Jornada Miércoles 22 de Mayo – Masterclass José Luis Alcaine
LOS PARAGÜAS DE JOSÉ LUIS ALCAINE
Una de las razones que os adelanté por las que estoy en esta 21 edición del Festival de Cine de Alicante era Javier Fesser, a quién admiro por su ritmo de comedia y compromiso social desde sus comienzos en cine pero también mi objetivo era ser testigo de la sabiduría de un talento de la imagen que es historia de nuestro cine como es José Luis Alcaine.
Una lucidez al servicio del público que nos ha podido regalar en pequeños ejemplos que muestran lo que ha sido su interés con la imagen en el cine, y que compagina perfectamente con algo que he considerado y que busco en las historias de la gran pantalla que es la naturalidad orgánica de las imágenes que me hacen ver más real lo que contemplo delante de mis ojos como espectadora. Escucharlo en boca de un maestro, me alivia y me congratula que conserve en los trabajos que ha hecho y sigue haciendo con Pedro Almodóvar, por ejemplo, incidiendo en esa misma idea que me hace apasionarme por la cultura, y que José Luis Alcaine ha sabido también trasladar en su ponencia y es que las películas tengan esa vida propia que va cambiando a medida que se rueda, y obviar ese cine mecánico que no te deja huella.
Los creadores del documental han sido los encargados de presentarlo. Se llama «Hall of Frame» y se trata de un proyecto de investigación documental que arrancó en 2016 y que ha abarcado en diferentes capítulos, visualizando el que nos ocupa sobre la dirección de fotografía. Estos episodios pretenden visibilizar los diferentes oficios dentro de la industria del cine, y homenajear a nuestros grandes especialistas como es el caso de José Luis Alcaine.
En el documental, el protagonista comienza a narrar por qué empezó a interesarse por el mundo del celuloide cuya gran parte de culpa tuvo el mejor contador oral que tuvo en su vida que fue su padre. Se quedaba alucinado por cómo su progenitor le contaba esas historias, y luego el poder de la imaginación que creaba el cine mudo (de cuya inspiración también se han nutrido grandes directores como John Ford) terminaron de iluminar ese interés que Alcaine decidió convertir en la profesión de su vida.
En el relato audiovisual podemos descubrir diferentes aspectos que para el maestro han sido importantes como ha sido el estudio constante de la luz, que vive en nosotros y que forma parte de su vida. Por ello, su luz es creíble en los trabajos que ha desarrollado a nivel nacional e internacional. Descubrimos que utiliza mucho la luz de rebote, aunque a algún productor patrio no le gustara el resultado final pero esa lucha la ha defendido a capa y espada porque su labor es que esa luz haga participar al público de las emociones de los actores. Así ha conseguido hasta ser pionero en diferentes técnicas como el uso de la iluminación fluorescente que consigue que los actores no tuvieran tanto calor y que no les molestara a los ojos. Es una constante en el discurso del director de fotografía: pensar en el público y en los actores.
Como en este oficio siempre se está aprendiendo da una clave que nunca había pensado en su importancia como que en el plano técnico únicamente no aparezca si las escenas son de noche o de día, si no que también se marque la hora en la que se producen. También argumenta que no se dija en los guiones porque si no se limita, y no puede hacer lo que había imaginado y que puede transcurrir orgánicamente en escena y durante el rodaje. Se preocupa además que en el rodaje ya esté la película etalonada para favorecer a la producción.
Entre las películas que nos muestra como ejemplo de los diferentes aspectos que le preocupan de su oficio están «Ciudadano Kane», «La loba», «El hombre que mató a Liberty Valance» o «Centauros del desierto». Ha sido como un cortometraje en el que te quedas ganas de descubrir más, pero en esencia esta pasión es la que se tiene que promover a estas nuevas generaciones y recuperar a las que ya estamos enamorados de este sector para volver a llenar las salas de cine.
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