Entrevista Lorenzo Silva y Noemi Trujillo

LA PROSTITUCIÓN HACE MUCHOS AÑOS ESTÁ EN UNA SITUACIÓN DE ALEGALIDAD EN ESPAÑA QUE NO DEBE CONSENTIRSE POR MUCHO MÁS TIEMPO

Manuela Mauri se puede convertir en una protagonista de muchas historias como las que estremecen en «Si esto es una mujer», el primero esperamos de los libros de esta inspectora de homicidios escrito por Lorenzo Silva y Noemi Trujillo. Conoceremos la personalidad de una mujer divorciada, de 40 años, que es madre y tiene nueva pareja y que tiene que resolver el caso de unos restos de una mujer encontrados en un vertedero de Madrid, pero es importante también los temas que sobresalen al adentrase en esta novela como es la trata de mujeres. De todo ello hemos querido conversar con los autores.

P: Lorenzo me resaltaba en alguna entrevista que hemos tenido anterior que en los trabajos en conjunto es mejor organizarse sabiendo lo que el otro puede hacer mejor que tu. ¿Cómo lo habéis hecho en este caso?

Lorenzo Silva: Por empezar por un sentido sencillo, yo tengo más experiencia que Noemí en lo que tiene que ver con las tramas criminales o la investigación policial. El significado que a mi me gusta siempre tener presente cuando mi protagonista es un agente de policía judicial, eso pasa con Bevilacqua y también pasa con Manuela Mauri, que también es una agente de la policía judicial en este caso de la Policía en lugar de la Guardia Civil pero su trabajo tiene el mismo sentido. Yo siempre tengo muy presente cual es el valor y el significado de ese trabajo. El policía judicial no es quién hace la justicia, es simplemente un auxiliar. Un ayudante de quién dicta sentencias en España que son los jueces y también los propios ciudadanos a través del tribunal del jurado. No son los policías los que hacen la justicia en España afortunadamente, los lugares donde la justicia la hacen los policías son bastante inquietantes en general. Digamos que eso es lo que puedo aportar yo de manera especial respecto de ella. Yo he procurado poner mi experiencia y luego también la historia sucede en mi ciudad que es Madrid, ahora es la ciudad también de Noemí pero bueno yo llevo más tiempo y la conozco un poco mejor, pero eso a veces es un arma de doble filo. Yo creo que esta novela se beneficia de la mirada de alguien que es de Madrid y que la ve desde dentro pero también de alguien que no es de Madrid y que en cierto modo la mira desde fuera, y por tanto con los ojos limpios.

Noemí Trujillo: Cuando Lorenzo me hizo la propuesta la verdad es que para mi era un poco complicado porque yo soy poeta y la propuesta era escribir una novela, yo soy catalana y la novela transcurre en Madrid, Lorenzo es una gran escritor de novela negra y mi zona de confort era el poema. Para mi eran muchos desafíos juntos que acepté enseguida y yo creo que mi contribución al libro es más conceptual, de hecho te podría hacer varias lecturas de la novela y serían todas diferentes. Te podría decir que es una reflexión del papel del individuo en la sociedad y sería verdad, te podría decir que es una reflexión sobre la igualdad, te podría decir que es una reflexión sobre las ciudades en las que vivimos y que habitamos y del uso de los espacios públicos que hacemos, y todo eso está ahí porque Lorenzo conoce más la parte de investigación de los cuerpos policiales y como se hace la parte del procedimiento, de hecho cuando yo tenía dudas le preguntaba siempre a él y a otras personas que nos han ayudado, pero yo creo que mi aportación está más en esa parte conceptual y es lo que he intentado aportar yo, porque también es lo que yo conozco mejor.

P: Me ha gustado descubrir en esta novela la parte más emocional de la protagonista

Noemí Trujillo: De hecho, yo hoy me he llevado una sorpresa. Hemos hecho tres o cuatro entrevistas y cada una ha interpretado a Manuela de forma diferente. Unos la han visto más conflictiva, otros la han visto más contradictoria y me parece bien que tenga esa complejidad y te permita varias lecturas, que no sea un personaje simple si no que sea un personaje que se pueda interpretar de muchas maneras y eso está bien. Eso es un fruto de haber trabajado bastante en pensar quién es Manuela, que ha estudiado, cual es su papel en el mundo, que quiere hacer, con que sueña y por qué hace las cosas que hace.

