KT5LWHUX5ZFORGMYGSQ4DN25CA

Recuerdo la primera vez que vi un montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, entrevisté a Helena Pimenta y ví su propuesta de «Sueño de una noche de verano» donde una de las cosas que más captó mi atención eran esos paneles en la escenografía que tenían doble, triple y toda la funcionalidad que los actores requerían. Lo comento porque tras ver la propuesta de Miguel del Arco en «La señora y la criada» de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, volví a tener esas sensaciones de querer ofrecer una propuesta para fascinar al público, teniendo como siempre el verso como protagonista absoluto, pero además le añado una inteligente adaptación en el que el director cede todo el poder a la locura de enredos y a que funcionen esos personajes más carismáticos que deben sobreactuar para lograr su cometido.

«La señora y la criada» se entiende de principio a fin, y es fácil seguir el hilo por el ritmo acelerado y un gran trabajo actoral en equipo que permite que te vayas fijando en todos los aspectos característicos que definen a cada uno de ellos, y su propósito en la escena. Es una labor realizada para que el público disfrute absolutamente en todo momento y se consigue por esa premisa que el propio Miguel del Arco cumple a rajatabla, «pongámonos serios que hacemos comedia», y eso es lo que hace. Hay que ponerse serio y riguroso para que todas las piezas encajen, y todos esos líos entre personajes que vuelven a liarse otra vez, y que proporciona que la funcionalidad de esta comedia funcione a las mil maravillas.

Evidentemente siendo un trabajo tan coral hay roles que juegan en pro de otras identidades para que éstas luzcan de una manera más desenfadada y extrema, y den pie al juego cómico de nombres que se entrecruzan, intenciones amorosas muy intensas y un objetivo de burla muy clara hacia la sociedad mostrando siempre lo que se distancia de las diferentes clases sociales. Como digo los actores realizan una estupenda labor y me quedo especialmente con José Cobertera, Mariano Estudillo y Alba Recondo, y simplemente porque con la difícil tarea de salirte al máximo de esa conformidad cuando plantean su interpretación, juegan de mil maravillas con la mejor arma que existe que es la de reírse de uno mismo, pero en conjunto son todos profesionales dignos de mención, Víctor Sainz, Alejandro Pau, Aisa Pérez, Jose Luís Martínez, José Luis Verguizas, Irene Serrano, Anna Maruny y Pau Quero.

No les voy a desvelar sorpresas pero las tiene y muchas, y es que cuando se quiere enmarcar un ambiente italiano puede valer cualquier cosa. Les invito a que descubran este enredo, no les va a defraudar.

¡Compártelo!
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter