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Tengo que decir que no sé si voy a saber utilizar las palabras en mi texto al nivel que Álex O´Doguerty nos las proporciona en enfoques de distinto índole para convertir «Imbécil (midiendo las palabras)» en uno de sus espectáculos más completos, y donde la risa en forma de palabras muy inteligentemente utilizadas funciona para diferentes fines que se consigue con creces. Intentaré no ser muy zascandil para llegarle a la altura expresiva.

Por lo pronto es un show para conocer muchas de las facetas de este comediante que igual mucho de su público desconoce, o puede ser que ya haya ido conociendo porque en  el momento en el que nos encontramos en el que muchos artistas como él tienen que recurrir a la autogestión para sacar adelante esos proyectos de los que personalmente se sienten orgullosos y contentos, una de sus decisiones más interesantes fue ir compartiendo el propio proceso de creación de «Imbécil», y así al llegar al Teatro Arlequín y contemplar de qué manera había utilizado todas esas ideas que fue adelantando, me permitió ir comprendiendo mucho mejor y más rápido todo lo que Álex O´Doguerty ha querido plasmar en este espectáculo.

Él es músico, poeta, le encanta tener una complicidad muy cercana y constante con el público, didáctico, y fundamentalmente divertido. No les desvelaré en qué usos puede tomar la palabra y darle el protagonismo en todas las fases de las que consta la obra, pero sí que les hago llegar que no usaran tan vilmente las palabras después de escuchar todo este estudio que el propio cómico ha querido remarcar para que las mimemos un poco más, para que conozcamos la propia idiosincrasia de donde vivimos o con quién nos relacionamos, o lo más destacable en mi caso que fue el transmitir que no debemos escandalizarnos por el uso que nosotros pensamos que se derivan de ellas en diferentes contextos. En definitiva es una guía humorística para lograr que seamos más felices, y le demos a nuestra cotidianeidad la importancia que se merece, y no andemos dándole vueltas a las palabras.

Hay uno de los casos que Álex cuenta en «Imbécil» que me tocó de cerca, y es cierto que cuando artistas como él logran darte en la tecla emocional, son de lo mejor en representar aquello que vas sintiendo y pasándote por la cabeza. Y con sus palabras lograron un alivio y una paz personal en la que me sentí comprendida y eso es difícil que alguien lo pueda esperar en un espectáculo como éste, así que gracias por ello.

Prepárense para cantar, para tener más conocimiento, para divertirse, para sorprenderse y más que nada para darles a las palabras el sitio que se merecen, y con el mejor maestro de ceremonias para usarla. Hasta para insultar, que también es un desahogo necesario.No sean botarates y ante creadores que dan lo mejor de si mismos a su público, pero además con esta conciencia palabreril, vayan a tomar su palabra porque les dejará con ella en la boca.

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