P: El personaje creo que salió de una serie que escribiste que se llamaba «Madrid Negro» y en el cuento de «Carabanchel Blues» aparece este personaje de Manuela Mauri

Lorenzo Silva: Es una antología que publicó Siruela y que la coordinó Ernesto Mallo. Yo solo soy uno de los múltiples autores a los que llamó para aliarnos y hacer una ficción criminal ambientada en la ciudad de Madrid breve. Yo hice ese cuento que es «Carabanchel Blues» y ese crimen sucede a pocos metros de donde yo nací y era mi enganche con la historia en particular. Ahí me inventé el personaje. Como era un crimen en Carabanchel, pues le iba a tocar a la policía y me inventé que fuera una inspectora, y que esa inspectora compartiera conmigo ese detalle, que cuando la llaman y le dan la dirección se da cuenta de que el cadáver ha aparecido en la calle donde ha vivido durante toda su infancia. Yo no viví en esa calle, yo solo nací cerca pero ella sí que ha vivido ahí entonces digamos que tiene que volver a mirar la geografía de su infancia con una mirada completamente distinta porque ya no vive allí, y ese lugar que ha sido para ella de su infancia de repente se convierte en el escenario de un crimen, de un homicidio que ella tiene que investigar.

P: Me gusta que pongáis sobre la palestra el tema de la trata de mujeres

Lorenzo Silva: Es una realidad humana muy extrema pensar que en una sociedad del siglo XXI que se proclama como estado social, democrático y de derecho donde todos muy celosos de nuestros derechos y nuestras libertades, viven seres humanos como nosotros que pueden tener unas la piel más oscura, otras pueden haber nacido en otros lugares pero son seres humanos como nosotros que no tienen ningún derecho y que tampoco tienen ninguna libertad. Eso me parece una circunstancia lo suficientemente extrema como para que nos sintamos un poco más interpelados de lo que parece que normalmente nos sentimos como sociedad.

Noemí Trujillo: Me alegra que te hayas fijado en eso porque era un tema muy importante para mi, de hecho fue el motivo por el que le dije que sí sin pensármelo siquiera a Lorenzo, porque pensaba que estaba bien lo que pudiéramos contribuir a ese debate. Creo que es un debate necesario, creo que la prostitución hace muchos años está en una situación de alegalidad en España que no debe consentirse por mucho más tiempo. Creo que cuando lleguemos a conformar un gobierno es necesario que se plantee este tema, es necesario que el debate de la prostitución llegue al congreso y es necesario que se tomen medidas legales porque la prostitución y la trata son dos cosas diferentes porque la trata se alimenta de la prostitución. Es necesario tomar medidas ahí y mientras esté la situación de alegalidad pues seguirán llegando mujeres a nuestro país. Llegan muchas, la opacidad en los datos es muy complicada, la labor de los cuerpos policiales es muy difícil porque cuando hacen las redadas, ellas siempre declaran que lo hacen de forma voluntaria. Y el entramado social que hay detrás, la complejidad de todo eso es que hay muchas responsabilidades. Pensamos que sólo es el tratante, pero no es sólo el tratante. Hay unas personas que captan a estas chicas en sus países de origen, hay un viaje por determinados países que hacen en Europa antes de llegar a España y hay muchos puntos donde se puede actuar pero hay que tener claro que hay que actuar. Porque si no, estamos en una inactividad que en cierto modo tolera que pase.

P: Y aún hay periódicos que mantienen los anuncios de prostitución en sus páginas

Lorenzo Silva: La trata que es un delito terrible y atroz porque somete en España a miles de mujeres, no nos engañemos, a violaciones diarias, a esclavitud, a extorsión, a violencia y a la despersonalización. Se me ocurren pocos crímenes tan terribles. Ese crimen tan terrible tiene una capa y un manto bajo el que se oculta que es la prostitución y que es la tolerancia hacia la prostitución. Esa es la realidad y algunas cosas que contamos en la novela lamentablemente son verdad. Es verdad que hay lugares en España donde uno puede comprar a una mujer por 5 euros que es menos de lo que vale una copa. Son mujeres totalmente esclavizadas. ¿Qué mujer le apetece venderse a cualquier hombre que entre por la puerta por 5 euros?. Y además la clientela, esto es así de terrible, son gente especialmente también desfavorecida, son servicios que se prestan en cuevas, no en viviendas de mala condición si no en oquedades excavadas en la tierra y donde la clientela son todos esos trabajadores, muchas veces extranjeros ilegales, inmigrantes que, a su vez, se están viendo esclavizados en determinados cultivos de determinadas zonas de España. Esto no nos lo hemos inventado, esto lo ha encontrado la Policía y la Guardia Civil haciendo redadas. Esclavas para uso de otros esclavos en el siglo XXI, en España.

P: ¿Y por qué la gente no es consciente que esto es una realidad que sucede?

