LA ISLA DE MARÍA MARTÍNEZ DE TEJADA

Botella-Vacia-Web-03-729x1024Los creadores personales se dejan influir por diferentes sensibilidad que, unidas al gran trabajo realizado en muchas especialidades, consiguen sacar adelante proyectos que les definen y que logran sacar las mejores emociones en el espectador. Hace diez años María Martínez de Tejada lo logró con su espectáculo «La botella vacía», que precisamente reestrena este viernes a las 21:00 en La Cochera Cabaret y que habló detalladamente con nosotros en esta entrevista.

P: Es tu proyecto más personal que reestrenas después de 10 años

María Martínez de Tejada: Este espectáculo se estrenó en la Muestra de Danza de Andalucía en el 2008, y después giró por la geografía nacional y estuvo en festivales de nuevas tendencias y en programaciones que se salían un poco de lo convencional. Después tuvo su parón necesario porque entraron otros proyectos, ya que tengo otros dos espectáculos en solitario, y fui madre, así que por todas esas circunstancias estoy muy emocionada porque «La botella vacía es muy especial para mí.

P: Lo bueno de ese parón es que se ve desde otro momento tuyo, diferente a cuando lo creaste, y eso hace que la obra sea más nueva

María Martínez de Tejada: Ha sido mucho más interesante de lo que, a priori, parecía. Es verdad que yo noto en mi misma que ha habido un proceso diferente. Mi cuerpo ya es diferente, mi peso es diferente y la forma de enfrentarme al texto, incluso como han surgido micropropuestas nuevas a nivel coreográfico, de elementos escénicos o nuevas utilierías porque yo trabajo mucho también con el objeto. Y a cada momento, darle una cosa y salen muchas de ellas durante el espectáculo que he podido aportar ahora en esta nueva versión.

P: «La botella vacía» tiene como escenario principal una barra de bar

María Martínez de Tejada: A mi me gusta trabajar desde la simplicidad y por eso escénicamente tenemos una barra de bar. Muy hermosa. Trabajo con ella todo el rato. Fuera de ella hago la presentación, charlo con el público rompiendo la cuarta pared y después todo lo coreográfico está dentro de esa botella. Trabajo delante, detrás, arriba y abajo de esa barra y es como mi isla a la que le intento sacar todo el partido. De hecho, el espectáculo empieza muy vacío y después van apareciendo todas esas sorpresas que el espectador tiene que esperar, no las desvelo porque se tienen que sorprender de esta propuesta. Yo cuento que el flamenco ejerce de columna vertebral porque a nivel musical, partí de la base de una soleá, una alegría y una bulería porque rítmicamente me daba toda la intensidad dramática para el personaje. Pero claro no están tratadas de una forma convencional, musicalmente ya lo veréis pero la alegría está toda trabajada con tintes cabareteros. Es una fusión con el tema «La canción de las noches perdidas» de Joaquín Sabina, porque insisto que los temas musicales son muy peculiares y trabajé con Jordi Gil que no tenía ni idea de flamenco, y le propuse trabajar una alegría pero que entrara y saliera con el tema de Joaquín Sabina, con los tintes y el color que tienen estos temas de cabaret como «All that jazz» de Bob Fosse. La propuesta musical y escénica se sale de lo convencional, pero lo más importante es que al espectador le llega el discurso y la historia, porque en definitiva haga lo que haga en el escenario, utilices el lenguaje que utilices, después lo más importante es que el espectador salga emocionado, que se haya reído y salga con multitud de sensaciones.

P: Hay muchas más influencias culturales que utilizas fuera de lo convencional

María Martínez de Tejada: Para mi la creación se compone de muchas piececitas que van apareciendo porque el proceso nunca es corto. El proceso de estas cosas son muy largos y por lo menos en mi forma de trabajar, que soy muy minuciosa y voy encontrando las piezas para componer este puzzle que se llama «La botella vacía». Hay escritos míos, de Antonio Hernández Centeno, de Caballero Bonald y muchas referencias que como creador vas cogiendo de todo. Hay también referencias de Hooper que me llena la cabeza de historias basándome, en este caso, con la ambientación y el diseño de luces trabajando en su cuadro, «Noctámbulos».

P: Ahora eres creadora de más espectáculos pero éste fue tu salto al vacío en la creación y en la producción

María Martínez de Tejada: Yo llevaba doce años en la compañía Atalaya, que nacionalmente e internacionalmente es muy conocida, y estaba en un entorno muy idílico y allí tuve la gran suerte de aprender de muchísimos maestros de muy diferentes disciplinas que vinieron a trabajar con nosotros, con los actores. Pero yo sentía que tenía que salir del cascarón y probar la aventura que, a veces, tiene sus riesgos porque trabajar independientemente y, más en la época que estamos es más complicado y más duro. Pero cuando se instala la necesidad personal, yo tenía muchas ganas de empezar a trabajar con el flamenco y, de hecho, también imparto talleres de flamenco corporal pero para los actores. Para que el actor coja esa herramienta y la ponga al servicio de su interpretación. Yo tenía esa necesidad y empecé a crear. Después en el camino te acompañan tus cómplices, Manuel Asensio que trabajó muy a la par conmigo, le expresaba todas mis inquietudes y él desarrolló el diseño de luces junto con Nacho Almarcha, Jordi Gil con la música o la escenografía con Gonzalo Narbona. Eso son las pequeñas cositas y personas que se van adhiriendo al proyecto. Mucho amor, mucho quererme ayudar a mí como creadora y un gran reto porque no sólo es una producción independiente donde no hay ningún tipo de ayuda pública, sino que tienes que jugar con lo que tienes  y a lo que tienes sacarle todo el partido posible. En este caso, son muy buenos amigos y grandes creadores cada uno en su faceta.

P: ¿Qué más proyectos nos esperan con tu compañía, De Puntillas Teatro Danza?

María Martínez de Tejada: Después estrené «Nora, la mujer que se hace libre», es un monólogo basadoen el personaje de «Casa de Muñecas». Una obra más textual pero también con un trabajo físico. Después también tengo el espectáculo «Amor…según, sin, sobre, tras», que lo estrené hace dos años. Y bueno, en fin, con proyectos y con mucho bombardeo de ideas, pero también con ganas de que se afiance el tema crisis y cultural. Lo que más te daña el estómago es lo poquito que sigues viendo que se apuesta por una cultura de calidad, no de cantidad. Lo difícil que es mantenerse cuando se hacen propuestas nuevas y no sales en la televisión. Para las compañías independientes que nos movemos en otros circuitos es complicado. Pero con ganas y para lo bueno y para lo malo, el teatro, la escena y la creación está dentro de uno y eso es lo que nos mueve. Y para adelante.

28056075_2007547806176054_5094307098956615761_nÁnimo, impulso e ilusión hay que seguir dando a estos emprendedores que luchan contra lo difícil de este mundo cultural para seguir apostando por su manera de transmitir y por seguir sorprendiendo al público. María Martínez de Tejada sigue formándose y sigue queriendo transmitir muchas sensaciones diferentes con su arte y, por ello, son los artistas que debemos apoyar en su difícil camino hacia esa sostenibilidad para seguir taconeando, bailando y actuando en muchos más espacios escénicos. El siguiente donde te espera, te recordamos que es este próximo viernes 23 a las 21:oo en La Cochera Cabaret con «La botella vacía».

Si quieres escuchar la entrevista con María Martínez de Tejada, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-maria-martinez-tejada-la-botella-audios-mp3_rf_23907922_1.html

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