LAS OBRAS DE ERNESTO CABALLERO, YO NO ME LAS IMAGINO DIRIGIDAS POR OTRA PERSONA

Cartel bolos a3 castOs planteo una situación de cara a veinte años. El Estado necesita recaudación para las arcas públicas y encuentra la solución vendiendo nuestro patrimonio cultural, por ejemplo, «Las Meninas» de Velázquez y de cara a esa problemática, también encargan al mismo tiempo a una monja copista que se dedique a reproducir la obra del genio sevillano para poder reemplazar al original. Esto que suena tan estrambótico, es una excusa que le sirve al autor teatral, Ernesto Caballero, para hablar de la función del arte y el significado de lo que es ser artista. Y fue una de las causas que más llamó la atención de Carmen Machi a quién tuvimos el gusto de entrevistar sobre su personaje, esta monja llamada Sor Ángela.

P: La perspectiva que planteáis es muy interesante

Carmen Machi: La premisa de inicio apunta maneras. Estamos en España, en el 2037, con lo cual es un futuro muy cercano, lo suficientemente cerca y lo suficientemente lejos como para imaginar que simplemente no está ocurriendo, pero también con el temor de que es bastante posible que pueda ocurrir. Esa premisa ya lleva a debate por la experiencia que estamos teniendo con la función, incluso haciéndola, porque pensar en vender el patrimonio nacional es una animalada. Entonces es muy interesante pero sí que es cierto que luego va a tomar otros derroteros, a la hora de sentirse el propio personaje una monja copista que es un trabajo absolutamente magnífico que desarrollan unas artistas, a las que yo considero así, que son los copistas pero yo no sé hasta qué punto se posicionan haciendo réplicas de grandes maestros. El darle la oportunidad a Sor Ángela, que es esta monjita, la oportunidad para que exponga en el Prado, siendo su copia la que estaría allí expuesta, es empezar a que surja su vanidad y que haga un poco de estragos. Es el punto de inflexión de la función en el que el artista se apodera de su propia obra y la maneja a través de su mirada como quiera. Este recorrido que hace Ernesto Caballero de la historia del arte moderno es extraordinario porque también es una lección de arte y, sobre todo, que deja en cuestión la vanidad del artista. La función es riquísima y realmente funciona lo que tiene que funcionar. Es puro teatro. A mí como actriz me lleva al delirio, cosa que me apasiona. Los espectadores y yo nos metemos todos en el Museo del Prado y es muy interesante lo que se cuece ahí dentro.

P: Hablar de la vanidad también con respeto a tu profesión que siempre se dice que el ego hay que dejarlo en el escenario, es otra dualidad interesante

Carmen Machi: Sin duda. Así debería ser. Si no es así, puedes tener muchos problemas. Realmente la vanidad forma parte del humano y más un humano que se expone en su profesión. Es bueno tener parte de esa vanidad para que te produzca seguridad, para que te suba la autoestima y para poder enfrentarte, por ejemplo, a la timidez. Yo creo que el 90% de los artistas somos tímidos. A veces, nos refugiamos en los personajes o en las obras para gritar, para reír o para llorar. La vanidad es buena, yo no creo que sea nada negativo pero si que creo que depende de cómo tu gestiones esa vanidad, puedes cargarte tu propia profesión. Realmente el objetivo de porqué eres artista, que es para comunicar y punto. La función también engancha mucho porque hay unas altas dosis de humor, no sé si de manera pretendida porque no lo creo y es lo mejor de todo. No es decir «voy al teatro y me voy a partir de la risa». No es el objetivo pero realmente es delirante y ocurren cosas muy bonitas en ese escenario y con el público.

image (7)P: Quisiste volver a trabajar con Ernesto Caballero después de «La tortuga de Darwin»

Carmen Machi: Es lo último que hicimos juntos. Él es un dramaturgo excepcional al que admiro profundamente y que tiene una manera de escribir única y riquísima. He estrenado muchas obras con él bajo su dirección y hacía diez años que no nos encontrábamos, desde «La tortuga de Darwin» que es uno de los regalos más grandes que me ha dado la vida. Nos hemos encontrado porque él tramando el texto, estuve en su cabeza y le dije que sí, que íbamos para adelante. Pero hasta el punto de que cuando me lo envió hace dos o tres años, le dije «o nos damos prisa o la obra se nos queda antigua». Ha sido un reencuentro y el personaje es muy gozoso porque Ernesto tiene algo, en ese sentido, muy único. Él escribe y como es un tipo que sabe tanto, porque además es licenciado en Historia del Arte, así que el recorrido que hace es una lección con toda la historia del arte. Todos aprendemos mucho ahí. Aparte de eso, él tiene algo cuando lees sus obras que no me las imagino dirigidas por otra persona. Porque te puede resultar discursivo o denso por la enjundia que tiene o por su retórica escribiendo, su riqueza de escritura y por la cantidad de datos que puede meter en una página. La cantidad de nombres y referentes artísticos que menos mal que está Internet, o sino tendríamos que estar todo el día con el diccionario en la mano, incluso palabras que yo no he pronunciado por mi boca y las desconocía. Cuando lo pone en pie y te subes a su barca para ver dónde llegamos con esto, es una maravilla. A mí me hace volverme muy loca. Y me gusta mucho que me hagan volverme muy loca.

P: Háblame de los papeles de tus compañeros de reparto,  Mireia Axalà y Francisco Reyes

Carmen Machi: La monja trabaja en el Prado de copista oficial y, en un momento, la directora del museo que es una chica recién nombrada por el partido que gobierna España en 2037, le hemos llamado «Pueblo en pie» y a ella le han puesto en el cargo de directora del Museo del Prado, que es la que a mí me comunica todo lo que va a pasar y yo lo sabré al mismo momento que el público. Eso siempre está muy bien. Con Mireia ya había trabajado en «¿Quién teme a Virginia Wolf?» y la adoro y hace un papel excelente. Luego Francisco Reyes es el vigilante nocturno porque yo tengo que pintar de noche para que nadie me vea y es un personaje muy interesante, del que se habla en la función y no te digo más. Es que es una función muy espectacular hasta con lo que no imaginas. Hay muchísimo texto pero mucha acción también, así que pasan muchas cosas.

P: En teatro te queda la gira de «La autora de las Meninas» pero en cine te podremos ver dentro de poco dirigida por Fernando Colomo en «La tribu»

Carmen Machi: Ha sido estupenda la experiencia. He tenido que aprender hip hop y es altamente recomendable. Me gusta muchísimo. Yo he bailado pero era una disciplina que nunca había tocado y engancha un montón. Aparte que hay muchas coreografías en la película. No es que salga un momento bailando, hay bastantes escenas. Ha sido un reencuentro mío con Paco León, que ha sido mi hermano durante muchos años y ahora es mi hijo en «La tribu». Es de Fernando Colomo, persona admirada y respetada en este país, y lo hemos pasado muy bien haciendo esta película. Dura porque el baile es duro pero ha sido maravillosa.

Os recuerdo que «La autora de las Meninas» se podrá ver mañana viernes a las 21:oo en el Teatro Ciudad de Marbella y el sábado 16 a las 20:00 y el domingo 17 a las 19:00 en el Teatro Cervantes de Málaga. Es un auténtico lujazo contar con la maestría de Carmen Machi encima de un escenario, lo hemos comprobado en «Antígona» o «Juicio a una zorra» y tiene que ser más que interesante ver la evolución de un personaje como el suyo en esta función. Y quién sabe si esta ficción puede dar pinceladas de realidad en menos tiempo del que esperamos.

Si queréis escuchar la entrevista con Carmen Machi, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-carmen-machi-la-autora-las-audios-mp3_rf_20864132_1.html

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