LE ECHO MUCHÍSIMO DE MENOS

Si bien es cierto que aún nos queda una jornada más del Almeria Western Film Festival, hoy sin duda, hemos vivido el momento más emocionante. Se entregaba el premio Tabernas de Cine 2015 en Fort Bravo a uno de los mejores actores de nuestro país, Sancho Gracia, pero debido al recuerdo de Álex de la Iglesia y de su hijo Rodolfo Sancho, quién ha recogido el premio, hemos sabido que además ya no existen como hombres como él.

 

 

Rodolfo Sancho. Fotografía de Ana Belén Robles
Rodolfo Sancho. Fotografía de Ana Belén Robles

 

Rodolfo Sancho entraba al saloon de Fort Bravo como tantas veces hizo su padre en los rodajes en Almería, pero en sus últimos años de vida lo recordamos en la mítica película de Álex de la Iglesia, «800 balas». El público ha entregado al máximo todo su cariño hacia el hijo de Sancho Gracia, quién no ha evitado soltar las lágrimas desde que empezó el homenaje.

Al sentarse, la organización del Almeria Western Film Festival le tenía preparada una gran sorpresa a Rodolfo Sancho. Anunciaron la presentación de un vídeo de una persona muy allegada a Sancho Gracia, resultando ser el director Álex de la Iglesia, quién le dirigió en «800 balas». Desde el instante que arrancó, Rodolfo mostró su cara más sensible y de recuerdo hacía su padre no parando de emocionarse en todo momento. Fue nada más ver a Álex en pantalla pero posteriormente no pudo contener las lágrimas durante todo el homenaje

 

Rodolfo Sancho. Fotografía de Ana Belén Robles
Rodolfo Sancho. Fotografía de Ana Belén Robles

 

En palabras de Álex de la Iglesia consideraba a Sancho Gracia su segundo padre, recordaba que le acompañó en la década de sus situaciones más complicadas y que siempre le enseñaba algo nuevo. Fue una de las personas a las que el director más quiso en su vida. «Todo lo que sé depende de aquellos años que viví con él». Hacía memoria, igualmente, de consejos que le proporcionó desde que se conocieron como que la vida hay que vivirla con una sonrisa y que no había que desfallecer jamás

Particularmente me ayudo a conocer la faceta de Sancho Gracia, precisamente más desconocida. Le recordaba como ese amigo que cambió su vida y la hizo más interesante. Y personalmente, reconozco que ante sus palabras tampoco pude evitar llorar por ese hombre al que todos añoran, especialmente los que le conocían. Pero en cierta manera, sin haber intercambiado ninguna entrevista con él pero habiéndole admirado en el cine, en teatro y en televisión, yo también le extraño y siento pena porque no esté entre nosotros, un hombre de esa categoría y sabiduría.

 

Rodolfo Sancho atendiendo a los medios. Fotografía de Ana Belén Robles
Rodolfo Sancho atendiendo a los medios. Fotografía de Ana Belén Robles

 

Me quedo con la generosidad de ambos. La de Álex de la Iglesia abriéndose en canal para narrar «conteniendo las lágrimas» como confesaba el propio Rodolfo Sancho atendiendo a la prensa, y la del propio Rodolfo emocionado levantando ese reconocimiento en forma de trofeo hacia el aire, con los ojos rojos embadurnados con las lágrimas.

En esa confesión del director dice una frase que me parece memorable, «Sancho Gracia era indestructible», haciendo referencia a las múltiples enfermedades que superó. También definía la risa del actor como una manera inventada por un genio, comprobado en las multiples ocasiones que hemos podido verla en la gran o pequeña pantalla o en un escenario. Finalmente, le describe como un personaje shakesperiano que navegaba entre el drama y la comedia y que «no es fácil vivir sin él».

 

Rodolfo Sancho y Rafael Molina (Fort Bravo). Fotografía de Ana Belén Robles
Rodolfo Sancho y Rafael Molina (Fort Bravo). Fotografía de Ana Belén Robles

 

Posteriormente, tenemos la ocasión de ver un vídeo con imágenes de sus interpretaciones más representativas y, como no, en Almería. Ahí es cuando su hijo desgarra su alma y no para de emocionarse al subir a la tarima a recoger el premio «Tabernas de Cine 2015». Entre aplausos espontáneos del público que responden a su emoción incontrolada, rescato dos frases, «a ver si puedo» y la que me fulmina para también romper a llorar desde las butacas del saloon «le echo mucho de menos».

Al acabar el homenaje, Rodolfo nos atiende a los medios respondiendo a nuestras preguntas. Justo después, no puedo evitar acercarme para darle un abrazo y compartir ese dolor. En mi caso, son ocho años y como él mismo dice, uno no puede evitar superar ese dolor y entender que ya no está entre nosotros y en su caso, sólo han pasado tres años. En esta ocasión, no me ha llegado con ninguno de sus personajes pero sí que me ha llegado con su persona, su ternura y su emotividad que ha transmitido en esta tarde de sábado en homenaje a su padre. Gracias Rodolfo.

Si queréis escuchar su intervención ante los medios, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/rodolfo-sancho-homenaje-a-sancho-gracia-audios-mp3_rf_8902514_1.html

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