Noemí Trujillo: Uno de los libros que hemos consultado para hacer el libro es «El proxeneta» de Mabel Lozano. En este libro habla un ex-tratante en primera persona, y cuenta su experiencia y como ha traficado con más de 1.700 mujeres a lo largo de veinte años. Y una de las cosas que cuenta en el libro y que es muy sobrecogedora, es cómo han ido construyendo el discurso de cara a la sociedad para que tolere la prostitución, para que crean que es voluntaria y para que crean que es un trabajo fácil. Y una de las cosas que dice en el libro es que de fácil no tiene nada. Es un trabajo que se paga con la vida, pagas con tu cuerpo y lo pagas con tu vida. Pero ese mensaje la industria del sexo de pago lo ha construido, y lo ha construido con mucho dinero porque es un negocio muy lucrativo y que genera muchos millones de euros. Tiene mucho dinero para construir ese discurso, entonces ese discurso hay que desmontarlo. El mito de la prostitución feliz hay que desmontarlo.

Lorenzo Silva: Es que genera unos efectos devastadores. El primero es que los clientes piensan que son chicas de vida fácil y por tanto no sienten ninguna culpabilidad. Y hay chicas jóvenes que se ven atraídas a eso como si fuera una forma fácil de salir adelante, cuando es una forma atroz no de salir adelante si no de hundirte porque es muy difícil salir de las situaciones a las que, con muchísima probabilidad, te vas a ver arrojada. Por no hablar de algo que forma parte de nuestra historia que es que la mujer que se dedica a eso tiene muchísimo más riesgo de sufrir violencia de la dura, incluida la violencia homicida, que la población normal.

Noemí Trujillo: Una de las anécdotas que cuenta el libro que más me llamó la atención, hablaba de una chica rumana muy joven que su proxeneta le había dado una paliza y tenía todo el cuerpo lleno de moratones. ¿Cómo un cliente puede irse con una chica que tiene el cuerpo lleno de moratones y no hacerse ninguna pregunta? Y pensar que es normal que esa chica tenga el cuerpo de moratones. Si un hombre da con una mujer que tiene el cuerpo lleno de moratones lo que tiene que hacer es avisar a los servicios y a los cuerpos policiales porque no es normal. Lo que hizo el cliente en lugar de ir a denunciar que es lo que tenía que haber hecho, es decir que esta chica estaba muy estropeada y que le tenía que dar otra sin pagar.

P: La idea sería que Manuela Mauri tuviera una continuidad literaria como pasa con el caso de Bevilacqua y Chamorro, que además él aparece como personaje secundario en «Si esto es una mujer»

Lorenzo Silva: El personaje en una primera novela para nosotros es un experimento, nunca sabes siquiera si va a funcionar la primera novela pero la verdad es que el personaje ha tirado de nosotros porque ha tenido mucha fuerza desde el principio, y ella la tiene. Ahora que haya más libros, ideas tenemos y yo creo que el personaje tiene recorrido, pues depende de los lectores. Únicamente.

Noemí Trujillo: A mi me gustaría. Si repetimos, no sería el año que viene y nos tomaríamos un tiempo. La idea de que apareciera Bevilacqua en un pequeño cameo en el libro era que Manuela no ha nacido para competir con Bevilacqua, ellos son amigos, se conocen de una investigación anterior y creo que era bonita esa idea de ver a Bevilacqua por primera vez desde fuera. Se ve fuera de una investigación porque él está quedando con una amiga para comer y todo eso me resultaba atractivo, sobre todo porque Manuela no ha nacido para competir con Bevilacqua.

P: Si hacéis proyectos ahora separados, Lorenzo nos toca Bevilacqua y Chamorro en una nueva historia y no sé que va a plantear como próximo proyecto, Noemí

Lorenzo Silva: Me toca Bevilacqua y será el año que viene. No lo he matado. Le he dejado descansar que yo creo que a él le viene bien también. Viene bien variar y volver con un poco más de ganas.

Noemí Trujillo: Yo soy poeta y me ha gustado mucho la experiencia. Es un desafío para mi y genera cierta tensión porque yo tengo que salir de mi zona de confort. Y ahora lo que me apetece mucho es trabajar en una reescritura de mis poemas, ordenarlos un poco, mirar los que se han quedado por ahí perdidos en el cajón y poner un poco de orden en mi poesía. Eso me apetece mucho ahora. Es un proceso de mirar de otra manera y de alguna forma esas cosas que vas aprendiendo, esas nuevas lecturas que haces se van quedando en ti y afectan también al otro proceso creativo.

Cada uno llevará próximos proyectos en el futuro pero esperamos que los lectores respondan al comienzo de lo que puede ser una saga literaria de alto interés. El mundo de la poesía y el de la novela negra está comprobado que puede ser una fusión más que interesante y atractiva como se puede disfrutar en la lectura de «Si esto es una mujer». Quién le iba a decir a Lorenzo Silva que de un cuento como «Carabanchel Blues» vería realidad en una trama lo que le iba a acontecer a Manuela Mauri con la pluma de Noemi Trujillo. La unión hace la fuerza, y esta visto que literariamente mucho más fuertes aún. Y que así sea por mucho tiempo.