Crítica «Un plan irresistible»
Una de las claves para decidirme ir a ver esta película es Jon Stewart. Le seguía en sus «daily shows» y es uno de los cómicos que siempre me ha gustado como ha enfocado su trabajo en las diferentes entrevistas y gags que le he visto hacer en los programas.
«Un plan irresistible» está dirigida por él y habla de Gary Zimmer, el principal estratega del Comité Nacional Demócrata, que tras ver un vídeo de un Coronel de la Marina hablando a favor de los derechos de los trabajadores sin papeles, cree haber encontrado la clave para volverse a ganar el corazón del país. Para contraatacar la estrategia de Zimmer, el Comité Nacional Republicano le enfrenta con su némesis, Faith, haciendo que lo que empezó como un pequeño enfrentamiento, aumente a una batalla por conquistar el corazón de Estados Unidos.
Está todo muy llevado al extremo o no, porque viéndolo desde el punto de vista más racional lo cierto es que aunque parezca increíble buena parte de cómo actúan estos equipos de campaña más los propios objetivos individuales de los medios de comunicación, que no tienen como prioridad contar la verdad para que el público tenga la información necesaria para decidir y conocer sobre los asuntos más importantes, es más común y reconocible de lo que podemos llegar a pensar.
Cada uno lucha por sus propios intereses, dan por hecho gracias a «expertos cualificados» cual es el rumbo político que va a tomar la gente y el propio sentimiento de servir al pueblo que es a lo que deberían enfocarse los gobernamente, se nubla en una guerra por ganar y llevarse los méritos. Pero ¿quién es peor aquí, los que utilizan ese sistema corrupto o los que somos responsable de ponernos a estos profesionales a que nos dirijan?. He aquí una cuestión de muchas que se plantean durante toda la película.
Jon Stewart da en la tecla de cómo se funciona en los diferentes estamentos de una campaña política, y encima es acertado ahora su estreno de cara a esas próximas elecciones en noviembre. Habla del poder mediatizador de las redes sociales capaz de hacer viral cualquier vídeo sin contrastar, de los numerosos «expertos» con los que cuenta, especialmente la televisión, para justificar la propia ideología a la que sirven estos periodistas y poner el otro extremo simplemente para que haya batalla dialéctica pero sin fundamento alguno, habla igualmente de cómo los asesores de campaña utilizan estrategias infames y ridículas por las que la gente se hipnotiza y logra obnubilarse para verdaderamente no estar pendientes de los problemas reales, y especialmente juegan con un reparto fabuloso en el que destacan Steve Carell y Chris Chooper, que han entendido el tono que quería dar el realizador y juegan de maravilla con sus personajes.
Esperemos que la capacidad de reacción gracias a la comedia logre unos resultados mejores a la gente, y les haga pensar sobre simplemente no dar por hecho lo que reciben de los medios de comunicación. Sería un plan irresistible, de verdad.
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