UNA VOLUNTAD QUE PUDO SER Y NO FUE

Estoy apenada. Tenía muy buenas expectativas con esta película, y me ha hecho recordar que me cuesta bajar el pistón de la ilusión pero que a veces es necesario para no pegarte el batacazo como ha pasado esta mañana con esta nueva película de Nely Reguera.

Me ha causado desazón porque «María (y los demás)» que fue la primera incursión de esta directora en el largometraje me cautivó desde la primera escena. De hecho, recomiendo a todo el mundo encarecidamente que la tengan en sus visionados próximos porque escribimos de ella cuando un día después del trabajo me perdí en el cine Albéniz para verla, y no olvidarme jamás de su historia y las buenas sensaciones que causó en mi.

Estaba también feliz por ver un nuevo trabajo de Carmen Machi. Es una de mis actrices favoritas, especialmente en teatro y de la mano de Miguel del Arco pero también en muchos otros papeles, y claro viendo la fórmula de directora con un primer largometraje que me entusiasmó más Carmen Machi, resultado perfecto. Pues no ha sido así.

El punto de partida de «La voluntaria» es apetecible. Una médico jubilada decide ayudar en un campamento de refugiados en Grecia, y se contempla la lucha entre su vocación emocional frente a lo que el propio sistema en manos de las ONG debe ejercer en actuaciones humanitarias como ésta. Hay una contraposición lógica cuando la empatía puede más que las normas, y cuando nos creemos como dijo la directora en la rueda de prensa que tenemos la solución más efectiva pensando en aliviar nuestro propio dolor, y no lo que de manera práctica y efectiva necesitan estas personas en los campos de refugiados.

En rueda de prensa explica la realizadora que pudieron rodar en el campo de refugiados de Malakasa en Grecia, que fue donde les permitió el gobierno (evidentemente para mostrar el campo que tuviera mejor imagen y que no se reflejaran otros de peor situación). Los refugiados que salen en la película, incluido el niño protagonista, son refugiados reales cosa que le pareció valioso de utilizar porque fueron generosos en compartir sus vivencias y que el film cobrará mayor realidad por ello.

Hasta ahí la película es perfecta e incuestionable, especialmente mostrando esa labor de la sanidad pública, que en mi caso me he trasladado a la función educativa que mi madre ha tenido en toda su vida y que en este personaje de Marisa he visto en muchísimos detalles, gustándome en demasía un speech sobre la culpa de los políticos que votamos que impide que se proteja y se cuide nuestros sistema público. Si hubiera tirado por esa parte más marcada en denuncia, me hubiera dejado llevar por «La voluntaria» mucho más fácilmente y habría salido contentísima del resultado.

Sin embargo, se decidió ahondar más en el conflicto personal de Marisa, tanto en su amor constante en tener un nieto y encontrar un pequeño refugiado al que puede cuidar y que cree que puede sacar de ese entorno para darle el amor que el niño necesita, como también querer profundizar en esa evolución de pensar que todo puede ser más sencillo y que tiene la clave de lo que se tiene que hacer, sin escuchar a los profesionales, y lo que finalmente se encuentra con la realidad. Contaba Carmen Machi que se sintió rara durante todo el rodaje porque acompañaba al personaje e iba cambiando su perfección a medida que se ponía más en su pellejo para interpretarla, llegó incluso a contaminarse de lo sola que se sentía esta mujer, hasta tal punto de querer estar muchas veces en soledad durante el rodaje.

En este momento yo desconecté de la película porque se convirtió en una dramedia en la que no me interesaba ya qué sucedía, y por tanto ese interés inicial es como si diera un vuelco vertiginoso a no prestarle ninguna atención. Creo que hubiera sido una plataforma estupenda para criticar socialmente, políticamente y éticamente a nuestra propia moral. A lo que sucede en la actualidad que bien tiene que ver con nuestras decisiones, y sobre todo apelar a la falta de implicación e información de la sociedad. Si que se agradece que no se tome un punto de decisión entre héroes y villanos, si no que muestra concienzudamente esa ambigüedad tan compleja de todas las partes instituciones e individuales que forman parte de estos conflictos.

Aún así, espero a la próxima película de Nely Reguera con amor cinematográfico, e igual a mi Carmen Machi y a Itsaso Arana. Quiero una nueva historia que también merezca ser vista, sobre alguien a quién sepa poner de corazón y explicar sus ilusiones. Alguien como mi María (y los demás).

Rueda de prensa "La voluntaria" - 25 Festivañl de Cine Español de Málaga
Rueda de prensa «La voluntaria» – 25 Festival de Cine Español de Málaga

Dirección

Nely Reguera

Guion

Nely Reguera, Eduard Solà, Valentina Viso

Música

Javier Rodero

Fotografía

Aitor Echevarría

Reparto

Carmen Machi, Itsaso Arana, Dèlia Brufau, Arnau Comas, Yohan Lévy, Henrietta Rauth

ProductoraCoproducción España-Grecia

Fasten Films, BTeam Pictures, RTVE, Movistar+, TV3

 

¡Compártelo!
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter