabajo.

P: ¿Por qué «Cinco horas con Mario» perdura en el tiempo?

Josefina Molina: Nosotros hemos añadido cosas, pero nunca de nuestra propia cosecha sino interpretaciones del libro. Porque el libro es como un manantial del que se pueden extraer muchas cosas. Para el teatro había que darle un sentido dramático al monólogo, que lo tiene en el texto pero que al trasladarlo al teatro teníamos que darle mayor emoción en algunos momentos. Entonces lo que vimos al pasar el tiempo y tuvimos que volver a ponerla en marcha, era buscar algo que pudiéramos agregar en el momento a las nuevas generaciones, y poco a poco lo hemos ido consiguiendo porque hemos tenido el oído puesto en la sociedad.

P: ¿Qué ves en esta sociedad que aún pueda verse identificada en Carmen Sotillo?

Josefina Molina: Las nuevas generaciones son mucho más comprensibles al hecho de que Carmen Sotillo es una víctima. Nosotras pensábamos al principio que trabajábamos con dos cadáveres, uno era el propio Mario y otro era ella misma. Eran dos personas víctimas de una situación social y política de una posguerra, en la que habían arrastrado sus propias vidas. Y Carmen Sotillo es una persona muy vital, una mujer muy extrovertida que hubiese disfrutado mucho de la vida pero que el franquismo la retrotraía. Ella sin darse cuenta defendía a ultranza esa educación que había recibido, sin darse cuenta de que iba a ser víctima de su propio deseo de vivir. Al fin y al cabo, eso ahora se entiende mejor porque en el momento en que se estrenó la obra, Carmen Sotillo era el negativo de Mario. Nosotros cuando hicimos la función habíamos pretendido que no fuera el negativo de Mario, sino otra víctima más del sistema.

cartel-cinco-horas-con-mario-1P: Se adelantó en su época incluso hablando de algo que nos parece que es más corriente como las fases del duelo o la propia muerte

Josefina Molina: El monólogo tiene una virtud exclusiva de Delibes que es que, a pesar de hablar de la muerte y de los desencuentros de una pareja tiene un gran sentido del humor.

P: ¿Qué significó en tu carrera dirigir «Cinco horas con Mario»?

Josefina Molina: Fue la primera vez que yo hacía teatro profesional. Yo había hecho teatro amateur en Córdoba durante un tiempo antes de ir a Madrid, pero era la primera vez que estrenaba una obra. Lola, Sámano y yo formábamos un trío muy compenetrado. Como productor, Sámano es un productor muy excepcional y tiene una gran cultura, también dirige obras de teatro pero nosotros nos comunicábamos muy bien. Trabajar con Lola para mi fue un descubrimiento porque cuando trabajas con una persona con la que te entiendes, sabe qué camino llevas en la puesta en escena y además lo ve claro que era por ahí por donde las dos íbamos trabajando al unísono, da una mayor riqueza al trabajo. Yo aprendí mucho con Lola. Yo aprendí mucho de teatro que para el principio yo no estaba preparada, porque me había preparado para el audiovisual, pero aprendí con dos mujeres del teatro, dos grandes como son Lola y Concha Velasco. Las dos me han enseñado muchísimo.

P: Te he leído que consideras esta obra feminista porque Carmen Sotillo es capaz de ser autocrítica con sus propias decisiones

Josefina Molina: Carmen es una persona libre en el fondo, con un deseo de libertad muy grande y reprimida por la sociedad en que vive, y por la educación y la influencia de la madre y del padre. Lo que pasa es que las mujeres tenemos una lógica distinta. Cuando trabajamos juntas somos capaces de hablar de lo que nos preocupa en nuestro punto de vista, solemos darle una vuelta a las cosas y eso es lo que yo creo que pasa con «Cinco horas con Mario», incluso el mismo Delibes en un momento determinado reconoció que Carmen Sotillo no era tan despreciable como al principio. Él la había entendido tan bien y lo había explicado tan bien que le sobrepasaba. En un momento determinado reconoció que ella era víctima de la sociedad que vivía, y que Mario tenía en gran parte su colaboración en que esta mujer dijera esos disparates que a veces dice.

P: ¿Qué es lo que te está atrayendo del sector audiovisual actual?

Josefina Molina: Yo creo, y esto es algo muy personal, que donde está la renovación del cine español es en la mujeres jóvenes que están haciendo cine. Ellas están de alguna manera yendo por el camino por el que puede existir una profunda renovación en el audiovisual español. Te lo digo porque, a veces, el cine que veo en general, el que es más visible porque sabemos los presupuestos de una película hecha por un director tienen mucho más presupuesto que la que hace una directora. Esto se traduce en que hay menos riqueza en la producción porque es un presupuesto más bajo, tiene menos publicidad porque se puede gastar menos y hay menos visibilidad. El cine que vemos más visible de otras nacionalidades, me parece un poco mimético como el de Estados Unidos por ejemplo. O sino es un cine que se mira el ombligo. Se habla de uno mismo hablando de sus propias acciones o se habla de términos de thriller o de violencia, y eso al fin y al cabo no es una aportación sino que de alguna manera es una copia que puede estar muy bien, pero que no aporta nada nuevo. En cambio las mujeres estamos hablando de lo que preocupa a la sociedad, de lo que es la sociedad en la que vivimos. Están subrayando mucho esa especie de autoestima que tienen la mujeres hoy, y hay un esfuerzo enorme por explicar nuestro punto de vista. Hay muchas directoras que están haciendo una gran labor. Lo que pasa que mi generación hizo lo que pudo. Yo dentro de lo que pude hice lo que quise, pero también porque era unos tiempos difíciles pero dentro de eso tanto Pilar Miró, como Cecilia Bartolomé como yo lo intentamos hacer lo mejor que pudimos. Hay que subrayar mucho que la mujer tenía que alcanzar su libertad de todo tipo, económico, individual, sexual y tantas cosas. Las mujeres de ahora lo lograrán porque tienen la visión muy clara de las cosas. Tenéis un diagnóstico muy certero de lo que pasa y vais a tener cada vez más autoestima, y eso es importantísimo.

Lola-Herrera-6-398x600Carmen Sotillo tiene todos estos matices que descubriremos en esa gran labor profunda que Lola Herrera interpretará este sábado 1 a las 20:00 y este domingo 2 a las 19:00 en el Teatro Cervantes de Málaga. «Cinco horas con Mario» resiste el paso del tiempo, y supone una visión importantísima de cómo se vivió aquella época, y lo que tenemos que aprender para seguir viviendo con más derechos y más igualdad en la nuestra. Josefina Molina cree en nuestra fuerza para seguir mejorando el mundo que nos rodea, si ella lo consiguió habrá que continuar su senda. No queda otra. Se lo debemos.

Si queréis escuchar la entrevista con Josefina Molina, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

https://www.ivoox.com/entrevista-josefina-molina-cinco-horas-mario-audios-mp3_rf_30426797_1.html

¡Compártelo!
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter