Homenaje 50 Aniversario «La muerte tenía un precio» – Almería Western Film Festival
LA BUENA MADERA DE UN 50 ANIVERSARIO
¡Más madera! decían los hermanos Marx y supongo que sería una frase recurrente hace 50 años cuando se decidió construir el decorado donde en la jornada final de la quinta edición del Almería Western Film Festival se ha homenajeado a esta efeméride tan importante. En 1965, se rodó «La muerte tenía un precio» en esas instalaciones que ya forman parte de la historia del cine del desierto de Tabernas.
Hoy también se ha celebrado uno de los momentos más esperados, no de una estigma tan popular como ocurrió en la jornada de ayer con Rodolfo Sancho, sino más específico y especial para los tabernenses. Ellos vivieron cerca de su casa, los rodajes de muchas de las películas más emblemáticas del género western y cumpliéndose el 50 aniversario del rodaje de una de las más importantes, «La muerte tenía un precio», era de recibo que se celebrara un evento de relevancia en el lugar donde se construyó el decorado para hacerla realidad.
El acto ha empezado con una tarta que ilustraba el cartel original de la película con referencia a su 50 cumpleaños. Los asistentes al MiniHollywood que, nuevamente, al igual que ayer en Fort Bravo ha copado las expectativas del Festival en cuanto a convocatoria, han podido degustarla y disfrutar posteriormente de un show con los especialistas que normalmente hacen sus espectáculos en este gran sitio de referencia de entretenimiento familiar.
Posteriormente, se ha realizado el coloquio homenaje al 50 aniversario con una característica especial. La asistencia de todos los carpinteros, que con su trabajo hicieron realidad que actualmente sigamos disfrutando de este Oasys MiniHollywood. Se les ha colocado justo detrás de los dos principales protagonistas pero remarcando la importancia de lo que hicieron y que siempre las tablas que pusieron van a ser pisadas y observadas por aficionados del cine y visitantes de todo el mundo.
Y llegaba el momento más esperado. La presencia de dos de las personas que mejor podían contar su experiencia en el rodaje de «La muerte tenía un precio». Uno de ellos, protagonista de la película junto a Clint Eastwood, Antonio Ruiz Escaño conocido como «Niño Leone», actor que posteriormente siguió trabajando hasta en 15 películas más con estrellas como Yul Brinner o Charles Bronson. En la película es el niño avispado, que en ese momento tenía 12 años, que recibe a los actores principales. Y el otro, el ayudante de producción, Julio Sempere, persona estrechamente ligada a Sergio Leone, y que ha sido figura representantiva del cine en muchos otros rodajes de gran repercusión.
Durante la charla, Julio Sempere ha hecho referencia a que Almería es un sitio idílico para todo tipo de géneros cinematográficos puesto que tiene diferentes tipos de paisajes, aunque resalta el problema de la invasión de plásticos en muchos de los terrenos que dificulta los rodajes. En su primera intervención, no puede evitar mirar a su lado al actor joven al que le brindó su primera oportunidad, «Niño Leone», y remata «tiene la misma mirada y los mismos ojos». En cuanto al trabajo con el director, Sergio Leone, Julio recuerda que le parecía una buena persona que tenía las cosas muy claras y nos confiesa el mote que le ponían en los rodajes, «La castañuela» por lo nervioso que siempre estaba en sus películas. «A pocas películas se les ha hecho un poblado para realizarlas», recuerda el propio Sempere sobre «La muerte tenía un precio» que fue rodada prácticamente en Almería y solamente se tuvieron que trasladar 2 semanas a Roma.
Antonio Ruiz Escaño siempre ha sido amante del cine y no deja de dar gracias por aquella vez que se encontró con el propio Julio Sempere y le dijo «Eh chico, ¿quieres trabajar en el cine?». Con esa casualidad, ha podido protagonizar posteriormente 15 películas más como actor. Ha hecho referencia a su relación con Clint Eastwood y demás miembros del equipo de la película y recalcaba que Sergio Leone siempre le pedía mucho contacto de ojos y al conocerlo y verlo en persona, entiendo esa insistencia. Tiene mucha fuerza en la mirada y eso había que aprovecharlo.
El momento más destacado y con sorpresa ha sido cuando el propio Julio Sempere ha traído y enseñado el guión original de «La muerte tenía un precio» donde desde lejos se podían observar ya anotaciones y correcciones y que contenía igualmente el listado de actores y de caballos participantes de la película. Ocasión para que el propio ayudante de dirección ha aprovechado para destacar el papel de estos animales en las películas del oeste, «los caballos eran el 50% de los actores».
Para finalizar, antes de la proyección de «La muerte tenía un precio» en el propio saloon del MiniHollywood, se les han entregado las diferentes placas conmemorativas a todos los protagonistas del Homenaje por parte de las diferentes autoridades representadas. Especialmente anecdótico cuando el recientemente elegido alcalde de Tabernas, José Díaz, le ha entregado su distinción a Julio Sempere con la respuesta directa del mismo, «gracias al mejor alcalde joven de España»
Llegaremos esta misma noche a la gala de clausura de esta quinta edición del Almeria Western Film Festival. Días donde nos hemos vuelto a sorprender con las películas y cortometrajes presentadas desde diferentes puntos del mundo, los homenajes con tanta emoción descontrolada y el ambiente tan agradable y necesario que se ha respirado desde que hemos vuelto a pisar este desierto de Tabernas. Veremos que ha decidido el jurado pero nos quedamos con una nueva edición para nuestra memoria.
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